Por: Broncha Klainbaum
Después de la película, la lista de Schindler, Steven Spielberg llegó a la conclusión de que era de suma importancia salvaguardar los testimonios de los sobrevivientes de los campos de concentración por lo cual fundó la organización SHOA, contratando y entrenando un número de personas capacitándolas para entrevistar y registrar sus testimonios. La segunda parte fue la de buscar voluntarios para transcribirlas. Estos documentos, más de 50 mil, permanecen en la universidad del sur de California.
Heather Maio, creadora de Story Files (documentos históricos) después de entrevistarse con Rose Schindler, pensó que sus nietos nunca iban a poder tener la oportunidad de conocer a estas personas (ya que estos estaban entre los 80 y 90 años) que tanta historia y sufrimiento tenían a su haber y decidió poner en marcha un proyecto en el cual futuras generaciones podrían hablar y aprender directamente de ellos.
Le llevó su idea a Steven D. Smith (con quien luego se casó) director ejecutivo de SHOA quien se entusiasmó con la idea. Sin embargo, hubo uno que otro que le preguntaron:
- ¿Quieres hablar con los muertos?
Cuando empezaron a publicar el proyecto, muchos quisieron participar y la idea se puso en marcha.
Construyeron una cúpula que finalmente se llamó “the buble” (la burbuja) rodeada de luces y capacitada con 30 cámaras, de manera que pudieran captar todo el espacio y poder presentar la proyección holográfica. cámaras de suma velocidad, trabajando al unísono y conectadas en conjunto para los videos que son proyectados en una pantalla gigante a una altura de 11 pies (aprox. 36 metros).
La información se guarda en una base de datos, la cual busca la respuesta correcta a la pregunta que se le haga.
El primer entrevistado fue Pinhas Gutter (escribí fonéticamente) y duró una semana de 9 am a 5 pm. Usó la misma vestimenta. Tomó tanto tiempo pues le hicieron más de dos mil preguntas tratando de cubrir todas las posibilidades.
La entrevistadora del programa “60 minutos” le preguntó a Pinhas que si creía en Dios. Cómo puedo no creer en Dios, le preguntó a su vez… y agregó que Dios creó a los hombres y cuando estos hacen algo que no está bien, Dios llora.
Una vez logrado ese primer paso, decidieron probarlo en una escuela en la que los estudiantes “lo entrevistaron” lo que dio cabida a ciertas modificaciones, es decir, muchas veces diferentes preguntas pueden tener la misma respuesta, de manera que pudo cubrirse esa posibilidad. ¿Evidentemente cuando a uno de ellos le preguntaron Qué clima estaba haciendo? Contesto que no era posible saberlo, pues era una grabación.
También hicieron una versión más pequeña del Bubble, para poder llevarla cerca de otros sobrevivientes que no tenían la posibilidad de viajar.
Aaron Heklel, quien muriera un par de semanas después de ser entrevistado, contó que cuando los nazis vinieron por su familia, su padre le instó a correr hasta llegar a casa de unos antiguos clientes (su padre era carnicero) quienes al principio no querían acogerlo. Vivió escondido casi un año y cuenta que la soledad le llevó a arrancarle las alas a los moscos para que le hicieran compañía; también escribió novelas en su mente de las cuales, el héroe era siempre él.
No, contestó cuando le preguntaron si tenía deseos de venganza, y contra quién me voy a vengar, contestó, todos están muertos, ¿contra los nietos? Ellos no tienen la culpa.
Como es de entenderse, entrevistaron sobrevivientes de la maldad de Menguele, (busquen Eva y Miriam Moses).
Este proyecto se está ampliando de manera de dejar testimonios importantes, así como simples recuerdos para familiares quienes deseen tener, aunque sea un holograma de sus seres queridos.
Parte de esta información fue producto del uno de mis programas favoritos “60 minutes” si tienen la oportunidad, les aconsejo que chequeen.