Por: David Alejandro Rosenthal
El maestro y promotor por la paz israelí Yair Dalal se presentó en un concierto bajo el nombre de “And you love, música sagrada sobre el amor desde el judaísmo” el 29 de septiembre en la capital colombiana.
“Desde hace mucho tiempo me considero un judío árabe, pero, ante todo, me considero una persona mundial. Quiero decir, esta es la parte más importante. Soy un ser humano y trato de ser un buen ser humano. En segundo lugar, soy judío. En tercer lugar, soy israelí. En medio, soy un músico y un artista”, afirma Yair Dalal.
Este artista de ascendencia iraquí es compositor e intérprete del laúd y violín, tiene amplia formación en música clásica europea, jazz y árabe y un maestro especializado en música étnica israelí y músicas del mundo que entreteje las tradiciones de la música árabe iraquí y judía.
Su trayectoria artística abarca cinco décadas y durante la última década, ha publicado 12 álbumes. Su obra se ha enfocado en la tradición musical árabe judía, especialmente en la tradición de los judíos de Irak-Babilonia para convertirla en una cultura viva y respirable como parte de la existencia israelí.
Sus composiciones incluyen un sonido único y colorido, y su música reúne los elementos culturales de la sociedad israelí: el clarinete del klezmer, el violín oriental, la flauta beduina, el laúd, la guitarra y el sitar, el canto en hebreo, arameo y árabe, en marroquí, indio y persa.
Dalal ha participado en conciertos y festivales alrededor del mundo en destacados lugares como: el Carnegie Hall de Nueva York y el Lincoln Center, festivales Womad en Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda, concierto de gala del Premio Nobel de la Paz en 1994 en honor al primer ministro israelí Yitzhak Rabin, al ministro de Relaciones Exteriores Shimon Peres y al presidente palestino Yasser Arafat, así como en una humilde y auténtica carpa nómada del desierto.
Además, recibió el premio Yitzhak Navon Lifetime Achievement Award, entregado por el Ministerio de Cultura y Deportes de Israel, por su aporte a la preservación de la cultura israelí; y ha sido nominado a los premios BBC World Music, por su trabajo en música étnica y por sus logros musicales como mejor músico del medio Oriente, asimismo fue nominado a un Grammy como parte del conjunto de Jordi Savall, Director de orquesta español.
David A. Rosenthal: ¿Quién es Yair Dalal?
Yair Dalal: Es un ser humano, un judío, israelí, musico, que tiene una herencia babilónica (iraquí).
D.A.R: ¿Qué significa para usted esta herencia judía iraquí?
Y.D: Los judíos babilónicos o iraquíes tienen una gran tradición, que se hace ver en nuestra plegaria, nuestra lengua, de nuestra comida, y por supuesto en las raíces de mi música. Y, me he dedicado a lo largo del tiempo a representar está música judía babilónica pues no quiero que se pierda y está ha sido mi meta por mucho tiempo.
D.A.R: ¿Usted también es un representante de la música sefaradí (ladina o yudeo espanyol)?
Y.D: Sí, por supuesto. He grabado algunos de mis álbumes sobre canciones clásicas en ladino o canticos y rezos en ladino. Como sabrá, está conectada la música sefardí con la música judía iraquí, ya que, cuando llegaron los judíos a España (Sefarad) venían de Babilonia (actual Iraq) por lo que hay una importante relación entre estas dos tradiciones.
D.A.R: ¿Usted cree que la música sefardí podría desaparecer algún día?
Y.D: No lo creo. Hay muchos artistas que siguen representando y descubriendo la música sefaradí. Y, no solo judíos de hecho, por ejemplo, Jordi Savall en España, que es un católico catalán, representa a menudo música sefardí en sus conciertos. Y, a su vez, la música iraquí se mantiene pues las nuevas generaciones la han empezado a descubrir y la encuentran, en realidad, como algo fascinante.
D.A.R: ¿Qué significa la música para usted?
Y.D: Pues es una difícil pregunta, ya que yo vivo entre la música desde que era muy, pero muy joven, creo que desde los 4 años incluso. Así que, la música es una gran parte de mi vida. Incluso, Albert Einstein solía decir: “Un mundo sin música, es un error”. Y, por otra parte, en mi sitio web dice que la música incrementa lo bueno del espíritu humano. Así que la música tiene un papel en el mundo, y la música puede unir a las gentes, llevar amor a los corazones de las personas, así como, llevar paz a los individuos y a la humanidad en general. Así que, no es accidental que tanta gente tenga que ver con la música en todas partes del mundo.
Yo creo que la música es el arte más amado y el más conocido, incluso también el más espiritual. Entonces la música puede sentirlo y curarlo a usted.
D.A.R: Para usted, ¿cuál es la relación entre la música y la paz?
Y.D: Veamos, si usted pone la política a un lado, la música tiene una importante labor. Puedo hablar desde mi experiencia personal de cuando yo me presento fuera de Israel y también en Israel y veo a los judíos y a los árabes sentados juntos. También, es que yo canto con músicos árabes y además tengo varios proyectos con distintos músicos, algunos de ellos musulmanes, otros cristianos, inclusive indios, chinos y africanos. Así que cuando uno trata con la música y toca o hace música, simplemente se olvida de los conflictos. La música tiene la capacidad y característica de dejarnos llevar, desde la perspectiva de quien la representa, como de quien la percibe.
