Imprímeme
¿Por qué ayunar?
Por: Raquel Goldschmidt
“Será esto para vosotros una ley perpetua: en el séptimo mes, en el día diez del mes, habréis de afligir vuestro ser y no habréis de hacer trabajo alguno, ni el nativo ni el extranjero que habita entre vosotros. Ya que en éste día hará expiación por vosotros para purificaros de todos vuestros errores. Ante Ado-nai habréis de purificaros”. Levítico 16:29 y 30.
En un artículo secular de medicina psicológica aparece éste escrito -en ANIS, Informadores de la salud-, sobre el ayuno:
“En España ha aumentado el número de personas que lo practica para solucionar conflictos emocionales. Las terapias de liberación emocional, el coaching y la psicología entran en juego durante el ayuno”.
Hace siglos, los sabios rabinos del Talmud, llegaron a éstas conclusiones cuando aún la ciencia de la salud mental no existía.
La ley de Yom Kipur en realidad dice “afligiréis vuestro ser”. Está comprobado que el estado de ayuno, permite estar más sensible y receptivo a las emociones y al hacerlo grupalmente crea una dinámica enriquecedora de experiencias compartidas. Es una manera activa de reconectarse con el yo interior, o sea, con el alma a través de éste tipo de aflicción.
También es una manera de entender, a través de la propia experiencia, el significado del hambre y carencias que mucha gente en el mundo sufre y más aún si se piensa que éste tipo de carencias le ocurre a pequeños hijos de otras personas… el hambre.
Si éste estado no nos empuja a reflexionar para tratar de mejorar y mejorar al mundo, el ayuno no tuvo un verdadero significado y no cumplió su misión, la aflicción y a través de ésta, llegar a la conciencia verdadera del bien, la bondad y el camino verdadero a seguir en la vida.
La ley restringe también el trabajo en éste día, y es que si se concentra en la labor que se hace, está frenando el objetivo de conciencia que debería tener el ayuno.
Quiera Dios que el ayuno permita abrir la mente, el alma y crear lazos de unión y emociones que ayuden a construir un mundo mejor, por el camino de la sabiduría de la Torah de Dios.