Por: Ilan Goldschmidt
ND: Hace tres años, cuando Ilán Goldschmidt Meunier, el nieto del Rav Alfredo quien vive en California, tenía 10 años, su colegio les solicitó realizar un trabajo artístico que represente algo de la familia. A Ilán, su madre le había relatado la historia de su abuelo, quien no siendo judío se había unido durante la Segunda Guerra Mundial a grupos de partisanos, quienes luchaban contra los nazis. Ilán investigó con otros familiares y de ahí salió ésta conmovedora historia que ha traducido al español nuestra subdirectora Vivianne Tesone. El gráfico que se ve, elaborado por Ilán, es la escena de los hombres de la resistencia no judíos, entre ellos su abuelo, quienes habían sido capturados por los nazis y los conducían desnudos en la nieve de un campo de concentración a otro. El mapa marca los campos de concentración donde estuvo su abuelo.
Esta historia es sobre mi abuelo materno quien estaba en Italia durante le Holocausto. Él estaba en la parte de Italia que no quería a Mussolini o Hitler. Un día las fuerzas del Eje lo atraparon por estar en contra de Hitler y lo enviaron a un campo de prisión en Alemania.
Lo obligaron a abordar un tren e ir al campamento de prisión. Logró sobrevivir y mantener a sus amigos vivos en el campo porque sabía alemán y podía entender las órdenes que daban los alemanes. En el campo, los alemanes casi no les daban comida a los prisioneros y los hacían trabajar en la mina día y noche. Un día mi abuelo perdió un pulmón mientras trabajaba en la mina.
Los alemanes también le disparaban a cualquier persona que no siguiera sus órdenes pero la mayoría de los prisioneros no sabían alemán así que les dispararon a algunos. Mientras tanto, los Aliados estaban atacando en todos los frentes así que los alemanes movieron a los prisioneros a un campo más alejado de la frontera. Tuvieron que caminar en la nueve por días y días. Después de caminar de campo a campo los prisioneros eventualmente fueron liberados. Los americanos los liberaron.
Lo primero que mi abuelo notó fue que todos los que lo liberaron eran personas de color, esto me hace pensar que los afroamericanos eran enviados a misiones más peligrosas donde podían morir, eso me entristece y me hace sentir agradecido por el trabajo duro que hicieron. Después de que los soldados mataran a todos los alemanes, los prisioneros corrieron fuera de la choza en la que estaban pero los americanos no sabían si los prisioneros eran prisioneros o alemanes, así que los americanos le dispararon a los que salieron corriendo. Afortunadamente mi abuelo se quedó adentro pero vio a sus amigos salir corriendo y morir.
Después de ser liberado, mi abuelo tenía una pierna rota así que los americanos lo tuvieron que emborrachar para martillar su pierna y arreglar el hueso. Además, los americanos solo tenían chocolate, así que solo podían darle chocolate a los prisioneros que no era suficiente para vivir. Mi pieza de arte representa que incluso niños fueron enviados a campos de prisioneros y torturados. Creo que es increíble que él haya sobrevivido y perseverado. Esta pieza de arte también es una memoria para que no olvidemos, esa memoria es que en el pasado y presente los humanos no se han tratado con igualdad los unos a los otros.
Ojalá eso cambie.