Por: Moshe Govrin
Alfei Menashé, Septiembre 26, 2016
En Corea del Sur viven cerca de 50 millones de personas. Es un país con una profunda historia budista, pero que ha abrazado con vigor el cristianismo traído a sus costas por los misioneros a finales de 1800. Solo el 23% de la población se identifica como budista y hay fuertes influencias del confucianismo y del chamanismo coreano. Las estadísticas oficiales dicen que un 30 por ciento de los surcoreanos asiste a la iglesia.
Es el único país desarrollado en el mundo que tiene una creciente comunidad cristiana, y que es hoy el 29 por ciento de su población (18 % protestantes; 11% católicos). El 46 % no están afiliados a ninguna religión. En sus escuelas, colegios y universidades estudian el Talmud traducido al coreano. En casi cada casa en Corea del Sur tienen un Talmud traducido al coreano. A diferencia de Israel, las madres coreanas enseñan el Talmud a sus hijos.
En Corea del Sur tal como en China el estudio del Talmud / Guemará arranca del deseo de entender el secreto de la “genialidad” judía. Dicen que ven como los judíos a pesar de su escaso número tienen tantos premios Nobel. Tienen (tenemos) tanta inventiva, tanta innovación… El Talmud es un best-seller…
Se puede ver y comprar en la tienda de la esquina y junto con una olla de arroz instantáneo o fideos secos, una copia de las historias del Talmud. No es raro, tampoco, ver por doquier máquinas expendedoras de libros con obras clásicas del judaísmo babilónico.
La fascinación con el judaísmo no termina allí. Los medios de comunicación periódicamente publican columnas de "Educación Judía", hay trasmisiones semanales de radio y documentales de televisión, todos ellos mostrando a los judíos en forma apasionada. El estereotipo de los judíos en Corea es que son personas muy inteligentes. Dicen que los judíos llegando de la nada se convirtieron en importantes empresarios, en líderes de medios de comunicación, ganadores del Premio Nobel – “entonces queremos que nuestros hijos hagan lo mismo. Si eso significa estudiar Talmud, Torá, o lo que sea, que así sea”.
No ven mal lo que en Occidente se considera una “dominación”. Para ellos es una maravilla que los judíos “manejen los bancos, la prensa mundial, etc.” aun cuando sabemos que no es cierto… un sentimiento anti-judío es casi impensable en esta parte del mundo.
Además de la pasión filo-semita que existe (podemos agregar esto también entre las poblaciones de India, China y Japón) veamos los elementos comunes entre las culturas coreana y judía:
Similitudes en la historia de los dos países
-Ambos países fueron establecidos en 1948, después de años de sufrimiento y desastres.
-Los dos países tuvieron que enfrentarse a una invasión y guerra brutal.
-Ambos lucharon para sobrevivir en un país pobre en recursos naturales, mientras que absorbieron a millones de inmigrantes (en el caso de Corea y centenares de miles en el nuestro) que llegaron como refugiados carentes de todo y ambos generaron "milagros" económicos.
-Ambos países se consideran desarrollado hoy día a pesar de la falta de recursos naturales, el reto de seguridad y sus vecinos fuertemente armados a su lado, a través de la frontera, y que constantemente amenazan su misma existencia.
-La relación al pasado y orgullo en la tradición nacional.
-La aspiración de progresar, estudiar y ser exitosos académica y económicamente se destacan en todas las capas de la sociedad.
-La madre coreana y la educación: Una parte muy considerable de todos los gastos de una familia promedio se dedica a la financiación de la educación de los niños de la familia.
-La madre coreana luchará como una leona para brindar a sus hijos la mejor de las educaciones y para conservar la célula familias. ¿Conocido? “Ydishe mame”.
-Junto con el ardiente deseo de difundir su idioma, su comida y su patrimonio, también hay una gran apertura para absorber y aprender de la experiencia de otros.
-Su gente está abierta al mundo. Por ejemplo "El Instituto Nacional para la promoción de la unidad"(promueve la idea de la reunificación con Corea del Norte), se inspira en la experiencia alemana. Los coreanos creen que cuando llegue el momento esperado y después de 70 años se puedan reunir con sus hermanos del norte, esto hará mucho más fácil afrontar el reto si aprenden de la experiencia de Alemania de la década de 1990…
En este país, los judíos son muy pocos. Y sin embargo la relación a Israel y al judaísmo es de profunda admiración. Desde 2007 funciona en Seúl un Beit Jabad. Todos los domingos coreanos vienen a estudiar una página de Talmud. El deseo de aprender de la experiencia de otros condujo hasta cierto punto también la tejer la relación especial con el Estado de Israel y con la cultura judía.
