Por: Victor Zajdenberg
*El hombre ruso ha visto todo durante los últimos mil años, la grandeza y la supergrandeza; solo hay una cosa que no ha visto: la democracia*. Vasili Grossman (La Nación 27/8/2022).
En Europa en general y en Rusia y Ucrania en especial los inviernos son extremadamente rigurosos. En su larga historia milenaria Rusia ha encarado diferentes guerras en medio de las fuertes temporadas invernales en las que ha luchado. Cabe recordar a Aleksandr Nevski (siglo XIII) quién enfrentó a los suecos, teutones y tártaros que amenazaban Nóvgorod, a los que venció en la famosa “batalla sobre el hielo”. Durante el levantamiento del “asesino de judíos” Bogdan Jmelnitski contra el Imperio lituano-polaco (siglo XV) éste solicitó la ayuda de los rusos y luego de varios años de numerosas batallas los zares conquistaron Ucrania y gran parte de Polonia.
En la época de los zares Pedro el Grande y Catalina II (siglo XVIII) se libraron varias guerras entre Rusia y Suecia las que finalizaron con un Tratado de Paz, donde Suecia tuvo que abandonar Finlandia y otros territorios.
Son también muy conocidas las “guerras napoleónicas” (siglo XIX) en la cuales los franceses llegaron a ingresar en la propia Moscú y la de Alemania nazi que cercó a las tres grandes ciudades rusas: Leningrado (hoy San Petersburgo), Moscú y Stalingrado (hoy Volgogrado). En todas estas guerras el “General Invierno” asistió a los Ejércitos rusos provocando la retirada, con enormes pérdidas humanas y materiales, de los ejércitos enemigos.
¿Volverá el “General Invierno” a auxiliar nuevamente a la actual Federación Rusa en su “Operación especial”, así llamada a la guerra con Ucrania, enfrentada con el Ejército ucraniano y el armamento de última generación que le proporciona la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), integrada por 30 países de Europa y América del Norte? ¿Cuál de los contendientes mencionados tendrá más ventajas militares, estratégicas y tácticas, durante ésta dura etapa invernal que se acerca? Mientras los mediocres líderes y comandantes del mundo elucubran sobre esta guerra inútil, decenas de miles de seres humanos, civiles y soldados, se desangran en los campos de combate.
*En las guerras siempre han sacrificado sin piedad al individuo en aras de ideas abstractas de la humanidad*. (Adaptación NR)
Es evidente que a la Federación Rusa no le ha resultado el imaginado Plan “A”; la gran mayoría de los ucranianos no acogieron a los rusos con los brazos abiertos como esperaban, ya que fueron recibidos con un gran despliegue de artillería y los civiles con “bombas molotov”, confeccionadas preventivamente. Su repliegue, según el Plan “B”, desde Kiev hacia el Donbas, región de Ucrania pro rusa, le resultó a Rusia un beneficio demasiado pequeño debido a su alto costo militar y estratégico.
No ha sucedido del mismo modo en lo referido a la faceta económica-financiera pues, el descalabro de los precios energéticos y las faltantes agrícolas de las cuales tanto Rusia como Ucrania son exportadoras muy importantes, la Federación Rusa ha logrado incluso incrementar su Producto Bruto y sus Reservas, a pesar de las fuertes sanciones que le ha impuesto Occidente.
Europa y Estados Unidos están, hasta el momento actual, totalmente involucrados en sostener la decisión estratégica defensiva ucraniana suministrando a sus Fuerzas Armadas todo tipo de armamento moderno, informando con su Inteligencia satelital, enseñando logística organizativa, apoyando a los batallones informales e instruyendo a cientos de miles de civiles que están con la causa nacionalista ucraniana. Se trata de decenas de miles de millones de dólares y euros en material de guerra, préstamos y ayuda financiera que pueda solventar la habitual economía de Ucrania, actualmente insolvente por la guerra que debe enfrentar.
Si bien, en este conflicto, no intervienen directamente los soldados de la OTAN, éstos están presentes y activos entrenando a los soldados ucranianos en el manejo tecnológico del armamento que Occidente les está entregando, no solo en los países de Europa sino incluso dentro del territorio occidental de Ucrania. Aún no se sabe cómo habrá de repercutir el “General Invierno” en la utilización de tácticas y estrategias para avanzar, retroceder o estabilizarse en las líneas del frente que se establezcan a medida que se avecine el próximo invierno.
Europa en general y Alemania en particular se están viendo y todavía se verán más perjudicadas por muchos motivos diferentes, con el resultado que ya se observa en la baja del valor del euro, la inflación de dos dígitos y la falta exasperante de energía (gas, petróleo y carbón).
Una noticia preocupante: Alemania acaba de presupuestar 100 mil millones de euros para invertir en el incremento de su capacidad militar. ¿No era que la unión de las 2 Alemanias, dividida durante la posguerra, no podía militarizarse de forma tan significativa y quizás peligrosa? ¿Nadie se preocupa por esta nueva y riesgosa circunstancia?
EE.UU, como siempre, resguardada en su isla-continente del Atlántico al Pacífico, es y aparentemente será la menos perjudicada en la guerra de Rusia y Ucrania, con lo que posiblemente siga ejerciendo el rol de Potencia Hegemónica o República Imperial (Raymond Aron), aunque estalle el actual desafío de la Dictadura China contra la Republica de Taiwán, a la que podrá abastecer pero no intervenirla.