Por: Victor Zajdenberg
Corría el año 1940 cuando Alemania invadió Francia, prosiguiendo con su diabólico plan de guerra total, dirigiendo a sus tropas hacia el Oeste de Europa.
Ya había comenzado con el Anschluss (fusión) de Austria, la cooptación de Checoeslovaquia y la firma del inicuo “Pacto germánico-soviético” (24/8/1939).
El así llamado “Convenio Ribbentrop-Molotov” se firmó para repartirse Polonia entre el Reich alemán (nacional-socialista) y la Unión Soviética (comunista).
A raíz de estos hechos el 3/9/1939 Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania movilizando, recién entonces tropas, armamentos y logística.
Ocho millones de hombres estaban en armas en toda Europa para enfrentarse en lo que luego sería llamada la fatídica 2ª. Guerra Mundial.
Judíos de toda Europa tratan de llegar a Francia (Suiza les estaba vedada) a la que consideraban un refugio a los vandálicos actos del nazismo contra ellos.
El 10 de Mayo las Fuerzas alemanas invadieron Holanda, Bélgica y Luxemburgo por aire, mar y tierra. El 14 cae Ámsterdam y cesa la resistencia holandesa.
Mientras tanto otras secciones del Ejército alemán entran en territorio francés rodeando la ciudad de Sedán. Los franceses retroceden del norte de Francia.
El 15 de Mayo la batalla adquiere gran violencia librándose fuertes choques a lo largo del Rio Mosa mientras los alemanes ya ocupan Bruselas y Amberes.
Este avance les permite a los alemanes cercar simultáneamente la ciudad de Reims y obliga a los aliados ingleses a retroceder hacia Dunquerke (29/5/40).
En un operativo histórico Winston Churchill (Premier inglés) moviliza innumerables barcos y barcazas para salvar a los rodeados 300.000 soldados ingleses.
Esta heroica retirada de territorio francés hacia Gran Bretaña a través del Canal de La Mancha permitió consolidar años después la reconquista de Europa.
Los caminos en Francia quedaban abiertos para las tropas del Reich, mientras integrantes de la Comunidad Judía se desplazaban hacia París y de allí al Sur.
El 10 de Junio el Ejército alemán cruza el Rio Sena mientras al Este del país avanzan y conquistan Alsacia. En plena retirada se desintegra el gobierno francés.
El 16 asume un nuevo gobierno con el Mariscal Pétain (héroe de la 1ª. GM) pidiendo la paz y diciendo que “desea concertar una honrosa paz de soldado”.
El 22 se firma en Burdeos el “armisticio franco alemán”. Francia queda dividida en dos: la mitad Norte ocupada y el Sur (Vichy) recompensada a Pétain.
Hitler sabía que este otrora famoso militar se convertiría en un muñeco del nazismo y sería un garante para la aplicación de todas las leyes raciales nazis.
Los judíos en Francia comienzan a temer sobre su futuro y algunos de ellos deciden huir hacia las fronteras del Sur a fin de cruzarlas hacia España e Italia.
Tratan de conseguir los medios para embarcarse, algunos hacia Palestina y otros hacia los distintos puertos del Continente americano del Norte y del Sur.
La mayoría de los judíos que no lo han podido plasmar fueron perseguidos en la Francia ocupada y en la de Vichy y aniquilados en la Shoah (Holocausto).
Cabe deplorar y destacar que la supuesta Gran Potencia europea que fuera Francia cayó ante los nazis, incluso con la ayuda británica, en menos de un mes.
En cambio con poco armamento los jóvenes judíos del gran “Levantamiento del Gueto de Varsovia” de 1943 resistieron a los nazis durante casi un mes.
CABA – Mayo 2020