Por: Broncha Klainbaum
La historia de San Valentín está tejida con mucho misterio. Lo único que parece estar claro, es que febrero es considerado como el mes más romántico del año y que se designó el 14 de febrero para celebrarlo por lo alto.
Pero el 14 de febrero de 1349, alrededor de 2000 personas de la comunidad judía de Estrasburgo, Alsacia (frontera con Alemania) fueron asesinados.
El resurgimiento de la plaga bubónica sacudió de nuevo brotes antisemitas. Así como hoy en día los judíos "tenemos la culpa de todo, por ejemplo el virus de corona", fueron acusados de propagar el contagio envenenando los pozos de agua de los que la población se proveía.
Comenzó con el secuestro de algunos miembros de la comunidad que bajo tortura confesaron haberlo hecho, a pesar de que la comunidad judía era protegida por la iglesia, (los judíos daban un servicio que los cristianos tenían prohibido, prestar dinero ya que era a lo único que podían hacer y a quienes se les cobraran altos impuestos y muchas veces no veían el dinero de vuelta) los vecinos cristianos los rodearon obligándoles a convertirse.
Quienes lo hicieron pudieron escapar y los que se negaron fueron llevados al cementerio y quemados vivos.
A la comunidad judía se le cerraron las puertas y no pudieron regresar sino después de mucho tiempo. Lo inusitado de esta situación fue que la plaga bubónica o peste negra, llegó a Estrasburgo tiempo después de la existencia del último judío.
La incidencia del antisemitismo y la propagación del BDS, con las propaganda fabricada del dinero árabe, ha hecho que muchos jóvenes den por cierto todo lo que oyen convirtiéndose en "enemigos" del único país que llegado el caso, saldrá en su defensa y es ese el principal motivo de la " juventud palestina" y el resto de grupos árabes que trabajan por la destrucción del único país Judío.
El 14 de febrero viene a ser una fecha dolorosa, conmemorando un ataque y asesinato de una comunidad, al estilo de la inquisición.