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Metzitza B'peh

Por: Rav Daniel Shmuels

El Brit Mila

En la Parashá de esta semana leemos la base fundamental del pacto eterno que Dios hace con Avraham Avinu y con todas sus generaciones por venir, el pacto de la circuncisión, el Brit Milá. Este simple acto de Kabalat Ol y Emuná crea una base tan firme, básica y fundamental para el judaísmo que dentro de nuestra tradición oral se refiere a él como el Brit o en Yiddish, Bris; sencillamente, el pacto. En mi opinión, este acto de humildad y reconocimiento, por parte nuestra, de un solo Dios como Creador y Dueño de todo, es lo que ha permitido, a través de los siglos y de tantos intentos de exterminio, que sigamos existiendo, pues dicho signo es una expresión viva en nuestros cuerpos que nos recuerda, en carne propia, ese pacto; el cual, es un símbolo eterno y constante que Dios nos escogió entre todas las naciones del mundo para ser quienes llevamos a cabo Sus Mitzvot acá en la tierra.

Este pacto se ha convertido en el símbolo tradicional de reconocimiento entre las demás naciones del mundo y nosotros y por ello le tenemos tan especial afecto. Si bien, históricamente hablando, ha habido ocasiones en las cuales se nos ha prohibido llevar a cabo la circuncisión, es de común acuerdo que apenas se la pueda llevar a cabo se la realiza; es más, tenemos registros históricos donde judíos han preferido perder la vida antes de no llevar a cabo este pacto. Hay muy pocos casos conocidos en donde individuos, por opción personal, han decidido dejar de practicar la circuncisión. Tal es el caso del fundador del sionismo, Teodor Hertzel,  quien se rehusó a circuncidar a su hijo Hans; sin embargo, fue el mismo Hans quien eventualmente, en 1905, un año después de la muerte de su padre, decidió circuncidarse y quien, a pesar de su previo intento de convertirse al Bautismo, al Catolicismo y al Protestantismo, antes de cometer suicidio el día del funeral de su hermana Paulina, escribió en su nota de suicidio que un judío jamás puede dejar de ser judío a pesar de lo mucho que se someta a los rigores de su nueva religión (Princes Without a Home, Isle Stenberger). Esto, en mi opinión, nos muestra lo poderoso que es este pacto para todos y cada uno de nosotros como judíos. Paradójicamente, a pesar que todos llevamos a cabo este pacto, la forma como se lo lleva a cabo, el procedimiento como se realiza, determina la afiliación a una rama específica del judaísmo.

Qué es Metzitza B’peh

Es un aspecto de la circuncisión que muy pocos judíos conocen en nuestros días pero que en la actualidad está intentando crear nuevas legislaciones civiles en Norteamérica y que pone en duda el proceder Halájico de ciertas autoridades rabínicas. Muy probablemente este asunto no toca las comunidades pequeñas pero no por ello deja de ser importante y de actual atención.

La Metzitza B'peh, es la succión oral que lleva a cabo el Mohel cuando realiza el Brit, después que el Mohel corta el prepucio, él usa la boca, succión oral, para quitar la sangre de forma efectiva de la herida del miembro del niño para evitar cualquier problema de coagulación. Este procedimiento no es llevado a cabo en la actualidad por la gran mayoría de los judíos; sin embargo, dentro de la ortodoxia y la ultra ortodoxia judía es una práctica muy conocida que se lleva a cabo aún hoy en día.

Años atrás no había habido ningún problema con esto, aparte de la repulsión y el aspecto grotesco que el desarrollo de la modernidad ha hecho de ello, excepto que recientemente (a partir del año 2000 DEC) se han reportado varios casos en donde niños después de haber sido circuncidados han resultado con herpes; de los cuales, dos casos murieron. Esto llevó a las autoridades civiles norteamericanas a peticionar una ley en donde se prohibía tal acto para prevenir la transmisión de enfermedades; sin embargo, tal legislación no tuvo éxito y las autoridades civiles y de salud procedieron a exigir, bajo ley, una forma de consentimiento por parte de los padres donde se reconoce el riesgo de este procedimiento; empero, frente a esta exigencia legal, los rabinos locales prohibieron su uso rotundo y nuevamente la ley civil local fracasó hasta el punto de ser abolida y reconsiderar otro mecanismo preventivo.

