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Circun-decisión en paralelismo a la vacunación

Por: Dr. Marcos Rotterman Arman

Si se encuentran 3 judíos y deben opinar sobre determinado tema, probablemente y como es nuestra costumbre, de esa reunión saldrán 4 opiniones. Pero esto no sólo pasa entre los judíos.

Todos nos preguntamos: ¿Qué es mejor? ¿Si será que debo o no debo hacer  “esto”?.

Si leen lo que escribió el Rabino Daniel Frank y que salió publicado en  “Aishlatino.com” sobre los argumentos a favor y en contra del Brit Milá, entonces entenderán el por qué algunas personas en el mundo,  aún en Israel  y otros países,  se cuestionan si se debe realizar el Brit Milá en  todo niño que nace  judío o se convierte al judaísmo. En el artículo, el Rabino comenta los “pros y los contras” de los grupos a favor y en contra de esta tradición milenaria de nuestra religión.

Y el paralelismo se puede hacer con otros temas, tradiciones o situaciones. Este, lo haré con un flagelo que ha afectado y afecta al mundo en este momento. La pandemia por el Covid – 19 y las vacunas.

Nos  preguntamos si nos  colocamos  o no la vacuna contra el Coronavirus SARS- COV2 o más comúnmente llamado COVID -19, llamado así porque apareció en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China en el año 2019.

Los coronavirus se conocen desde la década de 1960.  Desde entonces, estos virus  han sido estudiados por numerosos científicos en el mundo, evidenciándose grandes descubrimientos como los realizados por la doctora  húngara  Katalin Karikó, quien sentó las bases científicas para entender al coronavirus, sus tipos, subtipos y cómo se hace frente a este para poder neutralizarlo.

Sus estudios y los de otros grupos de científicos en todo el mundo, han permitido que con la experiencia de más de  40 años, se hayan podido fabricar con la alta tecnología de hoy, las vacunas que han salido al mercado farmacológico y han permitido tener una alternativa que genere protección y atenuación a la infección viral antes mencionada.

Las décadas de estudio, el trabajo multidisciplinario en equipo y la tecnología existente actualmente, han facilitado que la producción y puesta a punto de las vacunas, se haya realizado de manera eficiente y rápida. Lo que antes tomaba muchísimos años, hoy se ha dado en un tiempo menor, siempre con las bases científicas de larga data.

Y aunque para muchos existen dudas, se cree que las vacunas que han salido a la luz, son en este momento la mejor herramienta para combatir este mórbido y a veces mortal virus. 

Se han documentado científicamente 39 tipos de coronavirus y algunos han causado epidemias, como la del  año 2002- 2003,  (SARS-COV) afectando de manera significativa  a la población asiática, iniciándose  en Gaundong, China y causando un número importante de muertes, extendiéndose a 30 países. En 2012 el MERS-Cov afectó inicialmente a Arabia Saudita y se extendió a 27 países con alta morbimortalidad.

China vuelve a ser protagonista en 2019 con el tipo COVID -19 SARS 2.

Está comprobado científicamente que las vacunas son preparaciones destinadas a generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos, ya sea con medicamentos vivos o atenuados o de productos derivados de microorganismos, o modificando el ARN mensajero. Los estudios hechos por diversos laboratorios, lo que pretenden conseguir es que la persona produzca y cuente con defensas contra ese microorganismo (como en este caso, el coronavirus del COVID – 19).

Si la enfermedad se inició en un mercado chino debido a un murciélago, o si fue debido a la manipulación genética del virus en un laboratorio, eso en realidad es otro punto de discusión.

La realidad es que la enfermedad, el COVID -19, es una pandemia. Y hay que combatirla, no sólo con las medidas que se están aplicando en la gran mayoría de la población mundial (aislamiento si procede, distanciamiento social, uso de mascarilla, lavado de manos frecuentemente, etc.) y el uso de la vacuna y de ciertos medicamentos que sólo deben ser ordenados por el personal médico tratante.  La recomendación en NO  AUTOMEDICARSE.

Cada persona es libre de tomar la decisión de si se aplica la vacuna o no lo hace, pero siempre hay que poner sobre la balanza los “pros y los contras”.

La producción de las vacunas para EL Covid 19, se han hecho en tiempo “record” teniendo en cuenta los estudios realizados desde los años 60s y  las que se encuentran en el mercado farmacéutico hasta hoy, cumplieron los requisitos de las 3 fases para ser aprobadas para su  uso en los humanos.

Y como cualquier MEDICAMENTO, ya sea natural (o para algunos llamados “Naturistas”) o realizado en laboratorios, tienen o pueden presentar efectos secundarios; tienen también contraindicaciones. O sea, que hay personas a las que no se  les debe colocar. 

En este momento los estudios científicos publicados a nivel mundial,  recomiendan  que toda persona a partir de los 16 años de edad, debe colocarse la vacuna, siempre y cuando no tenga antecedentes alérgicos previos o alguna otra contraindicación  medica  que debe ser estudiada por el personal  médico profesional  y científico   antes de su aplicación.

Los efectos secundarios de la vacuna son muy variables y pueden presentarse a nivel local (o sea en el sitio de la aplicación de la vacuna: dolor, hinchazón, enrojecimiento,) o a nivel sistémico (fiebre, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos,  dolor en las articulaciones, etc. y muy raramente, reacciones anafilácticas que produzcan una alergia leve, modera o severa. Estos efectos secundarios pueden durar desde pocas horas a varios días o semanas. 

Pero a la gran mayoría de las personas (efectividad  aproximada del 94% o más) les ayudará  a que su organismo forme  anticuerpos o defensas contra el microorganismo específico, como en este caso, el COVID, o en caso de que sufran la enfermedad, esta se presentará en la persona de manera más atenuada.

Por ahora y mientras los estudios científicos no sugieran otra cosa diferente, aun después de aplicarse  la o las  dosis de la vacuna  que pueden ser: una inicial y otra a las 3 o 4 semanas o 1 sola aplicación dependiendo de la casa farmacéutica y probablemente un refuerzo posterior, estimado quizás al año de su primera dosis, (aunque esto aún no está definido y dependerá del grado de inmunización y defensa que generen en las personas), no queda excluido el uso del tapabocas y las demás medidas de protección para la población ya sea que esta se encuentre o no  vacunada. 

Dependiendo del tipo de casa farmacéutica, no antes de 10 días, el organismo comienza a producir los anticuerpos, que protegen solamente y de manera inicial en un 30% a la persona vacunada y al aplicarse la segunda dosis probablemente la protegerá en un porcentaje mayor al 90%.

¿Hasta cuándo deberemos seguir estas indicaciones?  Aún no lo sabemos con certeza. Hay que esperar resultados a mediano plazo para  que entonces, siguiendo las recomendaciones de los científicos, podamos volver a la “normalidad” que teníamos todos antes de que se iniciara esta pandemia.

¿Quiénes se deben vacunar y por qué? Y ¿cuándo?  En el Conversatorio del domingo 27 de Diciembre 2020, se explicaron las razones y se aclararon preguntas que nuestros comunitarios tenían. Se aclararon las dudas y se dieron las recomendaciones pertinentes.

Pueden ver la grabación de la actividad a continuación:

Que Dios, los guie y acompañe siempre. Que cada uno de nosotros tome a conciencia la mejor decisión. Por la  buena salud de todos  nosotros y de nuestras familias.