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Coherencia Halájica

Por: Rav Daniel Shmuels

La Halajá presenta unos parámetros de cumplimiento puntuales que oscilan entre la opinión más estricta y la opinión menos estricta. Dentro de ese espectro de posibilidades la Halajá misma establece que una persona debe comprometerse con una opinión en particular; es decir, si Piluni decide observar la opinión más estricta, lo debe hacer en todas las áreas del judaísmo y no sólo en aquellas que considere apropiadas, asumiendo la opinión menos estricta en otras y vice versa. 

Esta propuesta de coherencia Halájica presenta varios inconvenientes por cuanto muchas autoridades rabínicas asumen posiciones Halájicas muy estrictas en ciertos aspectos y opiniones menos estrictas en otros, agregando a ello su opinión personal; la cual, puede ubicarse en el medio. Entonces; surge en el horizonte legislativo judío, no una opinión puntual Halájica sino varias opiniones que permiten un cumplimiento comprensivo y total del judaísmo, desde cada una de esas perspectivas.

Todo esto ha llevado a la creación de diferentes "Shuljan Aruch" y diferentes tratados Halájicos. Por ejemplo, el Shuljan HaRav del Alter Rebe o la Halajá del Ben Ish Jai de Rav Yosef Jaim. La pregunta que surge es, a saber, ¿qué tanto distan o en qué distan estos trabajos del tratado original del Mejaber? Sería necesario hacer un estudio minucioso de cada uno de los textos para poder emitir una respuesta; empero, algo importante en todos estos tratados es que precisamente le dan la posibilidad al judío de adherirse a una opinión específica que, por decirlo de alguna manera, se ajusta a su estilo de vida. Es importante anotar en este punto que estos trabajos Halájicos no son equivalentes a un listado de costumbres específicas de un grupo judío; como lo puede ser el Sefer HaMinjaguim en particular de una u otra secta ortodoxa.

De cualquier forma, está coherencia Halájica que se nos exige puede llegar a ser un poco compleja de cumplir cuando hablamos del judío promedio frente al judío ultra ortodoxo. El judío ultra ortodoxo por lo general sigue la opinión bajo la cual creció, bien sea la más estricta de todas o la de su líder espiritual específico, que por lo general suele ser aún más estricta que la del Mejaber. Sin embargo, ese no es el caso del judío promedio. Por lo general, el judío promedio no tiene la educación religiosa para poder establecer una decisión frente a la opinión que sigue, si es que sigue una opinión del todo. Lo que nos enseñó el estudio del Pew Portrait del 2013 es que más del 70% de los judíos están asimilados y no presentan ningún tipo de adherencia Halájica. Son judíos por definición Halájica pero su diario vivir no representa el estilo de vida judío. Entonces, ¿qué pasa con esos judíos? ¿Qué validez tiene su poca observancia si no presenta una adherencia total a una opinión? ¿Qué pasa con los judíos que inician un proceso de Teshuvá y toman diferentes opiniones de diferentes líderes? ¿Qué validez tiene su proceso si no tienen una adherencia ni una coherencia Halájica por las exigencias mismas de su proceso? ¿Queda anulado su intento de retornar a la fe?

En la mayoría de los casos estos judíos también siguen una opinión, la de su rabino local o la de su comunidad. Lo cual ubica el problema de la coherencia Halájica en el registro de las denominaciones judías ortodoxas. Es decir, la adherencia frente a una opinión Halájica yace en el hecho de pertenecer legalmente a un grupo determinado. Hoy en día tenemos 4 vertientes del judaísmo ortodoxo; a saber, Jasidim, Mitnagdim, ortodoxo moderno y ortodoxo abierto. Todos pertenecemos a una u otra pero no podemos pertenecer una parte a una y otra parte a otra. Un buen ejemplo de esto sería el de un judío Jasídico bebiendo Jalav Stam, sencillamente no está de acuerdo con su denominación. Este ejemplo nos lleva al problema de los disidentes dentro de las denominaciones mismas, aquellos judíos que aun cuando pertenezcan activamente a una denominación no se adhieren totalmente a la coherencia Halájica a la cual pertenecen. Entonces, ¿hasta qué punto es realmente necesaria una coherencia Halájica?

Nuestra Halajá nos dice que es necesaria; empero, no nos dice que una persona que no tenga una coherencia Halájica deja de tener valor por si misma en su devenir como judío. La coherencia Halájica es más una herramienta de cohesión para que el comportamiento de un judío sea coherente con la del grupo al que pertenece. Sin embargo, el que la Halajá nos de un espectro de opiniones implica que desde que nos ubiquemos dentro de ese espectro estamos cumpliéndola a cabalidad. Es factible que alguien sea extremadamente estricto en el cumplimiento de Shabat pero sea mucho menos estricto en Kashrut, permitiendo el uso de Jalav Stam en su hogar. Este judío sigue cumpliendo la Halajá al 100%, sencillamente no pertenece a tal o cual denominación en particular. La pregunta que surge ahora es, ¿son estas 4 denominaciones las únicas a las que se puede pertenecer para tener una coherencia Halájica?