Entonces, empezamos con las preguntas, ¿no se supone que debemos obedecer la ley local donde vivimos si no va en contra de nuestro judaísmo? ¿Es la Metzitza B'peh un paso obligatorio para que el Brit sea Kasher? Si lo es, ¿por qué la gran mayoría de judíos no lo llevan a cabo?

¿De dónde viene esta ley?

Tenemos que hacer un recorrido Halájico en donde partimos con esta pregunta fundamental; La primera vez que encontramos registro de esto es en la Mishná, donde dice:"Nosotros llevamos a cabo todos los requisitos de la circuncisión en el Shabat: nosotros circuncidamos, descubrimos, succionamos y colocamos una compresión con comino en ella (Shabat 19b)".

El asunto se complica un poco cuando eventualmente en el Talmud (Shabat 133b) Rav Papa establece que el no realizar la succión puede ser peligroso para el niño y todo Mohel que se niegue a hacerla debe dejar de ser Mohel. Este es el punto crucial, nuestros rabinos vieron la Metzitza como una medida de salud, mas no de procedimiento; sin embargo, hoy en día la interpretación de este pasaje del Talmud se toma como una parte fundamental del procedimiento sin tener en cuenta la salud del niño, que en principio fue lo que llevó a Rav Papa a hacer su comentario. Rav Papa está claramente hablando de la salud del niño porque si no se lleva a cabo la succión se puede poner en peligro al niño; vale decir, se pone en peligro la salud del niño, específicamente el sangrado, pues pueden aparecer coágulos en el miembro del niño. Entonces, ¿estamos interpretando apropiadamente la Halajá? ¿Hay diferentes maneras de interpretar la Halajá? ¿Es actualizar la Halajá cambiar la Halajá? Más aún, ¿podemos actualizar la Halajá? ¿Está la Halajá creada para no ser adaptada al cambio de los tiempos? ¿Cómo es posible que podamos utilizar un elevador de Shabat en Shabat pero no podamos mantener la seguridad de la salud de nuestros hijos?

¿Cómo interpretar esta Halajá?

Hay que establecer que actualizar la Halajá no es cambiar la Halajá y que de hecho nuestra sagrada Halajá está creada de tal forma que se puede adaptar al cambio de los tiempos sin que ella sea cambiada en esencia.

La historia nos cuenta que en 1836, en Viena, hubo un brote de enfermedad entre niños judíos recién nacidos. El rabino Elazar Horowitz observó en ese momento que todos los niños con la enfermedad habían sido circuncidados por el mismo Moel; más aún, observó que todos los niños mostraban los mismos síntomas; a saber, un brote a nivel eruptivo en la piel que surgía del miembro del niño y subía al resto del cuerpo. El rabino Horowitz consultó con médicos quienes en última instancia sugirieron que la succión podía ser la causa de la enfermedad y debido a esta conclusión el doctor Wertheim le dijo que la misma limpieza que la succión hace podía ser llevada a cabo con una esponja sumergida en vino aplicada a la incisión mientras el Moel aprieta el miembro del niño. Frente a esto, Horowitz inmediatamente le escribió a su Rosh Yeshiva, al mejor estilo de Shailot Utshuvoit cuando Responsa inicio siglos atrás, el rabino Moshe Sofer, preguntándole acerca de la validez del nuevo método propuesto y si se era apropiado llevar a cabo esto. Sofer le respondió diciendo que el nuevo método era aceptable porque había estudiado la etimología de la palabra succionar en hebreo y en arameo; a saber, Matzatz. Esta palabra implica succionar pero no necesariamente con la boca; de hecho, Sofer prosiguió a agregar que el método del Brit ya había cambiado puesto que la Mishná exige el uso de comino en el vendaje que protege el miembro circuncidado del niño pero a través de las generaciones esa especie ha sido cambiada por otras sustancias más apropiadas y efectivas.