¿Y cómo comenzó todo esto?
Este proceso tiene cara y nombre…
El profesor Ta Yong Yo, tiene 82 años aun cuando no los aparenta. Es Profesor de cultura coreana y además tiene un doctorado en sociología rural de la Universidad de Ben Gurión. Es poseedor de un particular y rico hebreo, el que habla con fluidez tanto y se transporta con naturalidad desde el nivel alto, pasando por citas del Tanaj y llegando a las muchas expresiones del argot. Nació en una aldea a 350 km de Seúl en una familia de campesinos, bajo la ocupación japonesa y enfrentándose a las dificultades diarias. Quinto hijo de nueve hermanos, fue el único de sus hermanos a quien enviaron al colegio. Allí le obligaron a aprender japonés y lo azotaron cada vez que hablaba en coreano.
Con el establecimiento de la república se trasladó a Seúl donde trabajó como porteador mientras pasaba las noches en la Estación Central del Ferrocarril. Entre cosa y cosa y con mucho esfuerzo logró estudiar inglés, tuvo acceso a la Biblia, buscó estudiar en una universidad europea para lo que escribió una carta al rey de Dinamarca. Este país le recordaba al suyo por las dimensiones y por ser una península vecina a otros países más grandes y más poderosos y el rey aceptó su solicitud.
Allí aprendió el idioma y concluyó con el primer grado en Sociología. La esperanza de poder aplicar en su país las enseñanzas aprendidas se disiparon pronto. El hecho que Dinamarca es un país europeo, democrático, con una tradición varias veces centenaria y por ello era menos apropiado para servir de modelo al reciente país enfrentado con la multitud de problemas de los primeros años. Y buscando encontró que la alternativa para el modelo que buscaba era Israel.
En los 60’s se dirigió al presidente Israeli Shazar para poder completar sus estudios, también en este caso fue invitado. Completó sus estudios hasta el doctorado. Dictó clases de Sociología Rural hasta los 70’s en la Universidad Ben Gurión. En paralelo terminó sus estudios de Doctorado en cultura coreana.
Al regresar a Corea fue nombrado por el Presidente, Asesor para el Desarrollo Agrícola y líder de una organización para la rehabilitación del sector. Esto sucedió después de que, durante varias horas, le contó acerca de la experiencia israelí. El presidente de inmediato dio instrucciones de comenzar con el proceso.
Más de 2,000 estudiantes fueron enviados a estudiar a Israel. Para el Prof. Ta, Israeli es lo mismo que judío y también ambos conceptos en conjunto expresan gran deseo de aprender e investigar, desarrollar y superarse. Escribió más de 30 libros acerca de este tema en coreano e inglés. Es de hecho el embajador no formal de Israel en Corea. Fue invitado a dictar unas charlas en la televisión educativa oficial acerca de los judíos en todas las épocas y en todo el mundo. La serie fue de 90 capítulos… pero se dice que pudo haber sido de 1,000. Esta serie fue tan exitosa que posteriormente preparó sistemas para su enseñanza en todas las escuelas secundarias.
Además escribió libros para enseñar el Talmud en las escuelas primarias y para estudiar el tema en la Academia Militar de los oficiales coreanos.
¿Y por qué todo esto?
Ve en el talmud dos mensajes claves:
“Uno, que en el mundo hay conocimiento y pensamiento, orden y no caos. La persona está a sujeta las reglas y al orden Divino en cuyo marco se debe actuar tal como en un partido de futbol y como las reglas de estudio del mundo judío. Estas reglas incluyen la Mishná, el Talmud y la discusión talmúdica. La existencia humana es similar a la discusión talmúdica, que expresa opiniones diferentes, pero todo dentro de un marco obligante que requiere que todo el mundo le obedezca.
El segundo mensaje es que el conocimiento es infinito. Incluso si no hubiera dado 90 clases sino 10.000 no sería esto más que una cucharadita en el impresionante océano del conocimiento talmúdico”.
El Prof. Ta cree que el Talmud, tanto como el Tanaj y el Sionismo pueden ser un puente de comprensión y cooperación entre estos pueblos tan parecidos.
Finalmente, el modelo Israeli llevó a Corea a crecer hasta el nivel actual (según el Banco Mundial ocupa el 8º lugar entre 183 países y con sueldos mensuales promedio de US $3,000). Su economía incluye a gigantes internacionales como Samsung, LG, Daewoo, Hyundai y Kia. Ambos países han convertido la necesidad de un ejército permanente, con reclutamiento universal, en uno de los catalizadores de una economía de información. Corea del Sur ha expresado incluso su interés en el sistema antimisil “Cúpula de hierro” israelí.
¡LeShana Tova!