Por: Boaz Fariñas
Para el recitado del KADISH queda exento el esclavo y la mujer.
El Yalkut Yosef también enseña que por razón de modestia la mujer no dice rezos en público en voz alta. Shuljan Hamelej también resalta el hecho que en las ocasiones cuando no hay un pariente para hacer KADISH por el difunto, se puede "contratar" a alguien para que lo diga.
Existen comunidades conservadoras donde permiten que la mujer dirija no solo el Kadish sino todos los rezos, no siendo esta nuestra costumbre.
El Ben Ish Jai en su libro Torá Lishma escribe que la mujer no puede decir Kadish por sus padres. Rabino Rafael Cohen cita a Maran Ovadia Yosef Z”TL: “El que falleció sin hijos varones que digan Kadish sino una hija, la hija no puede decir Kadish en el Bet Hakeneset. Solo cuando se reúnen en su casa un minian para estudiar Torá o lectura de Tehilim la hija puede decir Kadish. Es apropiado contratar a alguien honesto que diga KADISH o un varón que acepte decir Kadish gratis por el difunto. (Jazon Ovadia 356). También se permite que la hija diga Kadish en voz baja al mismo momento que los hombres”.
El libro Tora Lishma 27 prohíbe enfáticamente que la mujer diga Kadish. EL Rabino Yitzjak Fadda Sh”lita al respecto dice lo siguiente:
“El gran erudito, autor de la obra Teshuba Meahaba, escribe que en la ciudad de Amsterdam se presentó esta situación –un hombre falleció sin hijos varones- y sus hijas pronunciaban el Kadish en su honor (del texto de dicha responsa se infiere que incluso lo pronunciaban en la sinagoga) y los rabinos de la ciudad no les impidieron hacerlo. El erudito autor de la obra Havot Yair –Rabí Yair Bajraj z”l- escribe en sus responsas que en realidad la pronunciación del Kadish puede ser realizada también por las mujeres, lo cual obviamente debe conllevar un gran mérito y descanso al alma del fallecido, pues se trata de su hija. De todas formas, escribe, no se debe autorizar este proceder, que las mujeres reciten el Kadish, pues este tipo de innovaciones puede llevar a severas distorsiones en la halajá, como observamos que ocurrió en los comienzos del movimiento reformista, comenzaron a realizar cambios que no se oponían estrictamente a la Halajá, y finalmente terminaron destruyendo los principios más importantes de la fe judía. Por ello, escribe dicho rabino, no se debe autorizar la pronunciación del Kadish por medio de las mujeres”.
La citada obra Teshuba Meahaba acota que observó en la ciudad de Praga una costumbre muy apropiada y es que se reunían en los sectores femeninos de la sinagoga ancianos y ancianas y recitaban Salmos en las mañanas después de la Tefilá de Shahrit, y tras culminar la lectura de los Salmos las mujeres huérfanas pronunciaban allí el Kadish. Sin embargo no lo hacían en la Sinagoga principal donde este proceder no era aceptado”.
La mujer no dirige el rezo de Kadish en la Sinagoga y lo más recomendable es solicitarle a un varón que recite Kadish por el difunto.
El Rabino Yitzjak Fadda agrega:
“En síntesis, la persona que fallece y no deja hijos varones en este mundo que puedan recitar el Kadish en su honor y para la elevación de su alma, si dejó hijas piadosas y recatadas que desean pronunciar el Kadish en honor a su padre, podrán hacerlo si reúnen un minian en su casa para el estudio de Torá o lectura de Tehilim, etc. sin embargo en la sinagoga no se debe autorizar esta costumbre”.
Que cada día podamos ser buenos y mejores judíos.
Tomado del libro "Tokfo Shel Boaz Preguntas y Respuestas" de Boaz Fariñas.
Mi nuevo libro plantea respuestas a preguntas enviadas por mis estudiantes en 18 países distintos.