Por: Rav Daniel Shmuels
Antiguamente en Europa existía un personaje contratado por las autoridades locales cuya labor era recorrer, al anochecer, las calles del pueblo o ciudad para encender las lámparas públicas que iluminaban las calles. Al día siguiente, este personaje tenía la misma labor solo que en las mañanas su labor era apagar las lámparas. Cuenta nuestra tradición oral que en las casas judías se le pedía a este personaje, cuando estaba haciendo su recorrido mañanero en Shabat, que moviera los leños de la estufa o de la chimenea para mantener el calor en el hogar durante los fríos inviernos; en compensación, la ama de casa le daba una porción de Scholent. Dependiendo del momento histórico y del lugar geográfico de origen de la historia, el personaje en cuestión puede cambiar al igual que la labor y la recompensa, pero lo cierto es que a este personaje que llevaba a cabo la Melajá de Mabeir en Shabat se lo conoció eventualmente como el Shabos Goi, el gentil de Shabat.
Dentro del relato anterior quedan muchas preguntas sueltas; por ejemplo, ¿está permitido decirle a un no judío que lleve a cabo labores prohibidas en Shabat para nuestro beneficio? ¿Por qué y quién permitió que se le dijera a un no judío que llevara a cabo una labor prohibida en Shabat? ¿Existe la posibilidad de tener un Shabos Goi hoy en día y bajo qué circunstancias? Y en una nota más jovial, ¿qué tanto Scholent podía comer este hombre moviendo los leños de todas las casas judías?
Como todos lo sabemos, el Shabat es un día de descanso en donde no podemos llevar a cabo un total de 39 Melajot. Lo que nos compete en esta ocasión es saber si es permisible o no tener a un no judío que lleve a cabo estas labores para nuestro beneficio. En relación con nuestro relato inicial, fueron las autoridades rabínicas de Europa quienes en su momento permitieron que este personaje llevará a cabo tal labor prohibida debido a que el frío extremo del invierno ponía en riesgo nuestras vidas y el no judío, en última instancia, se beneficiaba de su acto con una recompensa inmediata. En nuestros días, Rabi Moshe Feinstein estableció que en verano la misma figura puede ser utilizada con el aire acondicionado debido a que el calor extremo puede poner en riesgo la vida. Empero, el uso del así llamado Shabos Goi es solo permitido en esos dos casos y solo porque puede poner la vida en riesgo; a saber, de calor extremo o frío extremo. Entonces, ¿por qué existe la figura de Shabos Goi hoy en día y más aún en lugares donde no se experimenta ni frío extremo ni calor extremo?
La Torá nos dice: "Ningún trabajo será hecho para ti" (Ex: 12-16). Esto quiere decir que absolutamente nadie, judío o gentil, puede llevar a cabo ninguna Melajá para que un judío se beneficie directamente de ella; es decir, no está permitido tener un Shabos Goi en el sentido de contratar a alguien para que lleve a cabo específicamente Melajot durante Shabat. Sin embargo; este Pasuk de la Torá se considera una Asmajta, un soporte de la Torá para un decreto rabínico, más no una Mitzvá; debido a ello, la prohibición de tener un Shabos Goi, de contratar a un gentil que lleve a cabo labores prohibidas en Shabat, es una prohibición totalmente rabínica. De cualquier forma, esta prohibición rabínica resulta ser menos severa que otras prohibiciones de Shabat debido a la característica de ejecución que tiene, pues el transgresor no lleva a cabo ningún acto físico como tal y es ese aspecto el que ha llevado a que el judío promedio sea más relajado frente a esta prohibición. Nuestra Halajá establece que nosotros no le podemos pedir a un no judío que lleve a cabo una Melajá aún cuando el no judío trabaje permanentemente para nosotros o no, aun cuando se le pague o no, aun cuando se le haya dicho de la labor antes de Shabat o durante Shabat.
