Por: Raquel Goldschmidt
Por décadas, desde la creación del Estado de Israel en 1948, los antisemitas encontraron un nuevo término para justificar su antisemitismo: el antisionismo. Permítanme antes la definición exacta:
Sionismo: viene del monte Sion donde vivía la población judía gobernada por el Rey David desde épocas anteriores a la era común: 1003 AEC. Sionismo se convirtió con el tiempo en el sueño de los judíos de volver a la tierra que les pertenecía, entregada por Dios, la tierra Santa.
Los judíos fueron deportados por varios gobiernos a través de la historia, quedando siempre un puñado de judíos en su tierra. Su sueño de regresar se vio concretado con la declaración del Estado de Israel en 1948.
De esta manera, cualquier Antiisraelí, es realmente un antisionista, por ende, un antijudío o sea un antisemita.
Los hechos del 7/11, y acciones posteriores de defensa de Israel, no es que crearon antisemitas en el mundo, antisemitas había de siempre, pero estaban “en el closet”.
El investigador sobre paz y la violencia el Dr. Francisco Jiménez Bautista, elabora un estudio sobre los tipos de violencia y uno de ellos es la violencia cultural, (que incluye el discurso de odio) dijo: “es toda acción que sirve para legitimar los dos tipos de violencia anteriores, (Violencia directa y violencia estructural) a fin de que los actos violentos sean considerados como algo normal, constituyendo incluso a veces verdaderos ideales de conducta”.
Israel y los judíos han tenido que enfrentar los tres tipos de violencia. Esto en el discurso de odio que fácilmente sirve para inculcar y manipular a una sociedad ignorante, el odio hacia una minoría.
“Amigos” antisionistas: tengan claro lo siguiente: los antiisraelíes no pueden ser amigos de nosotros, los judíos. Los antisemitas, no pueden ser nuestros amigos, todas estas definiciones, llevan a que ustedes sean: racistas, segregacionistas, antisionistas y antisemitas.
Algo más, también hay ignorantes al extremo de llamar a los judíos o a Israel antisemitas ¡O Nazis!, me da vergüenza ajena esta ignorancia.
A aquellos judíos que se deleitan acusando a Israel o a los judíos mismos y que realizan manifestaciones públicas (como los Naturey Karta) en pro de los enemigos de Israel, periodistas o personas independientes, deben saber que tendrán dos enemigos: 1) los antisemitas, -que ni por esas dejarán de odiarlos, por ser ustedes judíos- y 2) a los judíos que se sienten traicionados. Pobrecitos, les quedarán muy pocos amigos verdaderos.