D.A.R: ¿Cuál es la relación entre el judaísmo, la sabiduría y el misticismo?
Y.D: Es una larga historia, que comienza incluso antes de la Torah o Biblia. El judaísmo tiene mucho conocimiento, en la Torah, en la Mishna, en el Zohar y toda la Cabalá. Y, en su parte espiritual, tiene una conexión con el budismo, el cristianismo y el islam. Seguro también hay una relación con los nativos americanos de la era prehispánica, antes de la colonización española.
En mi música hay parte de esa tradición, y es que es parte de toda la música medio oriental. Por decir algo, las escalas que hay en este tipo de música que vienen del árabe y se llaman
“maqam”, yo las comparo con las “sefirot” que son los 10 atributos y las 10 emanaciones de la Cábala. Cuando interpreto poemas litúrgicos judíos (piyutim) del rabino Israel ben Moshé Najara, al Arizal, es decir, el rabino Isaac Luria o al rabino Yosef Hayim de Bagdad, todos cabalistas. En cada uno de mis conciertos tengo alguna canción de ellos en mi “repertoire”, al igual, me transporto al estado espiritual propio de estas representaciones.
D.A.R: ¿Qué es la música para Israel y el judaísmo?
Y.D: No habría judaísmo sin música. Es el caso de la tribu de Levi, que eran músicos y no tenían tierra y su labor era enseñar a Israel los canticos y las plegarias, y si vamos más allá, se encuentran menciones a la música muy antiguas, tal como: “Shirat Deborah” (canción de Débora), Shirat Myriam (canción de Myriam) o “Shirat HaYam” (canción al mar), así que la música siempre estuvo allí. Además, en la historia dentro de los judíos están los incluso más famosos y creativos músicos. Es el caso de Bob Dylan, Georges Moustaki, Serge Gainsbourg, Felix Mendelssohn, Gustav Mahler, Arthur Rubinstein, Leonard Bernstein o Leonard Cohen, etc. También los cantantes judíos egipcios y judíos árabes por supuesto.
D.A.R: Sobre la música sacra (música sagrada o litúrgica), ¿qué representa para usted?
Y.D: Es muy importante y bella parte de la música, aunque no se escucha en la radio todo el día, pues no es pop o rock, ya que su objetivo no es entretener. La música sacra es música para el alma, pues exterioriza la espiritualidad, hay que estar muy concentrado e interiorizado en ella para poder sentirla y disfrutarla, aunque no es para divertirse. Es mucho más que eso, es para almas profundas.
D.A.R: Sobre la paz, ¿cree usted que habrá un día paz completa en Israel y en el Oriente Próximo?
Y.D: Eso es lo que espero. Estoy seguro de que ahora más y más gente luego de los Acuerdos de Abraham que comenzaron normalizado las relaciones diplomáticas entre Israel y Emiratos Árabes, y luego se extendieron a Bahréin, Sudán y Marruecos, demuestran que la paz es el único camino. Y se necesita coraje y gente valiente de ambos lados para lograr la paz.
D.A.R: ¿Qué piensa sobre Colombia?
Y.D: Colombia es asombroso. Es realmente hermosa. Llueve mucho aquí en Bogotá, de hecho, la segunda pregunta que me hacen después de preguntarme que de dónde soy, es si en Israel hay estaciones y digo sí, tenemos un gran verano y un corto invierno, pero hay estaciones. En cambio, en Colombia en un día puede haber todas las estaciones. Pero, además la gente es muy cálida y tiene un gran corazón, me sentí muy emocionado en el concierto. También les gusta tomarse muchas fotos.
D.A.R: Y, ¿qué opina sobre la paz en Colombia?
Y.D: Pues bien, yo estuve aquí hace casi 20 años tras, durante la guerra del gobierno colombiano contra la mafia, y, era horrible la situación. Ahora, me encuentro con que la situación está mucho mejor, aunque todavía hay algunos conflictos. Yo creo que los colombianos deben resolver esto. De hecho, me atrevo a decir que incluso es más difícil que la paz en el Medio Oriente, pues la paz allí es un tema de países, más que todo, entonces un país se puede proteger de otros. Al contrario, en Colombia el conflicto es interno, es entre la misma gente.
Entonces, ¿cómo se puede hacer paz dentro del mismo país? Así que solo espero que los colombianos sean lo suficientemente inteligentes y fuertes para dejar atrás el ego, las drogas, el dinero fácil y la violencia, y haya paz, pues es un país maravilloso. Igual hoy en día se ve el cambio que hubo en el país.
D.A.R: Sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿qué tiene para decir?
Y.D: Esto es horrible. Inclusive no sé qué decir, es la historia de como el puro ego de un líder, en este caso, Putin, que ni siquiera tiene paz en su interior ataca a Ucrania sin ninguna razón. Nadie entiende para qué. Por su parte, los ucranianos son muy valientes y espero que ganen, así como espero que el mundo los respalde. Está situación no puede continuar.
D.A.R: ¿Qué percepción tiene sobre la relación entre Colombia e Israel?
Y.D: Israel y Colombia tienen una gran relación y espero continue así, cada vez más fuerte. Creo que tienen mucho para contribuirse mutuamente. Puede haber mucha prosperidad referente a la cooperación diplomática, el ámbito cultural y lo comercial. También, ayudarse entre ambos para alcanzar la paz que merecen.