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Israel, en la cresta de la ola

Por: Victor Zajdenberg

El Estado Judío se ha convertido en uno de los mejores y avezados surfistas estratégicos pues está consiguiendo mantenerse y deslizarse sólidamente de pie sobre el complejo tablero del Cercano Oriente, aprovechando las olas y los vientos a favor que se le presentan. El deshielo con el mundo árabe no tiene pausa y en menos de un mes está firmando la PAZ por PAZ, primero con los EMIRATOS ÁRABES UNIDOS (EAU) y ahora con el REINO DE BAHREIN. De la EAU ya he hablado en mi artículo “Emiratos-Israel, una jugada geopolítica magistral” (20/8/2020). BAHREIN que se encuentra ubicado en el Golfo Pérsico, muy cerca de Arabia Saudita, posee una sólida economía basada en el petróleo; pero además se ha convertido en un importante centro financiero de la zona. Un dato fundamental es que en su territorio marítimo se encuentra instalada la Base de la V Flota de los Estados Unidos, situación que le otorga seguridad y garantías de no-dependencia frente a la República Islámica de Irán, enemiga común de todos los países del Golfo Pérsico, de los EE.UU y del Estado de Israel.

Donald Trump, Presidente de los ESTADOS UNIDOS, hacedor de la paz, lanzó la noticia por twitter:

“¡Otro avance histórico! Nuestros dos grandes amigos, ISRAEL Y BAHREIN, han concluido un Acuerdo de Paz. El segundo país árabe en lograr la paz con Israel en 30 días”.

El mismo Trump  junto con Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de ISRAEL y Hamad Al Khalifa, Rey de BAHREIN, emitieron una Declaración Conjunta donde sostienen que “acuerdan el establecimiento de Relaciones Diplomáticas plenas entre ambos Estados con el objetivo de promover la paz, aumentar la estabilidad, desarrollar la prosperidad, fortalecer la seguridad, instalar el diálogo directo y establecer los lazos directos entre ambos países dinámicos y con economías avanzadas”. Las partes, ISRAEL Y BAHREIN, también sostienen que

“continuarán sus esfuerzos para lograr una resolución justa, integral y duradera del conflicto israelí-palestino para permitir que el pueblo palestino realice todo su potencial”.

Analizando a fondo los diferentes ítems de la Declaración Conjunta podemos observar que existen mensajes directos e indirectos, todos contundentes, no solo para ambos firmantes sino también para otros observadores, enojados, histéricos y hemipléjicos, que no han querido participar de esta cadena de sucesos históricos. Las palabras “Paz, estabilidad y seguridad” están dirigidas en forma explícita a países terroristas como la teocracia iraní, a las organizaciones yihadistas como Hamas y Hezbollah y en forma implícita a los palestinos de la OLP. Donde dice “Instalar el diálogo directo” queda más que claro que esta frase está dirigida directa y explícitamente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y a Mahmud Abbas, su Presidente. Hace años que la ANP ha abandonado la mesa de conversaciones y en estos momentos la anomia que envuelve a los deprimidos líderes palestinos los hace ir perdiendo todas las oportunidades que se les presenta, desde 1947 hasta la fecha, para sentarse a finalizar un Tratado definitivo de Paz con los líderes israelíes. Finalmente, la última frase resaltada referida al “conflicto israelí-palestino” nos lleva casi sin titubeos al “Plan del Siglo” que propusiera la Administración Norteamericana y que otorgaría “una resolución justa, integral y duradera” para ambas partes en conflicto.

Estando próximos al Año Nuevo Judío, vivimos con intensidad y felicidad  los logros que el Pueblo Judío ha alcanzado a obtener: la Independencia del ESTADO DE ISRAEL, la Reunificación de la Ciudad eterna de JERUSALEM y la Paz con EGIPTO, JORDANIA, EAU y ahora con BAHREIN.