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El fuego

Por: Moshe Govrin

Alfei Menashé, 28 de noviembre de 2016

Desde que el humano comenzó a dominar el fuego, se presentó un problema importante: encenderlo. De ahí que las religiones se convirtieran en sus guardianas; mantener un fuego permanente era importante por si los fuegos domésticos se apagasen, y de ahí que todas las religiones, todavía ahora, mantengan un fuego encendido en el santuario como una fuente inmediata de fuego.

El culto del fuego siguió al que se tributaba al sol y casi todos los pueblos lo adoraron como el más noble de los elementos y como una viva imagen del astro del día. Cuando Abrahán viajó con Isaac al monte Moría para sacrificar a su hijo, llevó consigo fuego para encender el sacrificio. El fuego se usaba para cocinar, iluminar, calentarse y refinar metales; como era un elemento muy importante para los antiguos, se lo menciona con frecuencia en las Escrituras, a menudo está asociado con la presencia de Dios y desempeña un papel importante en las visiones simbólicas de la Divinidad. Se compara a Dios con un fuego consumidor o devorador y un fuego purificador; hasta la palabra de Dios es comparada con el fuego.

Así como el Señor castigó a los pecadores con fuego, los aniquilará finalmente con él. El fuego del cielo expresó la aceptación de Dios de una ofrenda. Se describe a los ángeles como "ministros" y como "flamas de fuego".

El fuego tuvo altares, sacerdotes y sacrificios en muchísimas comunidades del planeta. Los romanos lo representaban bajo la figura de Vulcano en medio de los cíclopes. Una vestal cerca de un altar sobre el cual arde el fuego sagrado o una mujer teniendo un vaso lleno de él con una salamandra a sus pies son también símbolos por medio de los cuales los antiguos representaban el fuego.

Los filósofos de la época creían que el mundo sería consumido algún día por las llamas para renacer más brillante y perfecto. La masonería también incluye el fuego entre sus símbolos: es uno de los cuatro elementos que, al igual que en las culturas de la Antigüedad, son presencia permanente en el lenguaje y en los trabajos de las logias. La masonería toma el significado simbólico antiguo del fuego y reconoce su doble naturaleza: creación e iluminación, por un lado, y destrucción y purificación, por el otro.

Pero en nuestros días, y en Israel, el fuego alimentado por el odio contra Israel y es para matar y destruir. Aun cuando este fenómeno no es nuevo.

Ya en los pogromos de 1929 que se generaron por la oposición de los árabes a los cambios en el orden de los rezos de los judíos en el “Kotel” y que fueron de las más violentas irrupciones de violencia que conoció el Yishuv en Eretz Israel. 133 judíos fueron asesinados y varios centenares heridos. Decenas de puntos de colonización judíos fueron atacados e incendiados (incluyendo campos de cultivo). Varios fueron totalmente extinguidos fundamentalmente el antiguo asentamiento judío de Hebrón en el que decenas de sus pobladores fueron exterminados por sus vecinos árabes.

Es decir que los incendios provocados fueron y aun son parte del relato de la lucha árabe-judía por la Tierra casi desde sus inicios. También en la Revuelta árabe de 1936-1939 y así en las últimas intifadas. En particular debe mencionarse el incendio del Carmel en 1989 durante la primera intifada. La lucha tiene altos y bajos. Cuando se acaba una ola y llega la lucha palestina a un callejón sin salida, buscan nuevas formas. En general son repetición de capítulos ya empleados…

En ocasiones es organizado desde arriba; a veces son individuos aislados. Cuando en la última intifada encontramos solución a los atentados suicidas con bombas, aparecieron los cuchillos, las agresiones con carros… Y ahora como no hay nuevas formas - reaparecieron los incendios, ayudados por una temporada muy seca y con fuertes vientos orientales provenientes del desierto.

La ola de incendios comenzó el 22 de noviembre. Y aun continua, sin la misma intensidad. Más de 630 focos… los más importantes en Zijron Yaacov, Latrun, Haifa, en la zona de Beniamin (Judea). Algunos naturales Y por supuesto por la copia y las redes sociales.

Sin duda también hallaremos la solución. Parcialmente logramos detener, gracias a medios de observación ubicados en los bosques y a los vuelos de vigilancia, a 18 árabes israelíes y a 10 palestinos involucrados. Falta encontrar otros. Algunos fueron detenidos por incitación incluyendo un judío que llamaba a incendiar poblaciones árabes.

Algunos de los responsables lo son por negligencia pero los más, según parece, son motivados por razones “nacionalistas”. Nacionalismo es amor por mi patria. ¿Qué nacionalista se puede ser si quema su naturaleza? Parece que incluso los dirigentes árabes israelíes y los palestinos entendieron que esta vez cruzaron la raya, dijeron públicamente si se encuentran culpables que lo hicieron intencionalmente se les debe juzgar con todo el rigor de la ley.

Los daños materiales son cuantiosos .4100 Hectáreas de bosque, varios centenares de viviendas totalmente destruidas (más de 600) casi 2,000 parcialmente dañadas, edificios públicos: hogares, escuelas, comercios, vehículos, horas de trabajo, colegios.

Recuerdos, recuerdos, recuerdos…

Debo señalar la cooperación de la civilidad.

La evacuación de alrededor de 80,000 personas (¡!) lo que permitió evitar el daño en humanos. Hubo además de la labor extraordinaria que desplegaron los bomberos (aquí los llamamos combatientes contra el fuego) actos de solidaridad que se reflejó en el envío de más medias, cremas de protección, golosinas, gaseosas incluso personas que entraban cerca de donde se encontraban los bomberos y que dejaban pagos 80 tintos para aquellos que llegaran, o que pagaban algún refrigerio sin saber para quién, o el restaurante de propiedad de árabes que cerraron la atención al público para dar falafel sin costo a los bomberos.

Gente de todo el país que ofreció posada a los evacuados, dueños de hoteles y albergues que no cobraron por las instalaciones. Alcaldes de poblaciones árabes que se ofrecieron para albergar árabes y judíos…

Reconforta también la asistencia que recibimos en aviones y/o bomberos de Chipre (1 avión + 89 hombres), Grecia (3 aviones + 42 hombres), Turquía (3 aviones+ 10), Italia (1 supertanker + 39 en vuelos comerciales), Croacia (2 aviones), Estados Unidos (1 supertanker), Rusia (2 aviones), Francia (2 aviones), España (4 aviones), Reino Unido (1 helicóptero), Ucrania (2 aviones), Azerbaiyán (1 avión). Quiero destacar la presencia con carros de bomberos o helicópteros de Egipto (2), Palestinos (8 camiones + 30) y Jordania (1 camión).

Ofrecieron también pero ya no fue necesario Holanda, Bielarus, Austria, Rumania, Checa, Eslovaquia, Georgia, Portugal, Suiza y Bulgaria.

A todos ellos nuestra gratitud.

Netanyahu propuso crear una fuerza común en la región para combatir los incendios además de los acuerdos bilaterales que existen.

Aun cuando las redes sociales árabes se regocijaban con el fuego hubo también muestras de repudio.

En los últimos días acaeció en nuestro país un desastre lamentablemente no natural. Pero también se cerró un poquito el muro de incomprensión de nuestros vecinos para con nosotros que me llena de esperanza.

Esto puede enseñar, tal vez, en ausencia de una solución política visible que grandes sectores de ambos pueblos entienden la necesidad de vivir pacíficamente el uno al lado del otro, y tal vez el uno con el otro.