Por: Victor Zajdenberg
Ucrania se está convirtiendo en un cementerio de jóvenes militares y civiles ucranianos y soldados rusos. La sangre y los cuerpos mutilados se producen simultáneamente a un Mundial de Fútbol en Qatar donde otros jóvenes asisten y festejan goles que no matan a nadie. Mientras en Ucrania son muertos y heridos decenas de miles de seres humanos, en Qatar otras decenas de miles de personas disfrutan de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.
¿Dónde está la justicia humana? Justicia, justicia perseguirás menciona la Biblia que parece estar ausente en ésta “Operación Especial”, según la Federación Rusa o “Invasión y Guerra”, según Estados Unidos y la Alianza Atlántica.
Las motivaciones de éste cruento conflicto ya han sido analizadas en artículos anteriores del autor dónde se ha destacado que todas las partes intervinientes son culpables de semejante atrocidad. Asimismo, pueden ser consultadas las opiniones vertidas sobre este tema con historiadores, políticos, escritores y analistas como Frédéric Pons (Francia 1954), Henry Kissinger (Estados Unidos 1923) y Mariano Caucino (Argentina 1976) entre otros.
Ya se sabe que el Plan “A” de tomar Kiev, Capital de Ucrania, en un par de semanas por parte de Vladimir Putin, presidente de Rusia, luego de la penetración rusa en suelo ucraniano del 24 de febrero de 2022 ha fracasado con la pérdida de miles de sus militares y gran cantidad de material bélico. Las tácticas ucranianas de resistencia militar acompañada por civiles destruyendo tanques y vehículos rusos con “bombas molotov” fueron efectivas, de tal modo que Rusia resolvió retirarse de dicho frente.
A continuación, los rusos acometieron un Plan “B” a fin de afirmarse en la zona pro-rusa del Donbass donde lograron en los comienzos de dicha operación algunos éxitos que luego de varios meses de avances debieron iniciar una serie de importantes retrocesos.
Este nuevo escenario, no tan previsto por las fuerzas rusas, se debió a la proactiva participación y asistencia masiva de armamentos y decenas de miles de millones de dólares provistos por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), compuesta por 28 países europeos más EE.UU y Canadá. Algunos analistas agregan que los repliegues del Ejército ruso se deben a la falta de refuerzos tanto humanos como de armas.
Con la llegada del “General Invierno” puede decirse que este conflicto ha entrado en su 3ª. etapa con la construcción de trincheras por ambas partes ante las dificultades de movilización y aprovisionamiento por la nieve, el hielo y el barro.
Después de casi 10 meses de enfrentamientos, la inmovilización nos lleva a los recuerdos históricos de la 1ª. Guerra Mundial, o sea la Gran Guerra de 1914-1918. Allá también todos los contrincantes creyeron que la guerra se iba a terminar en un par de semanas. Sin embargo, ha durado casi 5 años con el terrible costo de 20 millones de muertos en una guerra que también resultó ser de trincheras, barro, muertos y heridos a granel.
Como puede ser visto la guerra de Ucrania, Rusia y la OTAN se está deslizando hacia los mismos carriles, similares a aquella guerra de los comienzos del siglo pasado en la que han intervenido, como ahora, factores de poder hegemónico (hoy Estados Unidos-Rusia-China), elementos económicos, ideologías nacionalistas y un profundo desentendimiento de lo que Samuel P. Huntington ha llamado “El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial”.
En resumen, la Guerra Rusia-Ucrania-NATO se ha convertido en una Guerra de Desgaste donde muchos pierden y algunos pocos ganan, entre ellos los productores de petróleo, gas, alimentos y otros recursos críticos para sostener esta guerra inútil, desgraciada y aborrecible.
La guerra de desgaste extendida significa más muertes, más inflación, más calentamiento global y más hambre en el mundo. Seguramente por ello se están realizando diversas reuniones secretas y no tan secretas entre enviados de EE.UU, Rusia y otros gobiernos (la mediación del Papa Francisco ha quedado totalmente descartada por sus desafortunadas y banalizadoras declaraciones comparando la invasión a Ucrania con el Holocausto judío!!!!!).
La Federación Rusa estaría proponiendo un cese de fuego sin condiciones e inmediatas negociaciones con lo que conservaría el Donbass, Crimea y los territorios que conectan a ambas regiones.
Ucrania ha manifestado su total rechazo a dicha propuesta exigiendo a cambio el retiro total de las Fuerzas rusas de los mencionados territorios o, caso contrario, la prosecución de la lucha armada con la solicitada exigencia de apoyo total e integral de todos los países que componen la Alianza Atlántica por el tiempo que sea necesario para expulsar a los invasores rusos.
Estados Unidos y algunos países de la ONU (Naciones Unidas), si bien siguen apoyando a Ucrania, están comenzando a creer en la necesidad de negociaciones que pongan fin a esta matanza entre dos poblaciones que otrora tuvieron los mismos orígenes históricos, idiomáticos, políticos y religiosos.
Finalmente, la UE declara que Ucrania es la única que debe decidir sobre su futuro, aunque todo indica que el pragmatismo y la real polilitik a emplear entre Estados Unidos y Rusia es la que habrá de determinar los tiempos y espacios para concluir esta guerra que azota indirectamente al mundo entero.