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África Judía

Por: Rabino Eliahu Birnbaum

África despierta. Algo judío despierta en el continente africano. A lo largo de la última década muchos africanos pasan procesos espirituales, algunos van en pos del cristianismo evangélico y otros se dirigen al judaísmo. En la actualidad, en este continente existe una gran simpatía tanto por el judaísmo como por el Estado de Israel. Diferentes grupos cristianos adoptan costumbres judías y año tras año más y más personas se identifican con el judaísmo. Asimismo, grupos de judaizantes que encuentran al judaísmo apasionante están interesados en incorporarse al pueblo de Israel. Este tipo de personas existe en cada rincón del globo, pertenecen a todas las razas, creencias e ideologías; y en un contexto de desarrollos tecnológicos, este fenómeno adquiere constantemente un mayor ímpetu. También en África, existe actualmente un número creciente de personas que difieren de sobremanera de lo que podríamos definir como "el mainstream judío" pero que ya se consideran o autodefinen con diferentes grados de pertenencia al mundo judío y que están dispuestos a sumarse formalmente a nuestro pueblo. Así es como el judaísmo va cobrando un sitial de honor en ese continente al grado de que hay quienes sostienen que en unos años el judaísmo será la principal religión africana.

En el marco de los procesos antemencionados que tienen lugar en África, el fenómeno de la tribu Lemba no resulta raro. Ésta, sostiene hace ya muchos años ser de ascendencia judía. De acuerdo con una tradición tribal llegaron a África por barco provenientes de un sitio remoto llamado Sana que se encuentra en la otra ribera del rio Hapusala. Se trata de mercaderes judíos que llegaron al continente negro provenientes del Yemen a los efectos de comerciar con oro y otras mercaderías. Gran parte de las tradiciones tribales se transmiten por medio de relatos y cánticos, en los que se menciona su origen norteño, por ejemplo: "Nuestros ancestros llegaron desde un sitio llamado Sana y establecieron la primera dinastía. Ellos eran verdaderos comerciantes, ¡pues no temían!". En virtud de este recuerdo del cruce del mar para arribar al África, los miembros más tradicionales de la tribu Lemba acostumbran verter agua sobre sus tumbas como ayuda a los difuntos en aras de retornar al sitio del cual provienen.

La tribu Lemba no es homogénea. Si bien sus miembros están unidos por su etnicidad y sus singulares tradiciones, no todos profesan las mismas creencias religiosas. La mayoría de sus 70.000 miembros profesan el cristianismo, otros son musulmanes y unos 2.000 se encuentran en proceso de retorno al judaísmo. La identidad Lemba es más tribal que religiosa o judía. Se trata de una tribu cerrada, de la cual se puede salir, y en efecto, suele expulsar de su seno a quienes no guardan las tradiciones, empero no se puede ingresar a esta por propia voluntad o elección. Cabe destacar que también aquellos miembros de la tribu que profesan otras religiones se saben o se consideran a sí mismos descendientes de judíos. 

Una parte de la tribu habita en la ciudad de Harare en la República de Zimbabue y otros miembros lo hacen en aldeas, principalmente en las provincias de Limpopo y Mapomalanga en los países de Sudáfrica y Mozambique así como también en el sur de Zimbabue. Este último país es de credo cristiano, razón por la cual durante muchos años los miembros de la tribu Lemba ocultaron su judaísmo, ya que para poseer la ciudadanía era necesario profesar la religión oficial. Sin embargo, los Lemba lograron mantenerse separados de los lugareños, los cuales los veían como diferentes o extraños. En la actualidad, en Zimbabue no existen limitantes legales en cuanto a la profesión de credo religioso, empero aún resulta difícil afirmar que declararse judío sea provechoso en ese país.  

Muchas de las tradiciones de los Lemba se asemejan a las judías. En primer lugar, se consideran "el pueblo elegido", un grupo diferente al resto de los habitantes del país que guarda una religión que según ellos es originada en Abraham. Los Lemba creen exclusivamente en el Dios del Cielo y solamente a este le rezan.

No ingieren cerdo o cualquier animal que no haya sido faenado conforme a su rito propio, no se casan con las otras tribus las cuales reciben el denominativo de "vhasenzi", no mezclan carne con leche en sus comidas ni ingieren sangre, la cual es derramada sobre la tierra al momento de la faena. Una antiquísima canción Lemba resume los animales cuya ingestión está prohibida: "Un judío no come cerdo… un judío no come liebre… un judío no come conejo… un judío no come cuervo…"

Por supuesto que los miembros de la tribu guardan el Shabat como día de descanso y circuncidan a sus hijos. En el pasado realizaban las circuncisiones al octavo día y hace ya mucho comenzaron a efectuarlas a la edad de ocho años por temor a que los demás amigos de los niños vean el prepucio faltante y los identifiquen como judíos.

La faena tradicional goza entre los Lemba de un sitial de honor, un 99% de los miembros de la tribu siguen respetando las reglas propias de "kashrut". Ellos no habrán de ingerir aves o carne que no haya sido faenada por miembros de la tribu. A los efectos de que la faena sea apta debe ser efectuada por una persona que conozca las reglas tradicionales. Por esta razón, ellos no ingieren carne "jalal" faenada por musulmanes, y aunque yo miusmo hubiese efectuado la faena no la habrían probado. Los miembros de la tribu que abrazaron el cristianismo o el islam siguen absteniéndose de ingerir carne que no fue faenada conforme la usanza tribal. La faena se lleva a cabo con un cuchillo especial llamado "lashidja hatashishizu". Tras finalizar la faena declaran la carne como "limpia", pronunciando palabras que son un secreto de la tribu y solamente ellos las entienden.

