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El Kadish y Av Una breve reflexión

Por: Dr Natalio Daitch

"Exaltado y Santificado sea Su gran nombre. En este mundo de Su creación que  creó conforme a Su voluntad". Del Kadish, uno de los principales rezos judíos

El inicio del mes de Av

Intentaré poder anudar todos los subtítulos de este escrito, y que todo se entienda, y que todo pueda encastrar uno con el otro. Siendo que las palabras brotan en el tiempo de la angustura, un período de sombra por la destrucción el 9 de este mes de ambos Templos Sagrados en Ierushalim.Y justo aquí en este punto nos topamos con la oración del kadish, cuyo texto casi completo se encuentra en Arameo. Y si bien existen varias clases de kadish, el mejor conocido (desde la Edad Media por lo menos) es el kadish Yatom o kadish de duelo o de los huérfanos.

Una época de grandes pérdidas

No cabe duda, que perder a un padre o una madre constituye una gran pérdida, eso a nivel personal, y a nivel colectivo la pérdida de nuestros dos Santuarios religiosos y Nacionales, y el inicio de las diásporas a tierras extrañas marcan un colofón sin precedentes en la historia del pueblo judío. Cuyo impacto se continúa y se proyecta en el presente en enormes conflictos por los que debe batallar el Estado de Israel para asegurar su subsistencia.

He leído un comentario del libro del Zohar Hakadosh que estremece y penetra hasta el tuétano de mis huesos. Y es cuando Dios debe castigar a Israel por sus pecados, utiliza un ejemplo: " de espantar a la paloma y poder tomar a sus polluelos, Hashem primero espantó a la madre (la paloma que representa a la Shejiná o divina presencia), destruyó el nido (que sería el Bet Hamikdash) y permitió que los polluelos (el pueblo de Israel) quedaran a merced de otros pueblos. Él prefirió destruir su Santuario y dejar a sus polluelos cautivos pero vivos.

Un rezo y un tiempo de pérdidas

En la época de la angustia (donde todo se vuelve oscuro y tambalea nuestro mundo) individual y colectiva, el deudo o los deudos solo podemos aferrarnos a la oración del kadish.Y es en este punto donde recuerdo a mi querida madre Aida k. de Daitch Z"L y de ella me quedó  un hermoso libro en hebreo escrito por  Shmuel Yosef Agnón, el primer Israelí en recibir el premio Nobel de literatura en el año 1966.

En este pequeño libro (Todos los cuentos de Shmuel Yosef Agnón), sus dos últimas páginas no tienen desperdicio. Esté afamado escritor, que hizo teshubá y fue a recibir el enorme galardón con su kipá puesta en su cabeza, escribe una "Introducción al Kadish" donde su pluma maestra compara y al mismo tiempo establece la diferencia en la relación de un Rey de carne y hueso y del Rey de Reyes, en relación a sus soldados que salen a la guerra. Y allí explica y se explaya, que Hashem ama especialmente a Israel, y no debido a que seamos muchos en número, justamente lo contrario, al ser pocos, y que cada judío ante el ojo de Dios es considerado como una legión entera. Y es por ello que la muerte que cada judío común, el más simple que podamos considerar, y cuanto más aquellos hombres y mujeres que dieron su vida por la Tierra de Israel, su pérdida complica a Dios, pues no tiene a muchos para poder reemplazarlos. Y esto trae de alguna manera "aparejado una merma en las legiones del Rey". Y es por esto, continua Agnón que recitamos el Kadish, para que su Reino no disminuya, y que aumente la fuerza de Su Nombre, en los mundos por El creados, y obvio también el kadish es la ayuda (en alguna forma) para elevar y sostener el alma del difunto, incluso en el juicio al cual es sometida esa alma por el Tribunal Celestial.

Como decía mi madre, es lo único que en verdad puede hacer un hijo por su padre fallecido (elevar y apuntalar su alma desde aquí abajo). 

Kadish en Arameo

Según el Talmud, los ángeles saben hebreo, pero no saben Arameo. Hay variadas explicaciones sobre este punto, pero pudiera ser que al recitarse esta oración (con Minián o quorum de 10 hombres adultos mayores de edad) ellos estuvieran desconcertados y no podrían impedir que la Tefilá llegase en forma directa al Trono Divino.

Hoy una pena, mañana una alegría. Final

El kadish (Santificar) es uno de los máximos desafíos, ya que el doliente debe alabar a Dios a pesar de su pena (Baruj Daian Haemet o Bendito el juez de la verdad). De su pérdida. Y de hecho el kadish junto con el Shemá Israel y la Amidá (la oración que se recita de pie) son de las tres más importantes de la liturgia hebrea.

Pero volviendo al dolor y al desconsuelo, la Torá muestra que es verdadera, al exponernos y abarcar todas las facetas o instancias de la vida del hombre. Los momentos felices del casamiento y de los nacimientos, y los momentos donde predomina la tristeza y el desconcierto. Y no cabe duda que este mes de Menájem Av(mes de consuelo) también nos muestra los grises dentro de las opciones del blanco o negro. Ya que luego del 9 de Av viene el 15 de Av día de máxima alegría que es el día de "las hachas " y de "los emparejamientos"(las mujeres solteras salen a los viñedos a buscar sus parejas). Y es que la vida debe continuar, y claro que no se detiene. La vida y la muerte se suceden y se alternan, y hasta dolorosamente se complementan. La destrucción (Nacional) no es el final, y antecede a la salvación y la reconstrucción, de igual forma que la desaparición del cuerpo libera al alma y cada cual tiende a volver a su fuente (para continuar la ruta o reencarnaciones y tikunim o arreglos que decrete el Todopoderoso). Hasta el final de los días cuando no haya más tentación y muerte.

En la época del Mashíaj.Y justamente este Salvador nace en el mes de Av y tiene signo de Leo que simboliza la fuerza. Y para concluir, continuamos con el kadish en traducción al castellano: " y que su flor de Salvación y Su ungido este cerca". El kadish de los dolientes, justamente en el mes en que se iniciará la construcción del Tercer Templo. Y continuamos la recitación del resto de otros kadish:" Que haya abundancia de paz del cielo, y buena vida, satisfacción, ayuda, consuelo, refugio, la curación, la redención, el perdón y la reconciliación, alivio, y salvación sobre nosotros y sobre todo su pueblo Israel.

Y todo concluye con el sello del Todopoderoso que es la paz (Shalom): "El que hace la paz en sus alturas (los ángeles de misericordia y de juicio conviven en armonía), conceda la paz entre nosotros y sobre todo su pueblo y dirán Amén".