Ahora bien, lo que sí se puede hacer es contratar a un no judío para que lleve a cabo labores permitidas en Shabat y este trabajador puede ser un empleado permanente o exclusivo para Shabat. Es en este caso en donde puede parecer como si el no judío estuviese llevando a cabo Melajot para el judío. Por ejemplo, servir la comida, poner en envases comida no usada, botar los deshechos, lavar los platos, etc. En este caso, si el gentil desea hacerlo de una u otra manera es para su propio beneficio y no le está prohibido hacerlo, en última instancia todas esas labores son permitidas para un judío solo que para el judío tienen que ser llevadas a cabo de acuerdo a la Halajá. Entonces, este tipo de Shabos Goi que no está haciendo ninguna Melajá per sé, está totalmente permitido por la Halajá. Así mismo, la Halajá habla de dos tipo labores llevadas a cabo por un no judío en Shabat; a saber, cuando se le paga para hacer un trabajo específico y cuando las hace por voluntad propia o placer personal.
Cuando se le paga a un gentil para hacer un trabajo específico está permitido que el no judío lleve a cabo Melajot bajo las directrices de un judío; sin embargo, tienen que ser establecidas de la siguiente manera: No se le puede decir explícitamente que lleve a cabo la labor durante Shabat. El gentil no puede llevar a cabo la labor en el lugar de residencia del judío. Si el gentil lleva a cabo la labor en un lugar público en Shabat el judío debe pedir que se detenga la labor. Ejemplos de de esto sería llevar ropa a la lavandería, enviar correo, llevar el carro a reparar; todo ello, antes de Shabat. En estos casos se le está pagando al gentil para que lleve a cabo una labor prohibida en Shabat pero no se lo está haciendo en Shabat y el gentil tiene la opción de hacerlo antes, durante o después de Shabat.
Cuando un gentil lleva a cabo una labor para su beneficio propio, en líneas generales, la Halajá establece que si él tiene que llevar a cabo trabajo adicional el judío no se puede beneficiar de ese acto; sin embargo, si el acto del gentil, sin trabajo adicional, permite que el judío se beneficie no hay ninguna transgresión. Por ejemplo, si el gentil prende una luz para su beneficio propio, el judío puede beneficiarse de ella también. Si la labor del gentil solo beneficia indirectamente al judío, este también puede tomar provecho de ese acto; un ejemplo sería apagar una luz que le incomoda o no le permite dormir al no judío. Esto solo beneficia indirectamente al judío con una cuenta eléctrica más económica pero el benefactor directo es el no judío quien quiere deshacerse de esa luz.
De cualquier forma, queda un aspecto Halájico pendiente y es el de la sugerencia versus la orden explícita. Hay casos en los cuales algunas opiniones rabínicas aceptan la sugerencia de un acto a un Shabos Goi desde que este se beneficie del acto como tal. Un ejemplo sería encender una luz. De acuerdo a esta opinión está permitido darle una sugerencia al no judío sin decirle que lleve a cabo el acto, pues la orden como tal está prohibida; entonces, la manera adecuada de proceder sería decir: "Está oscuro" o "No se puede ver nada"; de esa manera, el no judío escucha la sugerencia y enciende la luz pero solo lo puede hacer si se beneficia de tal acto, en este caso sería que el no judío se sentará en donde prendió la luz y disfrutara de ella. El asunto resulta complejo, un poco oscuro y ciertamente innecesario. Sin pretender, bajo ninguna circunstancia, ser un Posek, entre la sugerencia y la orden directa, la diferencia es nula, por más que la enunciación sea diferente, pues a mi manera de ver la Kavana subyacente sigue siendo la misma y más allá de ello, ¿cómo se va a beneficiar el no judío de algo que sencillamente no necesita? Dicho acto solo beneficia al judío directamente y en cambio perturba la tranquilidad del no judío. Si regresamos a la Halajá original, la ayuda de un Shabos Goi no es para prender o apagar luces o para que lleve a cabo Melajot para nuestro beneficio directo, en dichos casos no hay riesgo de que nuestras vidas estén en peligro, la ayuda del Shabos Goi es eso: ayuda frente a labores que nosotros también podemos hacer en Shabat.