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La Verdadera Identidad de Mordejai

Por: Yaacov Amar Rothstein

¿Quién era Mordejai? ¿Acaso era un profeta? ¿Era un sabio de Israel? ¿O un líder sionista? ¿Un líder comunitario en el exilio? ¿Un judío asimilado? No sabemos.

¿Por qué Mordejai no se arrodilló frente a Haman? Nadie sabe con certeza, ya que no existe ninguna ley judía la cual prohíba a que uno se arrodille frente a otra persona. Aunque sí está prohibido arrodillarse frente a idolatría, realmente no existe ninguna prohibición acerca de arrodillarse frente a alguien. (Shuljan Aruj Oraj Haim 89:2, Yoré Dea 130, Hiljot Melajim 2, 8, etc).

Es decir, la única prohibición de arrodillársele a alguien es si esta persona tiene puestos encima accesorios de idolatría. A lo largo del Tanaj hay varios ejemplos de cómo los más grandes personajes de nuestro pueblo se postraban frente a alguien (Bereshit 18:2, 23:12, 33:6, 43:28, etc). De hecho, incluso la misma Ester se postró frente a Ajashverosh (Ester 8:3) y fue gracias a ella ahí que la situación de los judíos en Persia comenzó a mejorar.
 
Nuestros sabios nos traen diversas explicaciones, aparentemente contradictorias, de porqué Mordejai no se le arrodilló a Haman. Por medio de estas explicaciones, nuestros sabios nos ayudan a determinar cuál era su identidad:
 
1) Una explicación sobre la identidad de Mordejai es que él era un judío asimilado. De hecho, el nombre “Mordejai” ni siquiera era un nombre judío en ese entonces, sino que era un derivado del nombre Mardoj, dios babilónico. Incluso el nombre de Ester, según el Talmud, era un derivado del nombre Ishtar, la diosa babilónica de la luna. El verdadero nombre (hebreo) de Ester de hecho era Hadasa, pero Mordejai explícitamente le orden a su sobrina que oculte su identidad judía. En base a esta explicación, no podríamos decir que Mordejai era un judío orgulloso de su identidad o ¿Por qué Mordejai dejaría que su sobrina se case con un no judío, si esta es una prohibición de la Tora? Según esto, parece ser que Mordejai era un judío asimilado.
 
2) Otra explicación, del Rav Eliezer Ashkenazi, es que Mordejai era uno de los líderes de la comunidad judía de Shushan (la capital del reino de Ajashverosh). En el libro Yosef Lekaj se explica que los judíos estaban bajo el protectorado del reino persa y por eso no tenían que arrodillársele a nadie. Por lo tanto, Mordejai se negó a postrarse frente a Haman simplemente porque estaba ejerciendo sus derechos civiles. Según esta explicación, se podría decir que Mordejai era prácticamente un judío en el exilio.
 
3) Otra explicación, en el midrash, es que Mordejai era el embajador de Judea en Persia. Algo como que Mordejai era un miembro del “lobby judío”, tratando de hacer influencia en el gobierno de Ajashverosh, para así tratar de reconstruir Jerusalem. Por otro lado, la Guemara cuenta que Haman era uno de los líderes contra Israel en Samaria que trataba de sabotear la reconstrucción de los asentamientos judíos en Israel. Es decir, tanto Mordejai como Haman eran líderes con intereses opuestos. Por eso es que ambos se encontraban en el gobierno de Ajashverosh, cada uno tratando de avanzar su causa política. En base a esta explicación podríamos decir que Mordejai no necesariamente era ni asimilado, ni un judío de la diáspora, sino que Mordejai era básicamente un líder sionista que trataba de ayudar a la reconstrucción de su nación en el exilio y que por cuestiones políticas no se le iba a arrodillar a su enemigo nacional.
 
4) La explicación de Ibn Ezra de porqué Mordejai no se arrodilló es porque Haman tenía un ídolo en el cuello, como un collar. De acuerdo a la ley judía, en ese caso sí sería prohibido arrodillársele. Según esta explicación, podríamos deducir que Mordejai era un sabio judío y por eso conocía la Halaja. Incluso la Gemara menciona que Mordejai era miembro del Sanhedrin, es decir, debió ser un gran sabio de la Tora.
 
5) Otra explicación es la de Rashi, sobre que Haman se creía un dios. En ese caso, arrodillársele a Haman sería una prohibición ya que sería idolatría. El problema de esta explicación es que obviamente Haman no se podía creer dios en público, pues de ser así, Ajashverosh le hubiera decretado pena de muerte a Haman por creerse superior al monarca de Persia. Significa que si Haman en verdad se creía un dios, debía creerselo en secreto, para sí mismo. De ser así ¿cómo Mordejai iba a saber lo que Haman pensaba de la cabeza? ¿Acaso Mordejai podía leer la mente? La única explicación a esto sería decir que Mordejai era un profeta.
 
Resulta muy confuso entender quién era Modejai realmente. Y es aún más confuso porque al principio de la meguila, antes de que el reino persa decretara el exterminio a los judíos, el nombre de nuestro personaje lo escriben simplemente como “Mordejai”. Pero desde que él se entera del decreto de Haman, la meguila comienza a llamarlo “Mordejai el judío”. Es como si Mordejai mismo hubiera tenido un cambio de identidad en la mitad de la historia.
 
Todo el relato de la meguila es muy intrigante, pues aunque vemos el desarrollo de los eventos, prácticamente no conocemos nada de sus personajes. No sabemos realmente quién era Mordejai ¿Acaso era un profeta? ¿Era un sabio de Israel? ¿O un líder sionista? ¿Un líder comunitario en el exilio? ¿Un judío asimilado? A pesar de que nuestros sabios nos dan tantas explicaciones ¿Por qué la meguila nos oculta deliberadamente su identidad?
 
La razón es simple. Es porque dentro de cada uno de los individuos de nuestro pueblo se encuentran todas estas identidades juntas. Todos los niveles: Detrás del judío asimilado, podemos encontrar a un judío comunitario. Detrás del judío comunitario en la diáspora, podemos encontrar a un judío sionista. Detrás del judío sionista, podemos encontrar a un judío sabio de la Tora. Y detrás del judío sabio de la Tora, podemos encontrar a un profeta.
 
Ese es el elevado nivel de cada uno de nuestros hermanos de Am Israel. Depende de cada uno de nosotros quitar esas capas que nos cubren, en vez de estar juzgando a un judío simplemente por acciones superficiales. Debemos aprender a quitarnos los disfraces, analizar qué hay debajo de todas esas capas, para así ser activos en pro del objetivo de nuestro milenario pueblo. De hecho, las palabras “Meguilat Ester” del hebreo traducen “descubrir lo oculto”. Beezrat Hashem que logremos elevar nuestra identidad y así llegar a nuestra verdadera esencia, pues depende de cada uno de nosotros el futuro del Pueblo de Israel.