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Cristóbal Colón Judío

Por: Rabino Eliahu Birnbaum

Si quieren saber sobre el origen de Don Cristóbal Colón (1451-1506) una buena opción es averiguar qué dice la gente al respecto. Una tradición y una leyenda muy repetida por muchos sostiene que el descubridor de América es de origen judío. No debe pareceros poca cosa que el descubridor del Nuevo Mundo haya sido compatriota nuestro abierta o solapadamente, pues de demostrarlo, esto implica no pocos honores para nuestro pueblo. Un resultado positivo a la investigación respecto de si Colón era o no un judío que ocultaba su origen puede agregar un novedoso mérito al pueblo de Israel en cuanto a que uno de nuestros hermanos haya realizado un descubrimiento tan importante como el del continente americano. Esto se asemeja al reciente lanzamiento de la nave espacial "Génesis" rumbo a la luna que inundó de orgullo patriótico tanto al Estado de Israel como al pueblo judío en su generalidad, al ver que continuamos desarrollando el mundo que Dios creó. 

A los efectos de verificar la tesis de la judeidad de Colón emprendí un viaje por las islas del Caribe y, a partir del mismo, intenté comprender cuáles fueron los móviles de su actuar y si tiene realmente asidero la creencia popular sobre el origen hebreo del famoso navegante. Colón descubrió y ancló en las costas de Cuba, Jamaica, Puerto Rico, Trinidad, Haití (Isla Española), Honduras, Costa Rica y Panamá. Por ello, yo seguí sus pasos, pero a bordo de un crucero (Kosher Cruise), y usted estimado lector, podrá leer mis reflexiones a continuación.

Varios investigadores españoles llegaron a la conclusión de que Colón era "marrano" (cripto judío), o sea, un judío que se vio forzado a convertirse al cristianismo y continuaba abrazando secretamente su fe ancestral. Ocultar su creencia era indispensable para poder subsistir en virtud de la política de limpieza étnica que impulsaba en esos días la iglesia católica. Asimismo, muchos investigadores judíos apoyaron esta tesis, entre ellos Moses Anzalak, Shmuel Tolkowsky, Simón Wiesenthal (el cazador de nazis) y el historiador judeo-británico Cecil Roth. Existen numerosos testimonios que indican el carácter judío de Colón comenzando por su nombre y siguiendo por su bitácora de viaje, sus intercambios epistolarios y su modo de actuar.  

El objetivo declarado de la expedición marina de Colón rumbo al occidente era encontrar un camino más corto hacia el oriente, empero, aparentemente su viaje poseía también un punto judío. Existen varias especulaciones respecto del motivo oculto de su expedición. Algunos sostienen que procuraba encontrar un refugio para los judíos perseguidos de España y Portugal, otros entienden que salió en busca de las tribus perdidas de Israel; o con el objetivo de encontrar tesoros de plata y oro, lograr la expulsión de los musulmanes de la tierra de Israel y construir el Templo en Jerusalén.

En su libro "Velas de libertad" Simón Wiesenthal entiende que la expedición de Colón estaba motivada por su deseo de hallar un refugio seguro para los judíos tras su expulsión de España. El diario escrito por Iosef Ben Haleví Haivrí, que no es sino Luis de la Torre, un cripto judío que buscaba un sitio en el nuevo mundo donde poder vivir tranquilamente y que fungía como traductor de Cristóbal Colón, es una fuente histórica importantísima que nos permite atisbar al trasfondo judío de la expedición. Así escribe de la Torrre: "mi padre era escriba de pergaminos de la Torá y dado que yo hablo varias lenguas y entre ellas el hebreo, Colón me invitó a formar parte de su expedición. El pensó que cuando arribemos a China en el lejano oriente podremos encontrar israelitas exiliados, así como a las diez tribus perdidas y por lo tanto quería tener la posibilidad de dialogar con ellos... un instante previo a ser expulsado de España acepté sumarme al viaje de Colón con la esperanza de encontrar allí a nuestros hermanos perdidos y poder vivir libres y tranquilos. En los barcos de Colón había un gran grupo de cripto judíos que vivían en permanente temor de que se cierna sobre ellos la espada inquisitorial y todos esperaban encontrar una vía para escapar de la misma".

En el diario de su primer viaje de 1492 Colón nos revela su prodigioso plan. Escribe que con las ganancias provenientes de la conquista de los nuevos territorios quiere "liberar Jerusalén y construir la Casa Santa". Colón repite estos conceptos varias veces a lo largo de sus diarios. Lo que lo impulsó a procurar riquezas era su deseo de financiar un ejército de más de cien mil soldados que liberasen Jerusalén de mano de los moros y construyan el Sagrado Templo. 

El nombre de Colón no es casual, su apellido (Colón en español, Colombo en italiano o Colombus en latín) era típicamente judío y tiene su origen en el nombre hebreo Ioná (paloma) que en italiano se dice "colomba". Uno de los rabinos más famosos, contemporáneo de nuestro marino se llamaba Rabino Iosef Colón (en su abreviación hebrea Maharik, 1420-1480). En España, en uno de los primeros autos de fe (1461) fueron quemados vivos Tomás Colón junto a su esposa e hijos acusados de mantener costumbres judías. 

