Por: Victor Zajdenberg
El análisis cronológico que a continuación se hará es a los efectos de dar a conocer el desarrollo histórico y geopolítico reciente del conflicto que, en estos momentos, se está desarrollando entre Rusia y Ucrania. Se deja constancia que no se justifica con ello la “operación especial” o invasión que Rusia está efectuando en suelo ucraniano con las consecuencias humanas que toda guerra produce. El drama comienza con la expansión de la Alianza Atlántica hacia las fronteras de Rusia aprovechando su vulnerabilidad y rompiendo todas las promesas dadas a Mijail Gorbachov (1985-1991), a Boris Yeltsin (1991- 2000) y al propio Vladimir Putin (2000) de Rusia. Sigue con Ucrania reformando la Constitución para incluir su ingreso en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), y prosigue con la errada resolución de Putin de invadir a Ucrania, teniendo como armas defensivas y disuasivas a los misiles nucleares que posee.
Con la desintegración de la Unión Soviética surge Ucrania en 1991, por primera vez en su historia, como país soberano ya que siempre ha estado bajo el dominio de la Rusia zarista y luego la URSS. Las relaciones entre Ucrania y la OTAN comenzaron en 1992, a un año de su independencia del Bloque Soviético. En 2008 Ucrania solicitó su adhesión a la Alianza Atlántica, pero en 2010, con la elección del Presidente Viktor Yanukovich, se decidió mantener el país como no alineado. En el año 2014, luego de los sangrientos disturbios del EuroMaidán apoyados por Occidente, se produce un golpe de estado civil que aparta a Yanukovich del Gobierno, quien se asila en Rusia.
El 25 de Mayo de 2014 Petro Poroshenko fue elegido Presidente de Ucrania. EL nuevo Gobierno hizo de la adhesión a la OTAN una prioridad. En un discurso provocativo hacia Moscú dijo: “Hemos decidido retornar el curso de integración a la OTAN y damos por finalizado el status no alineado proclamado en 2010 por el anterior Presidente Yanukovich”.
La Federación Rusa reaccionó con los sucesos de Crimea que pasa a su jurisdicción y el apoyo a la defensa del Donbas, habitado por poblaciones pro rusas.
El Profesor John Mersheimer de la Universidad de Chicago enunció: “Las grandes potencias reaccionan fuertemente cuando competidores geopolíticos distantes proyectan su poder militar en su vecindario", y aconsejó la solución diplomática como única manera de resolver la crisis ucraniana.
El 21 de Febrero de 2019 se modificó la Constitución de Ucrania y las normas estratégicas para la adhesión a la UE (Unión Europea) y la OTAN, las que se insertaron en el Preámbulo de la Ley Fundamental en tres artículos y en disposiciones anexas.
El 20 de Mayo del mismo año asume Volodimir Zelenski como nuevo Presidente de Ucrania quien prosigue con las mismas políticas de Estado en relación a la Alianza Atlántica.
En la Cumbre de Bruselas de Junio de 2021 la OTAN decide incorporar Ucrania a la Alianza con el derecho de dicho país a determinar su propio futuro y su política exterior. El Secretario General Jens Stoltenberg determinó que Rusia no podrá vetar la adhesión de Ucrania a la OTAN.
El Presidente Zelenski fue elegido con más del 70% de los votos pero a fines de 2021 su aprobación había descendido a menos del 30%. Es posible que estas encuestas hayan engañado a Putin y su Estado Mayor creando un Plan “A” que hubiera consolidado una invasión con solo 100.000 militares y una conquista casi sin guerra (tipo Georgia). Como esta estrategia no le resultó tuvo que pasar a un Plan “B” que requería una lucha contra el Ejército de Ucrania, los del “Grupo Azov” y los voluntarios civiles, con las consecuencias que se están observando.
Si la OTAN hubiese entrado en Ucrania con Crimea gobernada por ese país se le habrían planteado a Rusia dos posibles dificultades estratégicas vitales: 1. Los misiles nucleares de la Alianza hubieran quedado a 4 minutos de Moscú y 2. La fundamental Base Naval de Rusia en Sebastopol hubiese quedado aislada con el peligro de perderla una vez finalizado el Contrato de Arrendamiento que Rusia tenía con Ucrania, pero en esos momentos, incorporada a la OTAN.
Henry Kissinger dijo años atrás que las partes involucradas en este conflicto “Deberían negociar una solución equilibrada de insatisfacción”, agregando que “La política exterior es sobre todo el arte de establecer prioridades”. Y la prioridad actual es negociar y detener la guerra en Ucrania.