Por: Jack Goldstein
La semana pasada les compartí sobre la génesis del primer grupo LGBTI para servir los intereses de nuestros comunitarios. A continuación, les comparto las entrevistas a Michael Lacher y Laura Weinstein. Muchas de las respuestas me han sorprendido; claramente hay mucho por hacer.
A título personal, y seguramente hablando en nombre de quienes están o pudieran estar afiliados a Beit Guimel, quiero hacerle un llamado a nuestras instituciones para que aborden de frente el tema y den un paso claro para integrarlos. No quisiera escuchar que los miembros de Beit Guimel, como cualquier otro comunitario más, bien pueden acercarse a cualquier institución, afiliarse y participar de lo que nuestras comunidades ofrecen. Es el momento para que la institucionalidad actúe con la elegancia y responsabilidad comunitaria que este tema merece.
¿Por qué hasta ahora no hay un grupo LGBTQ comunitario?
Por cuestiones de tamaño. Siendo una comunidad de unos pocos miles de judíos dispersos en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, entre otras ciudades, aún no existe un número significativo de población LGBTQ fuera del closet que permita un grupo de fuerte presencia institucional.
¿Tienen espacios extraoficiales para reunirse a nivel comunitario?
Los espacios los arma cada cual. Y, evidentemente, existen eventos, dentro de los marcos de la diversidad.
¿Cuántos pudieran ser en Bogotá? ¿Y en Colombia?
El asunto con el censo de la comunidad LGBTQ judía es que, para ser parte, debes estar fuera del closet y muchos no lo están; así que es mera especulación aseverar un número, pero siguiendo los promedios mundiales, un 10 %. Sin embargo, vivimos en una sociedad civil que tiende a ir, de a poco, eliminando etiquetas y comprendiendo que el género y la sexualidad son fluctuantes y construcciones socio culturales.
¿Cuántos se conocen entre sí?
Ni idea.
¿Pueden acudir a algún portal para encontrar parejas?
Sí, jdate.com tiene una opción para definir qué buscas en cuanto a género y orientación sexual.
¿Un gay tiene futuro dentro la comunidad colombiana?
Sí, como un no gay. Los judíos que no forman parte de la población LGBTQ pueden también sentirse relegados por distintos motivos, ya sea por ideología religiosa o por origen étnico. Es claro, sin embargo, si las instituciones no abarcan el tema abierta y activamente, éstas les perderán por no tener un marco de contención o aceptación.
¿Qué buenas experiencias puede relatar?
Cualquier evento que se da entre miembros de una comunidad, una cena de Shabbat, por ejemplo, pero es cuestión de los integrantes de la misma, no de la institución en sí.
¿Qué aspira sea el resultado de su primera participación visible con Guimel Colombia?
Que ayude a quienes no han podido salir del closet (muchos, muchos) a vivir su judaísmo y su identidad sin problemas de compatibilidad.
¿Son bienvenidos abiertamente en alguna comunidad colombiana?
Aquí toca hacer una diferencia entre la comunidad y las instituciones. En Colombia ninguna sinagoga tiene actividades específicas para la población LGBTQ, ninguna junta directiva se manifiesta explícitamente a favor de integrar activamente judíos y judías queer en cargos religiosos. Las instituciones pueden decir que no tienen problema con la participación de nuestra población y se amparan en términos halájicos que, claramente no prohíben a una persona LGBTQ a ser parte de una comunidad, pero sí condena su comportamiento. O ¿acaso en alguna sinagoga se ha celebrado una boda gay? ¿O un bar o bat mitzvá de una persona trans? No, en absoluto. Y esto se debe que la postura oficial institucional es de status quo, contrario a la que el Estado ha ido teniendo, de integración activa y concreta de la población. Sin embargo, los miembros de la comunidad (no todos) son quienes se encargan de dar bienvenida a nivel personal. Las instituciones judías colombianas están aún muy lejos de integrar a la población LGBTQ, sin que esto signifique que haya persecución. Sin embargo, no alcanza con sólo “permitir” ser parte o rezar, sino activamente apoyar los eventos comunitarios que integren plenamente a todes sus integrantes.
¿Dónde hay organizaciones en Latinoamérica?
Argentina, Brasil y México. Nuevamente, aquí se ve el tema de la cantidad. Estas comunidades son las más grandes de la región y, por lo tanto, con mayor cantidad de población LGBTQ, donde se han podido organizar y, en algunos casos, contar con el apoyo local e internacional del Congreso Judío Mundial. Si las instituciones judías colombianas quieres ser boyantes a largo plazo, estarán obligadas a aggiornarse rápidamente e invitar de forma activa a una participación plena a todos los judíos que viven en esta hermosa tierra.
