Por: Rav Daniel Shmuels
Hay 4 días especiales dentro del calendario israelí que no aparecen en todos los calendarios judíos. Estos 4 días especiales, los cuales deberían estar establecidos Halájicamente, desde su aprobación formal por el Estado de Israel son: Yom HaShoah, Yom HaZikaron, Yom HaAtzmaut e Yom Yerushalaim.
Sí, en una gran mayoría de calendarios aparecen pero no en todos y ese es el índice principal para saber que no son considerados por la Halajá para Klal Israel. La ausencia del nombre en determinada fecha es sólo el inicio de una duda permanente que nos debería intrigar a todos nosotros como parte de Klal Israel; a saber, ¿por qué esos días especiales no están formalmente incorporados dentro de nuestra Halajá? Más aún, ¿por qué los Rabonim y las congregaciones mundiales no se han unido para establecer un compendio de Minjaguim a seguir como un solo pueblo?
Estos días no tienen Halajá, ni la tendrán en ningún futuro cercano o lejano. Para ello deberíamos empezar por instituir Minjaguim generales para Klal Israel desde el ámbito religioso y no sólo civil; igualmente, sería apropiado no destituir por completo los pocos intentos del Gran Rabinato por considerar, aun cuando sea, un par de estos días y tomar de sus propuestas lo que puede nutrir una posible inclusión de estos días dentro de nuestra sagrada Halajá. Sin lugar a dudas estos días, en sus fechas establecidas civilmente, deben ser conmemorados cuando hablamos de Yom HaShoah, honrados cuando hablamos de Yom HaZikaron y festejados cuando hablamos de Yom HaAtzmaut e Yom Yerushalaim.
Es nuestro deber como Baalie Batim y como líderes religiosos comunitarios instituir Minjaguim generales permanentes que reconozcan la importancia de cada uno de estos días para la historia del pueblo judío. Tal cual como muchos eventos en la historia de nuestro pueblo que se fueron institucionalizando con el paso del tiempo para eventualmente tener su fecha formal y su lugar en la Halajá. El caso más próximo que tenemos en nuestro calendario de este tipo de devenir en nuestra Halajá es el de Lag BaOmer. La pregunta a seguir sería entonces, ¿si a pesar del rotundo antagonismo de aquellos que se oponen a esta idea y de la ausencia o incongruencia en las diferentes costumbres que existen alrededor del mundo, se pudieran incluir estas fechas dentro de la Halajá estableciendo Minjaguim generales para Klal Israel pero específicos para cada ocasión?
El asunto no es fácil desde la perspectiva religiosa porque las opiniones están radicalmente divididas. Sin embargo, los análisis presentados por aquellos que se oponen a cualquier tipo de Halajá o Minjag general suelen caerse por su propio peso. Cabe resaltar que estas opiniones no son decisiones Halájicas sino propuestas frente a otras propuestas que tampoco pretenden ser decisiones y esto apunta directo al centro de la problemática; es decir, no hay una posición Halájica (esto también incluye Minjaguim) clara frente a todos y cada uno de estos días.
A pesar que tres de estos días ya han pasado, en esta ocasión se puntuará sobre el primero de ellos. Yom HaShoah VeHaGuevurah, literalmente Día del Holocausto y del Heroísmo, comúnmente conocido sólo como Yom HaShoah, se conmemora el 27 de Nisán a partir del 12 de abril de 1951 por decreto del Kneset. A partir de ese entonces se imprime en todos los calendarios Israelíes esta fecha como parte formal del ciclo anual. Así mismo, su nombre oficial se estableció el 19 de agosto de 1953 bajo ley formal del Kneset para Medinat Israel; de cualquier manera y a pesar de ello, se sigue refiriendo a él sencillamente como Yom HaShoah. En Medinat Israel suena una sirena dos veces, una al caer el sol y otra a las 11 de la mañana en donde los transeúntes y el tráfico se detiene por dos minutos, las banderas nacionales son bajadas a media estaca, los programas de televisión y radio se enfocan en acontecimientos relacionados con la Segunda Guerra Mundial que trajo esta destrucción a nuestro pueblo y los negocios de entretenimiento como cines, bares, etcétera, no abren sus puertas.
Por su lado, el mundo religioso ortodoxo no presenta ningún cambio en el rezo ni en las prácticas internas de los hogares; ello, a pesar de la gran cantidad de eventos que se llevan, de una u otra forma, en todo el mundo a nivel comunitario. Empero, decir que el Gran Rabinato de Israel no ha intentado implementar prácticas religiosas frente a las tragedias ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial sería una falsedad; de hecho, el Rabinato intentó incorporar al ayuno menor del Asará BeTevet, este reconocimiento dándole el nombre de Yom Kadish Klali, Día del Kadish General.
A primera vista se puede observar este intento como absurdo en tanto ese día ya está institucionalizado como ayuno menor a la vez que no enfatiza sobre las tragedias que sufrieron las víctimas judías de este genocidio. Pero es importante entender y analizar cuál era la idea de la Rabanut en su primera propuesta en 1948. Debido a la gran cantidad de asesinatos y muertes masivas durante el holocausto es imposible determinar cuál era el día en que alguien tenía un Yortzait, igualmente muchos fallecidos no tenían familiares inmediatos que pudieran decir Kadish por ellos; entonces, con un Yom Kadish Klali se puede decir Kadish por aquellos que tienen familiares pero que no tienen una fecha exacta para su Yortzait y para aquellas almas que no tuvieron familiares que pudieran decir Kadish también habría una fecha en donde se pudiera recitar el Kadish en nombre de ellos. Es indudable que la elección de nombre y la intención en este caso es más que apropiada para la ocasión; sin embargo, la fecha aún presenta una serie de inconvenientes.
