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Homenaje a Rolf Goldschmidt Z”L

Por: Dr. Rami Mikler

ND: Rolf Goldschmidt Z”L quien fuera en una época presidente de la AIM, falleció muy joven, pero no si haber contemplado lo esencial de la vida. Rindiendo un homenaje a éste personaje de nuestra comunidad, publicamos a continuación las palabras del Dr. Rami Mikler, su primo, pronunciadas el día de su entierro, las cuales hacen un retrato perfecto de su personalidad abrazadora.

Es muy difícil hablar de Rolfi como un recuerdo, cuando aún no entendemos y no nos acostumbramos a su ausencia. Hablar de Rolfi como un recuerdo, es para mí, todo un desafío, porque Rolfi y yo, los dos primos que el tiempo unió al permanecer en Bogotá, compartimos muchos momentos donde sin ser compinches ni confidentes, podíamos comunicarnos con sinceridad, tranquilidad y con el corazón abierto.

Y es que a la ausencia de Rolfi, va a ser muy difícil de acostumbrarse porque tenía la inmensa capacidad de moverse en muchísimos escenarios y de llenar el espacio con su presencia. 

En familia, donde tuvimos tantas y tantas oportunidades de disfrutarlo, por ejemplo todos los años en el Seder de Pesaj en los últimos 30 años, siempre repetía: ”Cómo nos divertimos en este Seder, ¡es la mejor fiesta del año!”  Porque por más larga que fuera la noche, siempre había un espacio para el chiste, o para la pregunta de historia o para los cálculos matemáticos sobre las plagas etc. Igualmente en Rosh Hashaná, siempre con una conversación de sobremesa que podía ir desde la actualidad israelí hasta los nuevos drones, o el origen transgénico del maíz… o cualquier otro tema.

Rolfi siempre estuvo comprometido con el deber de conocer y difundir la historia. Compromiso muy claro para él. Hace unos años, a solicitud de mis hijos, organizó un paseo por los sitios emblemáticos de nuestra historia familiar en Bogotá, la casa donde llegaron nuestros abuelos de Alemania escapando de la guerra, la casa donde posteriormente él y sus hermanos crecieron, al igual que los sitios donde vivimos nosotros al llegar de Israel. Y todo este compromiso histórico familiar culminó con su meticulosa, seria y amplia investigación que plasmó con su puño en su majestuoso libro “Destinos Truncados”, que nos dejó a toda la familia como su legado y que presentó en la Feria del Libro de hace un par de años.

Pero su pasión era la música y de esa pasión darán fe mi hijo Eathan y Yael, a quienes Rolfi logró transmitirles ese gusto por la ópera y la música clásica en sus varios encuentros donde compartían ese placer.

Tampoco puedo olvidar nuestras citas para almorzar cada mes que no siempre podíamos cumplir, pero que cada encuentro era como una oxigenación para nuestros ajetreados caminos.

Ahora bien, como comunitario, trabajó intensamente en varios periodos de Junta Directiva hasta que llegó a ser presidente de la AIM que llevaba en su corazón. Alma, Vida y Sombrero le puso a su gestión como presidente y eso le costó algunas dificultades con sus colegas. Quiso creer siempre en el sueño de una comunidad unida, grande y vigorosa, retándose a encontrar caminos nuevos y creativos que hicieran permanecer el ideal de nuestra comunidad. Además hace unos años donó todos sus libros de contenido judaico, más de doscientos, a la biblioteca de la AIM, demostrando una vez más su profundo gusto por la lectura y su amor por la AIM.

Como hijo, sencillamente ejemplar. Incondicional.  

Como padre, la emoción de hablar de sus hijas, solo comparable o superada cuando mostraba las fotos de sus nietos, y una lágrima hacia brillar sus ojos.

Como tío, tuvo en Joani, Karen, Ilanit y Yael al igual que en mis hijos: Jonathan Dana y Eathan, su mejor fanaticada. Cuánto amor incondicional había para todos ellos.

Igualmente siempre habló con orgullo de sus hermanos. No siempre fueron tiempos de mieles, también hubo tropiezos en sus caminos, pero como dije antes, siempre los amó desde lo más profundo de su corazón y añoraba los momentos junto a ellos.

Con sus entrañables amigos que durante 30 años jugaron a las cartas regularmente, pero que después de unas trivialidades, tristemente dejaron de hacerlo. Pero el martes pasado, sin sospechar que fuese la última vez, volvieron a sentarse juntos en la misma mesa, y como antaño, se divirtieron jugando a las cartas riéndose de la vida.

Rolf fue un hombre que enfrentó la vida con sus mieles y sus dificultades, con una valentía y una fortaleza, que muchos quisiéramos haberle aprendido. Siempre positivo, siempre soñador. Nunca, ni en sus días más difíciles, que no fueron pocos, nunca lo vi desanimado, nunca lo vi derrotado. Rolfi siempre fue un luchador. Rolfi fue pasión, fuerza, conocimiento, transcendencia, y sobre todo un extraordinario ser humano.

Ese era mi primo Rolfi, mi primo el escritor como yo jocosamente lo llamaba.

Y ya para terminar quiero leerles la dedicatoria que escribió en su libro Destinos Truncados, dedicatoria a su padre, donde su padre le enseñaba que los sueños nunca deben de acabar, y que el trabajo, el respeto a los demás, la ayuda a los necesitados, el honor y el agradecimiento son los pilares para una vida recta y decente. Su padre, a quien acompaña desde hoy, deberá estar orgulloso de su hijo y su madre, sus hermanos, sus hijas, nietos, primos y sobrinos y amigos seguiremos con su legado. 

Rolfi: puedes descansar en paz y te despedimos con amor.