Imprímeme

Judíos potenciales

Por: Jack Goldstein

Hace 80 años éramos 18 millones. Jamás hubo tantos judíos en el mundo. Las estadísticas más generosas dicen que hoy somos unos 14 millones (6 en Israel y 6 en Estados Unidos y 2 en el resto del mundo). Hace dos mil años, en la víspera de la revuelta de Bar Kojba, los cálculos dicen que podíamos ser cerca de 5 millones, o un 10% de la población de la cuenca del Mediterráneo.

Muchas son las explicaciones plausibles del porqué de nuestros escasos números. Que por nuestra reticencia a convertir o “evangelizar”, que por las masacres, que por nuestro alto nivel económico e intelectual. Sea la razón que sea, lo claro es que somos pocos y porcentualmente, cada vez somos menos, incluso en Israel. Y como los cambios legislativos y halájicos se dan por razones de peso prácticas y concretas más que por elucubraciones metafísicas y religiosas, el tema de las conversiones toma cada vez más relevancia. Las implicaciones también son evidentes, pero no son tema de esta nota. Estas líneas tienen únicamente la intención de generar un impacto estadístico. Las razones de potenciales cambios legislativos o halájicos sencillamente tienen que ver con la imperiosa necesidad de mantener la mayoría judía en un Israel que quiera ser democrático, en un mundo donde la bomba atómica del mundo musulmán radical no es otra más eficiente y calamitosa que la fecunda matriz de sus mujeres.

Un comité organizado por el Ministerio de la Diáspora llegó a una serie de conclusiones y recomendaciones para definir políticas y estrategias a seguir que les comparto en el siguiente link del diario Haaretz. Para efectos de brevedad y contundencia, les participo a continuación los números estimados a los que le pudiera apostarle Israel, si eventualmente el Estado decidiera atraer esas masas a nuestro pueblo.