Por: Victor Zajdenberg
Según Salvat es un “conjunto de habitantes de un territorio que, poseyendo la misma historia, idénticas costumbres, intereses comunes y una misma lengua, tiene suficiente conciencia de su unidad para disponer de un gobierno propio o aspirar a él”. Sin embargo hay naciones con diferentes lenguas, Suiza por ejemplo, que tienen una conciencia nacional de siglos y hay naciones que poseen todos los elementos citados pero están sojuzgadas por otras; como muestra sería el Tíbet.
La Nación judía fue expulsada de su tierra por el Imperio Romano (desaparecido hace 1.600 años) pero sostuvo contra viento y marea, durante casi 2.000 años, su vocación de retorno, dirigiendo sus rezos hacia Jerusalem. El Estado Judío de Israel ha resurgido nuevamente en su tierra ancestral con todos los atributos concedidos por la definición que la Enciclopedia detalla más arriba. Variados dirigentes palestinos que habitan en Cisjordania y Gaza consideran que poseen los derechos para constituir un Estado, mas no quieren sentarse a dialogar con Israel, después de haber participado en decenas de guerras y miles de acciones terroristas contra la población de dicho Estado. Por el contrario, premian a los familiares de los terroristas con dineros provenientes de los subsidios que aportan diversos proveedores, entre ellos la ONU y varios países de Europa.
Durante 72 años, los palestinos se han dedicado a perder todas las oportunidades ofrecidas de formar un Estado, especialmente desde 1948 hasta 1967, o sea durante los 19 años que Gaza estaba ocupada por Egipto y Cisjordania por Jordania. Su único objetivo fue siempre, al no poseer una verdadera conciencia nacional, la destrucción del Estado de Israel.
En Judea y Samaria gobierna la Autoridad Palestina (AP) desde los Acuerdos de OSLO de 1993 cuyo eterno Presidente es Mahmud Abbas quien, como ya se ha dicho, no solo no se reúne con los Israelíes para dialogar sino que además gratifica a las familias de los yihadistas. No puede llamar a elecciones pues las perdería a manos del Hamás y del FPLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina), ambas sostenidas por la República Islámica de Irán.
El FPLP fue fundado por el Dr. George Habash quién se declaraba marxista-leninista y recibía fondos y armas de los soviéticos, mientras que actualmente son “abastecidos” por los teocráticos chiitas de Irán. El Presidente Abbas depende de Israel para no ser derrocado por alguno de estos miembros que pululan y se ocultan en su territorio. En Gaza, tras el ya lejano golpe de estado contra Abbas, gobierna Hamás cuyos orígenes se remontan a los Hermanos Musulmanes de Egipto, los asesinos del Presidente Sadat. Pero Hamás es un pulpo con diferentes tentáculos e intereses. Yahya Sinwar, el jefe del Consejo político Shura de Gaza, es el nexo con Egipto. Pero en el Consejo participa también Mahmoud al-Zahar quien representa a Irán en la Franja que apoya a las brigadas al-Qassam. Esta posición lo convierte en el enlace con Hezbollah en Beirut, Líbano. En Qatar opera Ismail Haniyeh, jefe político de Hamás, quien desplazó a Khaled Mashal que mantiene los contactos con el Emir de Qatar para sostener el financiamiento con el cual el Emirato mantiene a Gaza. Por si esta configuración no fuera suficiente está Saleh al-Arouri en Turquía para plasmar el apoyo del Presidente Erdogán quien, en su fuero interno, sueña seguramente con revivir algún día al antiguo Imperio Otomano.
Los que siguen conectados con la Hermandad Musulmana han formado en Europa lo que ya se denomina como la “Alianza Rojo-Verde”, una asociación entre la imberbe izquierda europea y los musulmanes supuestamente moderados que promueven el BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) contra Israel, el liberalismo europeo y, por supuesto, los EE.UU. Entonces vale la pregunta, ¿Quién representa a Palestina?