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El poder de la mentira

Por: Broncha Klainbaum

La inteligencia y la ilustración, si bien se complementan, pueden actuar la una sin la otra. 

Hay personas inteligentes que no tienen estudios, no obstante, se podrían desenvolver fácilmente si no los acompaña la pereza y si tienen la curiosidad de averiguar más allá de lo que se les dice; otras personas solo tienen sus estudios, con los cuales probablemente se las arreglan a la perfección, pero no tienen ningún interés de saber más y andan por la vida normal pero mediocremente.

Hay otras que tienen tanto estudio como inteligencia y es muy lógico que estas dejen su marca en la vida.

Sin embargo, no todo el mundo tiene la suerte de nacer o vivir en países donde la educación no solo puede estar al alcance de la mano, si no que puede ser obligatoria.

¿La aprovechan, quizá?

En los países en los que el gobierno es totalitario, mantienen a la población en una nube de ignorancia total, sin libros, a menos que sean religiosos, sin medios de comunicación y sin muchas posibilidades de mejorar, lo cual es la forma más fácil de tenerlos bajo sus botas bebiendo como verdades las palabras que salen de sus bocas.

Desafortunadamente, también en los países adelantados hay núcleos que se niegan a ver la realidad y viven en un mundo aparte, sin reconocer la educación o las leyes.

Nos encontramos en una época complicada y difícil; por un lado podemos ver lo que pasa al otro lado del globo terrestre en el momento que está pasando, vemos las guerras desarrollarse en las salas de nuestras casas, en las que si nos descuidamos lo tratamos todo como otro programa televisivo, comiendo palomitas de maíz o sorbiendo un trago, y por el otro los “interesados” tejen historias creíbles en contra de supuestos enemigos a los que desean “eliminar”.

Si alguien puede creer que todas las historias que se han oído desde tiempos inmemorables acerca del judaísmo, fueron diseminadas por personas que realmente las creía, están equivocados; siempre ha sido fácil de convencer a quien se quiere dejar convencer de todas las atrocidades posibles: el asesinato de Jesús, cocinar la matza con sangre de niños cristianos, el tener cuernos que salen a la media noche…

En tiempos modernos: que se usurpo la tierra de los Palestinos, cuando en realidad los Palestinos han sido los judíos, el apartheid Israelí, en fin. Lo más curioso de este último es que se promueve ahorcar la economía de los mismos palestinos prohibiendo la compra de los artículos fabricados en Judea y Samaria.

Todos aquellos dirigentes, los que no nacieron en “Palestina”, que gritan todas las maldades de los judíos, de los israelíes, saben perfectamente lo que están diciendo. La mentira se vuelve verdad cuando quien la escucha es una persona que no tiene educación, y además esta se repite constantemente.

Es muy importante defender con verdades lo que los enemigos publican en Facebook y otros medios sociales y no con groserías e insultos. Estos últimos traerán nuevas confrontaciones, la verdad los deja callados.

Esos mismos dirigentes buscan la ciencia y la medicina de Israel para ellos y sus familias (si ellos la necesitan, ya no tienen veneno las inyecciones, ni la comida, ni el agua).

Estamos viviendo además una fase super complicada de salud, se llama covid…y tenemos medios paliativos: vacuna, una medicina llamada monoclonal y sobre todo el uso de la máscara.

Resulta que no hay que ponerse la vacuna porque es una manera convertirnos en robots… la máscara, oh no, nos ahoga es antihigiénica etc.

Pero alguien empezó a hablar de un remedio para purgar al ganado y ese remedio se ha agotado.

La mentira es el arma más poderosa en manos de las personas inescrupulosas, luchemos contra la mentira