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Resolución histórica

Por: Marcos Peckel

ND: El profesor Marcos Peckel, publicó el siguiente artículo en noviembre del año pasado (2022), en el Espectador, donde él es columnista. Este artículo es básico e importante de leer para poder entender la situación con los actuales llamados palestinos, porque hay que aclarar que en palestina residían los habitantes originales: el pueblo judío, antes de llamarse palestina, posteriormente se desplazaron árabes que sucumbían a sus países, de esta manera en Palestina había árabes y judíos palestinos. Entender este punto es fundamental. Por favor si no conoce el origen del conflicto actual, aquí una necesaria explicación muy clara y corta.

Acercándose la festividad de Pesaj se publica éste documento, ya que, a la salida de los hebreos de Egipto, su siguiente lugar de residencia fue exactamente en este territorio (1230 AEC).

75 años se cumplen de aquel 29 de noviembre de 1947 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó,  en  una  muy disputada  votación,   una de  las resoluciones más trascendentales en la historia del organismo: la resolución 181  que estableció  la  partición de  la Palestina británica en dos Estados, uno árabe  y uno judío, con base en la propuesta  presentada  por UNSCOP, un comité establecido  por la ONU  cuya misión   era   recomendar una solución justa al conflicto que en ese momento arreciaba  en la zona, aún bajo control británico,  entre judíos y árabes.

Concluía así el Mandato Británico de  Palestina  encomendado  a la Corona  por la Liga de las Naciones en 1920  tras las Conferencias de París y San Remo, en las  que se labró la  actual configuración política del Medio Oriente.  La Palestina del mandato comprendía un territorio de unos 120 mil kilómetros cuadrados de los cuales los ingleses cercenaron  dos terceras partes, la región al este del rio Jordán,  y  se la “regalaron” a la dinastía Hashemita,  creando así el   Reino de Transordania, posteriormente Jordania. Los Hashemitas, aliados de los ingleses  contra los otomanos  durante la  I Guerra Mundial, habían perdido su territorio en Arabia, el Reino del Hejaz, a manos de  la tribu de los  Saudíes, fundadores del país que lleva su nombre.

En el territorio entre el rio Jordán y el Mediterráneo con una  extensión de unos 28 mil kilómetros cuadrados se aplicó el mandato británico en cuyo  texto oficial  emitido por  la Liga de las Naciones, documento del derecho internacional, se  le exigía  al Reino Unido  implementar  la  “Declaración Balfour” de noviembre 2 de  1917 , por la cual el “gobierno de su majestad apoyaba  la creación de  un hogar nacional judío en Palestina”.  El articulado del  texto del  Mandato  reconoció  expresamente el vínculo historio del pueblo judío con la Tierra de Israel  a la cual dos milenios antes los romanos, tras expulsar a los judíos,  le adjudicaron  el nombre de “Palestina”.  Fue durante los años del mandato -1922-1948- que se originó el conflicto entre judíos y árabes-palestinos. 

La Resolución de Partición hacía justicia a ambos pueblos, el árabe-palestino y el judío, ambos con derechos históricos y religiosos sobre ese pequeño territorio. Sin embargo, mientras esta fue aceptada y celebrada por  el pueblo judío en el mundo, los  países árabes se negaron a acatarla  y  advirtieron que no permitirían la creación de un  Estado Judío en “sus tierras”.  El 14 de Mayo de 1948, día de la retirada británica, Israel declaró su independencia sustentada  jurídicamente  sobre la resolución 181 y  ese mismo  día  el naciente  Estado  fue atacado por ejércitos árabes que buscaban aniquilarlo en su cuna. Tras un año de guerra, Israel prevaleció, venció a los ejecitos árabes y  comenzó las construcción del sueño milenario del pueblo judío, su Estado en su tierra ancestral, convertido hoy en potencia científica, militar, económica y diplomática.

Cómo hubiera sido de diferente la historia si los países árabes y los árabes-palestinos hubieran aceptado entonces  la sabia decisión de la comunidad internacional.