¿Por qué hasta ahora no hay un grupo LGBTQ comunitario?
Considero que tiene que ver con varios factores, primero hay miedo de expresar quien se es y lo que se siente, esto por temor a perder lo que se tiene o sentirse que hablar de su orientación e identidad de género les puede traer rechazo, ya que no es nada fácil asumirse y menos hablarlo. Lo que hace que muchas personas prefieran vivir sin nunca decirlo, en soledad y con mucho dolor. Por otra parte, la comunidad es una comunidad muy pequeña, donde pareciera que esto de ser LGBT es de otros y no pasa entre nosotros, eso hace difícil conformar un grupo LGBT dentro de la comunidad.
¿Tienen espacios extraoficiales para reunirse a nivel comunitario?
Claro, como hay dentro de la comunidad, hemos construido nuestros propios espacios, es así que con algunas y algunos nos juntamos para Shabat, las fiestas y en mi caso hasta para tejer con mi amiga Rebeca, eso nos hace sentir juntos y que no estamos tan perdidos en el universo, lo que hace que de una u otra forma nos sintamos juntos y juntas.
¿Cuántos pudieran ser en Bogotá? ¿Y en Colombia?
En realidad, no podría dar un número, pero podría decir que un 10% de la comunidad es LGBT. Por favor no se asusten, esta cifra es la que da la OMS para hacer un cálculo estadístico de cuanto es la población LGBT en el mundo.
¿Cuántos se conocen entre sí?
Tampoco podría dar un número, pero sí sé que somos varios y varias en el país.
¿Pueden acudir a algún portal para encontrar parejas?
Existen muchos, pero no conozco de algo uno exclusivo para judíos LGBT. Aquí debo aclarar algo, yo evito el uso de estos medios ya que es importante que se entienda que no es lo mismo ser lesbiana, gay, bisexual que ser una persona trans, cada una de estas siglas tiene unas necesidades específicas. Las personas trans tenemos una carga de prejuicios más alta, somos más excluidos y la gente conoce menos de quienes somos, esto ya hace que encontrar pareja sea mucho más difícil. Hablar de lo trans ya da para toda una entrevista.
¿Un gay tiene futuro dentro la comunidad colombiana?
Debería ser, también debería serlo para una lesbiana, un bisexual o cualquier persona trans, cisgénero o heterosexual.
El tema aquí más que pasarle la pregunta al individuo con una orientación sexual o identidad de género diversa, deberíamos es preguntarle a las comunidades e instituciones si todos aquellos que no nos hemos sentido bien recibidos y acogidos tenemos futuro dentro de sus instituciones y en la comunidad.
¿Qué buenas experiencias puede relatar?
Hay varias, pero todas tienen que ver con el hecho de ser bien recibidos, con el trato y claro sentir que ese espacio y momento no siento miradas acusadoras. Si no por el contrario de respeto.
¿Qué aspira sea el resultado de su primera participación visible con Guimel Colombia?
Que quienes sienten miedo de hablar de sus orientaciones sexuales e identidades de género puedan sentir que hay otras personas que como ellas y ellos existen, que puedan acercarse y encontrar empatía, así como sus familias y quienes significan sus redes de apoyo sientan que no están solos, que como ellos hay quienes hemos vivido experiencias similares y hemos encontrado en otras y otros el apoyo para continuar.
¿Son bienvenidos abiertamente en alguna comunidad colombiana?
No lo he vivido, así que de lo que uno no a sentido no puedo hablar. Pero es de aclarar que sí he sentido el respeto de algunos miembros comunitarios y la solidaridad de amigos y conocidos, pero como individuos.
¿Dónde hay organizaciones en Latinoamérica?
En varios países, y en varias comunidades, así como los rabinos los miembros lentamente han aprendido a reconocer a las personas LGBT dentro de sus comunidades y darles un lugar. Claro todo es un proceso, hay quienes se resisten y no lo ven como una oportunidad para avanzar, pero hay comunidades que son ejemplo y de las que podríamos aprender, pero aun falta más comunidades abiertas a recibir y acoger a otros que no sienten que los espacios comunitarios son propios y para ellos, por ello es necesario sensibilizar y humanizar, es lógico, de lo que no sabemos y no conocemos nos produce rechazo y es sobre lo que se debe ahondar sin miedo, sin prejuicios. El darnos la oportunidad de conocer al otro y la otra, esto nos va a permitir de construir imaginarios y dar un trato digno.
El tema continúa…