Por: Marlene Himerlfarb
Destinos Truncados es el nombre de la novela que acaba de publicar Rolfi Goldschmidt, miembro de la comunidad bogotana y expresidente de la AIM. Además de que es una novela sobre el Holocausto, es una historia de vida y de muerte sobre su familia. Hizo una exhaustiva investigación y logró recolectar datos reales y documentos históricos que le dieron apoyo a su proyecto.
Es así como logra enganchar al lector para que quiera continuar leyendo la historia con el fin de saber el paradero de cada uno de sus personajes. Los describe de una manera muy realista, así como los episodios tan duros por los que tienen que pasar para sobrevivir -en un comienzo- y para terminar muriendo finalmente a manos de la maquinaria nazi. El lector siente la muerte, siente la desolación, el impresionante ruido e incomodidad de esos vagones de los trenes que llevan a tantas víctimas a ese viaje sin regreso. La separación y la pérdida de los seres queridos. La esperanza que tienen en un comienzo y que los ayuda a soportar esa pesadilla hasta que perciben que el final de sus vidas está más cerca de lo que esperaban.
Rolfi escribe con una narrativa que mantiene al lector atento, pero hay momentos en que hay que soltar el libro por esa cruda realidad que nos muestra y nos hace familiarizar con el entorno y con cada uno de los personajes de tal manera que necesitamos respirar profundo para poder continuar con esa triste pero real historia que vivieron sus antepasados.
La mayoría de la historia se desarrolla en Europa, más concretamente en Alemania, pero Rolfi va introduciendo en las páginas de su novela las tierras americanas que se convierten en tierras de esperanza, en el sueño de América para los que logran salvarse, entre ellos sus padres. No fue fácil para esos inmigrantes atravesar el continente y llegar a una tierra nueva para ellos a explorar, a trabajar, a aprender un nuevo idioma y adaptarse a otras costumbres, a hacer lo que fuera necesario para sacar a sus familias adelante y comenzar una nueva vida, como lo hicieron casi todos los inmigrantes que llegaron a estas tierras escapando de la guerra, de la muerte.
Parecería que sus padres le hubieran contado esas tristes vivencias en una forma muy detallada, pero dice el autor que sus padres no hablaron. Todo fue producto de la curiosidad por conocer sus orígenes y la necesidad de contar esta historia como un testimonio para las generaciones venideras, tanto de su familia, como de todas las víctimas del Holocausto.
Los personajes, aunque literarios, son sacados de la vida real. Es una mezcla de hechos históricos y de vivencias familiares. Los nombres son fieles a la realidad, así como la descripción de los personajes que le dan vida a esta historia.
Para nuestra generación es muy duro leer estas historias, pero es muy importante que no nos olvidemos de lo que ocurrió históricamente, debemos recordar a las víctimas que fueron sacrificadas en nombre de esa injusta causa que fue el Holocausto nazi.
Esta novela es un testimonio más para aquellos que todavía se atreven a afirmar que el Holocausto no existió.