Por: Orli Glogower
Nuevamente con nosotros, la señora Margie Szerer, una comunitaria de Medellín, radicada hace muchos años en Estados Unidos y que se encarga de dictar conferencias y enseñar Torah a mujeres alrededor del mundo, estuvo de visita por Bogotá, y el martes seis de marzo en la sinagoga de la 94, realizó un fabuloso shiur –estudio- acompañado de un almuerzo espectacular, con una asistencia de más de 60 personas.
Margie, que vuelve cada cierto tiempo al país que la vio crecer, cuenta que le gusta devolverle a su comunidad, un poco de lo que le dio a ella mientras crecía. Así que por eso, cada vez que viene, trae consigo ciclos de conferencias, para el colegio, las sinagogas, entre otros, en donde puede enseñarle un poco a toda la gente de la comunidad.
La clase de ese día fue sobre el libre albedrío, un tema que probablemente nos ha cuestionado en algún momento: ¿Somos libres de escoger nuestro camino o no lo somos?
Todo ser humano puede ser la mejor versión o la peor versión de sí mismo, por eso la conclusión es que sí se tiene libre albedrío, por el hecho de que siempre se puede escoger, y siempre que es así, va a ser libre de escoger entre lo correcto y lo incorrecto. Se es libre de escoger, y de aprender a escoger. No todos están en la misma situación en la vida y no hay que aprender las mismas cosas, así que cada cual tomará decisiones distintas, y lo más importante es que cada cual recibe a consecuencia con respecto a su propia decisión.
El Rabino Yaacov Hillel dice: libre albedrío es querer hacer el bien, finalmente creo que todos muy en el fondo sabemos diferenciar entre el bien y el mal, hay cosas que el mismo corazón nos dice cuándo están correctas y cuando no.
La clase finalizó con un almuerzo en el gran salón de la sinagoga de la 94, acompañado de maravillosos comentarios de la asistentes, hacia Margie y hacia su clase.
Admirable camino de la señora Margie, cuya siguiente visita esperaremos con ansias. Felicitamos a la sinagoga de la 94, por prestar el techo para ésta interesante morá de judaísmo.