Por: Vivianne Tesone
El momento en el que me di cuenta que la Academia de Liderazgo Sionista era para mí fue hace varios meses, cuando en la entrevista inicial Ariel Goldgewicht, Director Ejecutivo del departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la organización Sionista Mundial, me dijo, “nosotros no estamos buscando inspirar personas, estamos buscando líderes comprometidos que ya estén convencidos y quieran trabajar”. A finales de marzo en el primer encuentro de la Academia en Cancún pude conocer a 30 de los 40 líderes alrededor del mundo que hacemos parte de esta primera cohorte y ver con mis propios ojos que las palabras de Ariel en la entrevista eran ciertas.
Pero déjenme empezar en orden. El año pasado, cerca a la época de Altas Fiestas, Rosita Dargoltz - directora del Keren Kayemet en Colombia - me invitó a postularme a un nuevo programa dirigido a líderes comunitarios en la diáspora. Cuando realicé mi primera búsqueda en Google no encontré mucha información sobre la Academia de Liderazgo Sionista (ZLA por sus siglas en inglés), pues este es un programa piloto que en ese momento apenas estaba en su etapa de reclutamiento con el apoyo de la Organización Sionista Mundial y el Keren Kayemet LeIsrael. La Academia nació con la innovadora idea de reclutar a un exclusivo grupo de líderes en la diáspora, que ya estuvieran trabajando en comunidades e instituciones judías, con el fin de darles las herramientas necesarias para realizar juntos proyectos específicos que garanticen la continuidad de la vida judía e Israel.
El programa tiene una duración de un año, incluye encuentros quincenales virtuales con diversos conferencistas y dos encuentros presenciales: el primero que se llevó a cabo en Cancun hace unas semanas y uno a realizarse en Israel en septiembre de este año. Uno de los aspectos innovadores de este proyecto es que ZLA no busca graduar individuos que trabajen independientemente desde sus diferentes países sino un grupo que, al igual que las fuerzas especiales, funcione en conjunto y aproveche los recursos y habilidades de todos los miembros.
Como parte del programa me reuní en febrero con Anna Keinan, Jefe de Misión Adjunta de la Embajada de Israel en Colombia, quien me compartió los desafíos y proyectos que tiene la embajada e el país y en qué forma el grupo de la Academia de Liderazgo Sionista puede contribuir. De igual manera, mis compañeros en otros países se reunieron con las respectivas embajadas de Israel con el fin de llegar al encuentro en México con un panorama completo de las diferentes necesidades y retos que tenemos.
A mis compañeros que conocí en Cancún ya los había visto en las reuniones de Zoom pero aunque hemos aprendido desde la pandemia a utilizar la tecnología para encontrarnos a través de la distancia, las conexiones que se forjan en persona no se pueden replicar. Líderes de Alemania, Holanda, Ucrania, Estados Unidos, Hungría, Austria, Venezuela, México, Uruguay, Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Ecuador y otros países pudimos compartir 4 días de intenso trabajo, networking y conexión. Ahí pude aprender del trabajo que cada uno de ellos realiza en sus comunidades, escuchar sus experiencias, retos, aquellos desafíos que tenemos en común y en los que podemos empezar a trabajar y lo más importante, crear nuevas amistades.
Más allá de las conferencias que hemos tenido con personalidades tan importantes como Albert Bourla (CEO de Pfizer), Yosef Haddad (activista árabe-israelí) y Sergio DelaPergolla (demógrafo del pueblo judío),por nombrar algunos, el poder conectarme y realizar proyectos con un grupo de personas dedicadas a trabajar por el pueblo judío es un gran privilegio. Con ellos seguiremos encontrándonos virtualmente y trabajando hasta que nos volvamos a ver (en persona) en septiembre en Israel (BH). Me siento muy orgullosa de participar por Colombia en esta primera cohorte de la Academia y emocionada por las oportunidades y proyectos que podemos llevar a cabo con este increíble grupo de líderes.