El motivo por el cual se escogió el 10 de Tevet y no otro día tiene varias razones. La primera es simple; a saber, introducir la más reciente tragedia alrededor de una cadena ya establecida de tradición como la destrucción del Primer Templo permite que no se introduzca ninguna novedad Halájica, recordemos que, gracias al Jatam Sofer, el temor más grande que tiene el Rabinato, aún en nuestros días, es hacer Jidushei Torá. Entonces, continuar con esta cadena de tradición permite mantener la destrucción del Templo como el paradigma de las tragedias judías y no se ha hecho ningún tipo de novedad al calendario judío.
Pero, ¿por qué no incorporar esta tragedia a Tisha BeAv como tantas otras tragedias medievales fueron incluidas? La respuesta yace en que el ayuno menor de Asará BeTevet era en ese momento histórico el menos observado entre todos los ayunos menores circundando los eventos de la destrucción del Templo. Muy probablemente el estar aislado en el invierno, lejos de los demás ayunos que giran alrededor de este tema, influyó para que su práctica no fuese tan fuerte como los demás. Es así como el Rabinato vió la posibilidad de incorporar a este día una nueva conexión con la cual todo el pueblo se pudiera identificar y beneficiar a nivel religioso.
Lamentablemente para el Rabinato esta propuesta no tuvo ningún tipo de aceptación. No la continuó el mundo civil israelí, no la continuó la comunidad ortodoxa israelí, no la continuó la comunidad laica y religiosa en la diáspora. El haber escogido una fecha que establece una continuidad con el pasado y cuyos eventos y circunstancias sociales son completamente diferentes a los del holocausto no era una posibilidad alguna. Lejos de considerar al holocausto como la catástrofe que fue, el Rabinato decide incorporarlo en una cadena Halájica menor de acontecimientos milenarios para poder fortalecer un ayuno menor que los salvaguarda de hacer Jodushei Torá en lugar de enfrentar y aceptar el holocausto como una categoría devastadora por sí misma y establecer o aceptar una nueva fecha que forme parte del calendario judío y por ende de la Halajá.
El motivo por el cual la fecha en el calendario es tan importante es porque ello hace que ese día sea incorporado dentro de nuestra Halajá. En última instancia el Kneset determinó la fecha, una semana después del último día de Pesaj en Israel y una semana antes de Yom HaZikaron.
Esta fecha confronta igualmente otras oposiciones. La primera gran objeción es la fecha establecida por el Kneset puesto que ella se encuentra en el mes de Nisán. De acuerdo a la Mishna y, legislando de acuerdo a ella, también el Shuljan Aruj establecen que el mes de Nisán es un mes de celebración y regocijo donde no podemos tener expresiones públicas de duelo; he aquí la contradicción obvia de esta legislación, el último día de Pesaj decimos Yizkor y esa es una expresión pública de duelo. Así mismo, tenemos un periodo de semi duelo durante el conteo del Omer con observancias públicas de duelo como no afeitarnos, no cortarnos el cabello, no bailar, etcétera y para la gran mayoría de Israel ese semi duelo incluye la mitad del mes de Nisán. Entonces, ¿dónde queda el sólo regocijarnos y festejar durante el mes de Nisán? Es tan simple como esto, ¿por qué no aceptar este día e introducir un comportamiento apropiado para el día sin quitarle la emoción al conteo y sin llevar un duelo público formal completo como las ocasiones ya mencionadas?
Un punto controvertido en relación con este día son las prácticas religiosas que se deben introducir dado que la parte civil tanto en Israel como en la diáspora tienen sus actividades particulares. Es factible que haya Rabonim alrededor del mundo que enfaticen prácticas religiosas en todos los hogares y en los servicios en la sinagoga. Con gran esfuerzo y dedicación y analizando puntualmente las Hiljot que rigen el mes de Nisán he logrado incorporar a nivel familiar, comunitario y en la sinagoga varías prácticas para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos no olviden ni menosprecien la importancia de este día en la historia de nuestro pueblo.
Las atrocidades del holocausto tienen que ser recordadas, respetadas y conmemoradas por todos los judíos del mundo. Es importante que cada hogar prenda una vela de Yortzait al caer el sol para iniciar el 27 de Nisán en nombre de todos aquellos que fallecieron durante el holocausto, para aquellos de quienes jamás sabremos una fecha exacta de Yortzait y para aquellos que jamás tuvieron quien encendiera una vela de Yortzait por ellos, sin importar si familiares o conocidos nuestros estuvieron directa o indirectamente vinculados en el holocausto, esta es una tragedia para todo el pueblo de Israel. Igualmente en la sinagoga debemos tener en el Shuljan o en el Shtandle del Shliaj Tzibur una vela de Yizkor al iniciar los servicios de Maariv del 27 de Nisán que arda a lo largo del día para el mismo propósito. Igualmente es apropiado y no va en contra de nuestra Halajá que todos aquellos que podemos recitar Kadish lo hagamos en unísono durante este día bajo el mismo concepto anterior en las partes pertinentes de cada uno de los rezos. En aquellas comunidades donde se permite que las mujeres también reciten Kadish, es fundamental y de suma importancia que ellas también se unan a este propósito. Es inapropiado incorporar o modificar el rezo para este día en la actualidad hasta que Klal Israel llegue a un consenso unánime frente a este aspecto; de cualquier forma, si una comunidad entera está de acuerdo en rezar Tajanún completo en conmemoración de las calamidades ocurridas durante los años del holocausto, ello está permitido y sería un primer paso para que una adición pro activa frente a la importancia que se debe enfatizar Halájicamente en este día. Sólo nos resta preguntarnos, ¿de verdad queremos que Yom HaShoah sea un día especial en el que conmemoremos a las víctimas del holocausto también a nivel religioso?