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El rey del Zoom

Por: Marlene Himerlfarb

Muchos de ustedes deben recordar la imagen del rav con un beeper colgado al cinturón. Se veía muy tecnológico, pues en esa época, éste era el último descubrimiento tecnológico en comunicaciones y lo portaban los médicos y algunos profesionales que necesitaban ser ubicados rápidamente por sus usuarios. Al final fue un aliado perfecto para los mensajeros. Era un buen medio de comunicación, aunque a veces se dificultaba un poco la devolución de las llamadas, pues no existían los celulares y no en todo lado prestaban el teléfono. Cuando se trataba de asuntos médicos, se compadecían un poco. 

Con los adelantos tecnológicos, llegó a nuestras vidas el internet , que era parte de un proyecto militar. A raíz de este invento surgió el correo electrónico, más conocido como mail, que se popularizó acercándonos los unos a los otros. Fue una innovación en los computadores y un gran avance para la comunicación de las personas y ayudó mucho en la parte comercial y educativa y social. 

Al rav lo atropelló un poco esta tecnología y ,aquí entre nos, tenía una persona encargada de ayudarle con ese innovador sistema, que prácticamente reemplazó al correo postal, donde se llegaba con una carta para enviarla y había que comprar una estampilla que se pegaba en el sobre con un poco de saliva. Así llegaban las comunicaciones al otro lado del mundo antes de que existiera el fax y todos estos avances tecnológicos.

Después llegaron los celulares. Era de lo más play sacar una panela del bolsillo y comenzar una charla muy breve porque el precio de cada palabra costaba muchos pesos. Para este momento, ya el rav y muchos de los médicos usuarios del beeper y hasta los mensajeros empezaron a  tener celulares y se volvió algo muy común e indispensable en nuestras vidas. Hoy en día es muy raro que una persona no tenga un celular. Antiguamente nos parecía una ilusión que iba a existir un teléfono con cámara, mientras permanecíamos  atentos al ring de ese teléfono negro que había en casi todas nuestras casas. Había una mesita donde se ponía el teléfono y el directorio telefónico y era la primera imagen que veía el visitante cuando llegaba. Hoy en día, por razones de pandemia, encontramos zapatos a la entrada de las casas para evitar contaminar el piso con el bichito ese que nos llegó de la China.  Ya hasta venden unos aparadores para organizar el reguero que permanece a la entrada. 

Hace unos años comenzaron las videos conferencias y uno de los operadores es  Zoom. Se utilizaba más que todo para negocios hasta que llegó el Corona virus, ese diminuto bicho que nos ha hecho realizar grandes cambios en nuestras vidas y nos obligó a cambiar nuestro sistema de comunicaciones interpersonales. Ya no nos podemos ver, ni tocar, ni abrazar y mucho menos saludarnos y despedirnos de beso. Los picos quedaron para los pájaros. Ahora los rezos, los cumpleaños, las charlas y muchas celebraciones se hacen por Zoom. Al rav, al comienzo le quedó un poco grande la tecnología, como dirían los milenials, lo atropelló, pero no tuvo más remedio que aprender y acogerse a este innovador sistema de comunicación. 

El rabino, además de que ahora responde sus propios mails, aprendió a manejar esta tecnología a las mil maravillas. Dirige los rezos y las conferencias, como cualquier milenial de jeans y tenis y dice que se siente como el Rey del Zoom.