Imprímeme

Entre opiniones estrictas e indulgentes

Por: Rav Daniel Shmuels

Anteriormente se ha hablado de la hermenéutica que es intrínseca a la Halajá y cómo a partir de ella se analiza y legisla. Así mismo se ha escrito en este espacio que nuestra sagrada Halajá, en muchos casos de la vida actual cotidiana, no tiene una opinión única sino que oscila entre una opinión estricta y una opinión indulgente, ambas cubiertas por ese espectro que es la hermenéutica Halájica. Entonces, a través de todo Mesora podemos ver cómo la Halajá establece que cuando hay una duda frente a una situación novedosa se tiene que legislar del lado indulgente y no del más estricto; empero, ese no es el caso que vemos en la actualidad. De hecho, como se ha ejemplificado en ocasiones anteriores, podemos ver como nuestros actuales Poskim legislan de acuerdo a la opinión más estricta y no la más indulgente, a pesar de las dudas que existen dentro de una u otra situación.

La pregunta que surge en este punto es precisamente esa; a saber, ¿por qué en la gran mayoría de textos escritos sobre Halajá siempre se legisla del lado más estricto? Anteriormente vimos como uno de los más grandes Poskim de nuestros tiempos legisló la permisibilidad de un dispositivo auditivo debido a las dudas técnicas del mismo; sin embargo, al final de su legislación establece que el proceder más adecuado es no dirigirse directamente a una persona que esté utilizando este dispositivo en Shabat, a pesar que todo su análisis desbanca cualquier posibilidad de transgredir las Melajot del día. 

Para dar una posible, mas no única, respuesta a esta situación, que en última instancia está convirtiendo nuestra Halajá en un veredicto unilateral, pretendo analizar los posibles motivos de este devenir dentro de nuestro judaísmo. 

En este punto es necesario aclarar que una cosa es optar por una opinión Halájica, bien sea la más estricta o la más indulgente, y otra muy diferente es criticar desde la ignorancia legislaciones básicas de nuestra Halajá que se encuentran en el Talmud, la Mishná Torá o el Shuljan Aruj, por el simple hecho que esa persona no fue educada en el marco normativo de la Halajá. El problema aparece nuevamente cuando “manuales” de Halajá son leídos por esta gran mayoría de judíos que buscan acercarse a nuestras costumbres y se encuentran con legislaciones unilaterales. 

Desde mi experiencia, el motivo por el cual una persona se puede adherir a la opinión más estricta tiene que ver con el hecho de agrupar la mayor cantidad de Poskim y sus respectivos Haskamot para así cubrir el comportamiento actual de la gran mayoría de comunidades ortodoxas. Ahora bien, la otra cara de la moneda tiene que ver con la relación que el autor tiene con los lectores; es decir, ¿a quién se está dirigiendo puntualmente el autor? En este caso, hablo desde la primera persona, uno nunca sabe qué tanto los lectores pueden entender y comprender de un texto fragmentado como los que se presentan en este espacio; más aún, es deber del autor ponerse en el lugar del lector para que no llegue a mal entendidos o peor aún, que cuando el lector haya entendido llegue a deducciones incorrectas a partir de un solo caso. Supongo que ese es el gran riesgo de escribir como compilador y no como legislador.

Sin lugar a dudas, hay otro factor que lleva a escritores Halájicos a seguir la opinión más estricta en sus trabajos; a saber, “conformismo ético”. El conformismo ético es el comportamiento de una persona que se adhiere a la opinión de la mayoría para no entrar en discordia social o en una retórica explicativa que puede producir discordia entre un grupo social. Por ejemplo; el que un autor se adhiera a la opinión más estricta, que a su vez cubre la mayoría de Poskim, para no involucrarse en la complejidad de un desacuerdo Halájico y así cubrirse de todo mal. 

Así mismo, hay otro factor compuesto que lleva a estas legislaciones estrictas sin posibilidad alguna a que las legislaciones indulgentes tengan lugar. Se trata del ideal espiritual judío. Ideal que llamo compuesto porque son dos las filosofías que lo guían actualmente, Mussar y Jasidut. Sin entrar en detalles particulares de cada una de ellas, podemos observar como ellas han penetrado la Halajá, en donde se propone una especie de sacrificio beneficioso al optar por una posición más estricta que supuestamente construye y expresa en acciones (más estrictas) un mayor Yirat Jet e Yirat Shamayim. Esto lo vemos en una gran cantidad de escritos Halájicos en donde los Posekim usan expresiones como: “Es apropiado ser estricto en relación con esto”, “una persona temerosa de Dios debe adoptar la posición más estricta frente a esto” o “aquel que es estricto será bendecido”. Esta clase de sub texto hace que la gran mayoría se dirija a ese camino en pro de una espiritualidad mayor. No con ello se propone ser “acomodadizo” con la Halajá y hacer una propia legislación sin ninguna base normativa. Por el contrario, esa mayor espiritualidad puede ser obtenida con la opinión más indulgente porque está dentro del marco de la Halajá.

A continuación se presenta la paradoja de lo que es la opinión estricta frente a la indulgente y el resultado de la misma. Un texto Halájico que tomó el camino de la opinión más estricta en beneficio de una mayor espiritualidad es la Mishna Brura, cualquiera que la haya estudiado puede observar como cada legislación toma la precaución de anotar la importancia de tomar la posición más estricta. Ahora bien, la intención del Jofetz Jaim o rabí Yisrael Meir Kagan no era imponer la opinión más estricta sino dar lugar a la posibilidad de hacer una elección individual y dar lugar a una opción indulgente personal. He aquí la paradoja, muy opuesto a su objetivo, el establecimiento Haredi ha tomado el majestuoso trabajo del Jofetz Jaim como un manual de la manera como se debe seguir la Halajá en una única perspectiva estricta. 

De una u otra manera podemos observar en nuestros días como la opinión indulgente, aun cuando válida, no es tomada en cuenta en muchos de los escritos Halájicos. Entonces, si los análisis y las deducciones meticulosas de nuestros Poskim resultan indulgentes, ¿por qué sigue existiendo la necesidad de los mismos de finalizar su legislación con una posición estricta preventiva?