También la fecha de partida de Colón desde el puerto de Palos el 2 de agosto de 1492 es de significación a la hora de demostrar su judeidad ya que ese día fue el 9 del mes hebreo de Av, aniversario de la destrucción del Templo de Jerusalén.  Por razones difíciles de comprender, Colón subió a bordo a la tripulación el 2 de agosto, pero zarpó recién al día siguiente, el viernes 3 media hora antes de comenzar el Shabat. "Casualmente" el 3 de agosto era el último día antes que entrase en vigor el edicto de expulsión de los judíos de España que los forzaba a escoger entre el país y su fe.

Colón no partió solo a su expedición, sino que recibió apoyo económico de personas que profesaban abiertamente el judaísmo, así como también de cristianos nuevos que mantenían prácticas judías en secreto. De hecho, todos aquellos que apoyaron su emprendimiento eran judíos o judíos cristianizados. Entre los judíos que apoyaron su iniciativa encontramos al Rabino Don Isaac Abarbanel, uno de los hombres más ricos de España y al Rabino Abraham Zakut de Portugal, que era el astrónomo más renombrado en la España de la época amén de amigo personal de Colón y quien le entregó al marino un calendario perpetuo y elaboró para este los mapas relevantes para su viaje. Los principales donantes de Colón eran cristianos nuevos que mantenían prácticas judías en secreto, entre ellos Luis de Santángel y Gabriel Sánchez. Es claro que el apoyo judío al emprendimiento descubridor no procuraba ayudar a difundir el cristianismo en el Nuevo Mundo, sino que buscaba apoyar los objetivos judíos ocultos de la expedición. 

Un hecho menos conocido respecto de Colón lo encontramos en su testamento, firmado el 19 de mayo de 1506, y que contenía clausulas sorprendentes. Colón destinó un diez por ciento de su patrimonio a los pobres y las solteras a punto de casarse. Aparentemente, estos gestos tienen su origen en los preceptos judaicos de donar el diezmo y ayudar a las novias pobres a casarse ("hajnasat kalá"), este último es considerado como un precepto carente de monto fijo estipulado para su cumplimiento. Además, ordenó entregar parte de su dinero a un judío que vivía en la entrada de la judería de Lisboa. 

En sus documentos, Colón empleaba una triple firma de puntos y letras similares a inscripciones que es dable encontrar en las lápidas de los cementerios judíos españoles. Ordenó a sus herederos utilizar esa rúbrica para siempre. De acuerdo con el libro del historiador judeo-británico Cecil Roth "La Historia de los Marranos", aparentemente, en su firma se encuentran vestigios del Kadish hebreo y de la palabra "kadosh" (santo).

Los investigadores señalan un hecho interesante y es que en el rincón superior izquierdo de todas las trece cartas que escribiera Colón a su hijo Diego, salvo en una, están inscritas las letras ב''ה que significan "con la ayuda de Dios". Ninguna carta dirigida a personas ajenas a su familia contiene estas letras, y la única dirigida a su hijo Diego que las omite iba dirigida primeramente al Rey Fernando.

La tripulación de Colón incluía cristianos nuevos que procuraban encontrar un sitio tranquilo en el Nuevo Mundo donde poder vivir. También en ello, Colón mostró un trato especial hacia judíos y cripto judíos realizando ingentes esfuerzos por mantenerlos a salvo y permitirles llegar al nuevo destino. Colón ancló en Jamaica por primera vez en 1494 pero sólo en 1503 desembarcó en la isla. Tras el descubrimiento de las nuevas islas Colón declaró su pertenencia al Rey de España y fue nombrado gobernador de las mismas. Al encontrarse la isla bajo el mando de la familia Colón, muchos cripto judíos se dirigieron al marqués de Jamaica pidiéndole permiso para asentarse en la misma, petición que fue autorizada. La Reina Isabel concedió la isla de Jamaica a Colón y le prometió que allí no actuaría la inquisición. Eso explica por qué durante el gobierno de la familia Colón sobre la isla no se registró en esta la presencia de tribunal inquisitorio alguno. Los judíos que habitaban la isla de Jamaica pudieron preservar su judeidad a diferencia de los habitantes de otras colonias bajo el dominio español. De esa forma, Jamaica se transformó prácticamente en un enclave judío dentro del reino español y todo ello gracias a Colón y su familia que siguió sus pasos y se preocupó por la suerte de los judíos y los cripto judíos. 

Las evidencias que indican el origen judío de Colón son innumerables. Existen señales de judaísmo y de vínculo familiar y al pueblo judío a lo largo de toda su vida. Colón provenía de una familia judía, poseía un apellido judío, tenía amigos judíos, su equipo de colaboradores cercanos en la expedición estaba conformado por judíos, en sus cartas cita numerosos versículos bíblicos, comienza sus cartas invocando el nombre hebreo de Dios, en su testamento deja dinero para ayudar a judíos pobres, judíos ricos le ayudan y lo protegen, él cuida de judíos y los aleja de la amenaza inquisitorial. ¿Acaso no es esto suficiente para responder a la pregunta de si Colón era o no judío?