Metzitza con un tubo de vidrio

Debido a esta regulación del rabino Sofer, muchos rabinos, a partir de ese momento, instituyeron la práctica de otros métodos de succión que hasta hoy en día seguimos practicando y que no van en contra de nuestra sagrada Halajá; de hecho el RCA, Rabbinical Council Of América, el 7 de junio del 2007 DEC, estableció la "Aclaración Halájica de la Metzitza B'peh", en donde los Poskim consultados están de acuerdo que la Halajá permite el uso de un tubo de vidrio para hacer la succión y que es apropiado para todos los Mohalim hacerlo dado los problemas de salud involucrados. Sin embargo, la Metzitza B'peh se sigue llevando a cabo dentro de la ortodoxia y mucho más dentro de la ultra ortodoxia, argumentando que ella es parte del Mandamiento y por consiguiente no puede ser omitida o cambiada.

Pero como se ha expuesto, no se ha cambiado la Halajá para nada, se sigue al pie de la letra la realización del verbo utilizado en la Mishná y en el Talmud: Matzatz, succión, pues en el caso de la esponja sumergida en vino, es la esponja la que hace la succión con la ayuda de la presión llevada a cabo por el Mohel, donde no deja de hacer la succión por cuanto es él quien está haciendo la presión con la esponja y por consiguiente sigue llevando a cabo el Brit.

Aparte de ello, estos pocos grupos se enfocan en la letra de la ley tal cual más no en el significado de la letra de la ley que en este caso es el de salubridad del niño y piensan que el citar a Rav Papa los hace más eruditos pero más bien, como se ha expuesto, los hace mal intérpretes de las intenciones de nuestros Sabios. Más aún, el que se lleve a cabo un Brit con una Matzatz y no una Metzitza B'peh no implica que ese acto, ese pacto, no sea un Brit Kasher y mucho menos, Jas BeShalom, por ende, poner en duda tanto el judaísmo del niño como el de los padres. Basta con preguntarle a este selecto grupo de rabinos, ¿quién le llevó a cabo la Metzitza B'peh a Avraham Avinu? ¿O si más bien lo que se hizo en ese caso fue una Matzatz? Y si ese es el caso; entonces, ¿dónde queda el judaísmo de nuestro primer patriarca? Infortunadamente, en este caso, la respuesta repetitiva en donde se afirma con absoluta seguridad que Dios lo hizo todo milagrosamente no encaja aun cuando a esto se agregue que en ese momento no había Halajá; más aún, porque nuestros Midrashim y Hagadot talmúdicas nos afirman que los patriarcas de Israel cumplieron la Halajá al pie de la letra, no podemos escoger y elegir qué fue milagro y qué no lo fue para manipular las situaciones y exigencias cotidianas al mejor acomodo.

Conclusión

En conclusión, como lo he expuesto aquí, un Brit no deja de ser Brit porque no se haya llevado a cabo la Metzitza B'peh. En el caso del Brit Milá, es necesario una Matzatz de acuerdo a la Halajá; sin embargo, esto se puede llevar a cabo hoy en día de diferentes maneras que la Halajá permite y que a su vez no cambian la esencia de la misma; es por ello mismo, que la gran mayoría de judíos hoy en día no llevan a cabo la Metzitza B'peh en el Brit. Esto quiere decir que el actualizar la Halajá, bajo ninguna circunstancia es cambiar la Halajá; por el contrario, es modernizarla y ponerla al servicio de las Mitzvot que tenemos que llevar a cabo, tal cual como se hizo con el comino en donde no hubo ningún inconveniente y más aún cuando estamos hablando de poner en riesgo la salud y la vida de nuestros niños.

Si retomamos la pregunta inicial de la obligación de obedecer la ley civil local donde vivimos; técnicamente, esta legislación no nos afecta por cuanto la succión, de acuerdo a la actualización de la Halajá, no se necesita hacer con la boca; sin embargo, cabe aclarar que desde que la ley civil local no vaya en contra de nuestro judaísmo, es nuestro deber obedecerla. Ahora bien; como siempre, dejo una pregunta abierta y esta ocasión no es la excepción; si bien, la Metzitza B'peh no es obligatoria, la pregunta que surge es a nivel de tradición más no de Halajá; a saber, ¿debemos continuar la tradición de la Metzitza B'peh para continuar siendo judíos sin importar si ponemos en riesgo la vida de nuestros niños o es la actualización de nuestra Halajá la herramienta para seguir siendo judíos en estos tiempos y así seguir siendo Shomer Mitzvot?