La mayor parte de las tradiciones y las costumbres Lemba se transmiten por medio de cánticos, del recitado de textos, refranes y plegarias, todos los cuales son parte del lenguaje diario habitual y son aprendidos de memoria. Los cánticos y los relatos son recitados en el marco de las plegarias y durante eventos especiales tales como la faena ritual o la realización de circuncisiones. En la práctica, todas las tradiciones se transmiten oralmente de generación en generación y se preservaron secretamente únicamente entre los miembros de la tribu.

Previo a mi arribo a Zimbabue leí que los Lemba poseen cánticos, relatos y leyendas secretas que se transmiten de generación en generación. En uno de mis encuentros con los ancianos de la tribu les pregunté por estos cánticos y estas tradiciones. Su respuesta fue: "¿De dónde escuchaste sobre estas tradiciones? Tenemos prohibido contar sobre estos cánticos y leyendas a personas que no pertenecen a la tribu, a hombres de la tribu que no estén circuncidados, a jóvenes menores de dieciséis años o a mujeres. Solamente miembros de la tribu adultos y circuncisos pueden escuchar las tradiciones transmitidas oralmente de generación en generación. A pesar de mis reiterados pedidos no tuve el privilegio de poder escuchar los relatos tribales de los Lemba. Cabe destacar que las tradiciones transmitidas oralmente tienen una gran importancia en la preservación de su historia y su identidad, ya que por este medio se lleva a cabo el pasaje intergeneracional de contenidos y costumbres dentro de la familia y la tribu.

En un mundo como el actual de permanente desarrollo científico se amplía cada vez más la investigación genética de los individuos y de los grupos, lo cual trae consigo un nuevo fenómeno que es el de personas "genéticamente judías". Se trata de individuos que en virtud de este tipo de pruebas encontraron o desarrollaron un vínculo o una conexión al pueblo de Israel. El examen genético de la tribu Lemba reveló que poseen una alta frecuencia del "gen sacerdotal" característico de las familias judías de cohanim, amén de indicar que tienen procedencia meso oriental. Su tipo de familia sacerdotal es denominada CMH, siglas inglesas que corresponden a "Cohen Modal Haplotype", característico entre varones de origen judío. Los resultados de la investigación arrojaron que un 50% de los cromosomas "Y" de los Lemba tenían origen semita, un 40% origen africano-negro, no siendo posible determinar el origen del resto. Parecería ser que los exámenes genéticos realizados recientemente refuerzan la idea de que muchos de los miembros de la tribu Lemba tienen efectivamente ascendencia judía.

El Shabat lo pasé con los Lemba en la ciudad de Harare y durante toda la semana visité numerosas aldeas en las que ellos residen. El Shabat fue sumamente especial y emocionante. Unas sesenta personas participaron de los rezos. La sinagoga se encuentra dentro de una casa en la que hay un arca sagrada ("Arón Kodesh") y una bimá o tarima. El servicio religioso duró más de dos horas, las plegarias de la congregación fueron dirigidas por un jazán u oficiante y fueron acompañadas de diferentes melodías. Los rezos fueron una combinación de melodías judías tradicionales y melodías africanas graciosamente intercaladas. De esta manera, tuve el privilegio de poder escuchar los himnos "Ein KeElokeinu" y "Adón Olám" en ritmo africano. Al llegar el momento de la extracción del rollo de la Torá y su correspondiente lectura, mis anfitriones retiraron del Arón Hakodesh un pequeño libro de papel y lo pasaron entre todos los presentes para luego pararlo sobre la Bimá donde el encargado leyó la porción semanal en la lengua inglesa. Siete personas subieron a bendecir la Torá y recitaron las bendiciones correspondientes, tanto la que precede a la lectura como la posterior a esta, en el idioma hebreo. Para mi sorpresa, la mayoría de los asistentes sabían leer en hebreo. En paralelo al servicio de los adultos, se llevó a cabo un rezo para los niños de la congregación.

Una vez concluido el rezo se llevó a cabo un Kidush, ocasión en la cual el público me formuló numerosas preguntas. Dado que los visité en Shabat Hagadol, el último anterior a Pesaj, muchas de las preguntas versaron sobre la festividad. Uno de los miembros de la congregación me preguntó lo siguiente: "Está escrito en la Torá 'no se encontrará jametz alguno en vuestras casas'. Yo soy miembro de la tribu Lemba y guardo las tradiciones de Israel, pero mi mujer es cristiana y trae pan a la casa durante Pesaj. ¿Qué debo hacer para observar el precepto de que no haya jametz en la casa durante los siete días festivos?"
En mi opinión se debe establecer una diferenciación entre la tribu Lemba del pasado y la actual. Los miembros que retornaron al judaísmo son descendientes bilógicos de la misma empero se encuentran en pleno proceso de construcción de su identidad judía. Intentan armonizar entre las tradiciones ancestrales de la tribu y las normas del judaísmo rabínico, así como también trabar un vínculo hacia el pueblo de Israel y hacia los judíos. Esto es así a pesar de que numerosas y distinguidas personalidades académicas tales como el profesor Rapson, quien escribiera un libro sobre la tribu, afirmen con seguridad y orgullo "somos judíos y el pueblo de Israel debe reconocerlo".

A lo largo de mi visita, sentí que su búsqueda judía está motivada por un sentimiento y un anhelo auténticos de contacto con el judaísmo y no por la expectativa de un beneficio personal o material. Al despedirme de mis anfitriones, estos me dijeron: "Creemos que quien viene a visitarnos trae consigo una bendición, y al marcharse nos la deja". Espero que así sea, la paz sea con vosotros, hermanos míos de la tribu Lemba.