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Halajá, Rabanut y Taglit

Por: Rav Daniel Shmuels

Taglit, también conocido como "Birthright" en inglés, o "derecho de nacimiento" en español, y el cual literalmente significa "descubrimiento" en hebreo, es una organización educativa sin ánimo de lucro norteamericana formada en 1994 cuya sede central se encuentra localizada actualmente en Yerushalaim. El propósito de esta organización es patrocinar un viaje de 10 días al estado de Israel para jóvenes graduados de secundaria que tengan legado judío entre las edades de 18 a 26 años. Hasta el momento más de 500,000 jóvenes de legado judío provenientes de 64 países diferentes han logrado visitar Israel por medio de este proyecto. La organización propone que con este viaje a Israel los participantes "descubran" un nuevo sentido a su identidad judía y obtengan una conexión con la historia y cultura judía. Técnicamente la idea es abrumadora; sin embargo, la realidad frente a la cual se enfrenta la organización es un tanto contradictoria en la praxis por cuanto no es necesario ser judío, dentro del contexto Halájico, para poder tomar parte de este viaje gratis a Israel. 

En principio Taglit estaba dirigido para jóvenes judíos; es decir, judíos de acuerdo a la definición Halájica; a saber, hijo de una madre judía bien sea de nacimiento o de conversión y sin distinción de afiliación; o sea, podían pertenecer a cualquier denominación judía reconocida. De cualquier forma, la premisa continuaba siendo que los jóvenes fueran hijos de una madre judía. Sin embargo, debido a que aproximadamente el 50% de las donaciones que recibe la organización provienen de filántropos individuales, el criterio de elección para poder tomar provecho del viaje cambio de judío a alguien con legado judío. Pero, ¿que quiere decir legado judío? Y más allá de ello, ¿qué tiene que ver la Halajá y la Rabanut con todo esto si se está hablando de una organización ajena a estos dos?

Taglit establece que  "legado judío" hace referencia a que todos los participantes se deben identificar como judíos y que a su vez deben ser reconocidos como judíos por su comunidad local o por una de las tres denominaciones reconocidas de judaísmo; a saber, ortodoxa, conservadora o reformista. Así mismo, deben tener uno de los dos padres judío de nacimiento o haber finalizado un proceso de conversión por cualquiera de las tres denominaciones ya mencionadas. Si una persona aplica desde uno de los países de la antigua Unión Soviética, solo es necesario que uno de los cuatro abuelos haya sido judío de nacimiento.

En principio, este criterio de elección es lo que perturba a la Gadol Rabanut de Israel; sin embargo, es factible que el establecimiento Haredi tenga una mayor oposición a Taglit no como organización per se sino como organización que recibe el 25% de su presupuesto por parte del gobierno israelí, aproximadamente doce millones de dólares anuales. El gran rabinato rechaza profundamente que el gobierno provea esta cantidad a una organización que da viajes gratis a personas que bajo su marco de referencia no son judíos, enfatizando que la creación del estado de Israel fue dada para otorgar un "estado judío a judíos", estado donde "solo matrimonios y divorcios judíos (léase ortodoxos) son aceptados para asegurar el linaje judío de sus habitantes". Cabe anotar que hasta el momento en que los estándares para el criterio de elección de Taglit cambiaron la Rabanut no se había pronunciado. Aparte, no tengo la información política del verdadero motivo por el cual solo los matrimonios y divorcios religiosos ortodoxos son aceptados en Israel; empero, tal es la perspectiva del establecimiento Haredi.

La absoluta oposición de la Rabanut frente a esta situación radica en la definición de judío y legado judío. Halájicamente hablando, judío y legado judío son sinónimos. Tanto el Talmud, la Mishná Torá y el Shuljan Aruj establecen una equivalencia entre los dos términos y determinan que ambos son dados por línea materna; de hecho, a lo largo de todo el Talmud hay cantidad de Hagadot que se encuentran en Eyn Yaakov que hablan al respecto y ratifican la posición de la Rabanut. Para la Rabanut, el patrocinar esta organización es "ir en contra de los valores morales y éticos del judaísmo"; por cierto, está frase se ha convertido últimamente en el emblema del establecimiento Haredi, pues toda propuesta legislativa para destituir algún proceder es finalizada con este decir. 

Otro punto que la Rabanut expone como  inverosímil para que el gobierno provea fondos a esta organización es que, en muchos casos, el supuesto padre o madre judía no pertenecen activamente a ninguna denominación judía y jamás han asistido a servicios religiosos en ningún tipo de sinagoga o templo y es solo el concepto de supuestamente ser judío lo que en realidad existe. En este punto no se está hablando que uno de los padres o que ambos padres no son observantes, se está hablando de padres que no son judíos y por consiguiente no tienen el más mínimo concepto de judaísmo para sí o para sus hijos. En estos casos, el proceder habitual es volverse miembro de una sinagoga reformista local para que esta emita una carta de "legado judío" y asunto resuelto; sin embargo, en la mayoría de los casos ni siquiera una carta es exigida por Taglit ya que un apellido "míticamente" judío hace las veces de la misma. Para la Rabanut, estos casos sencillamente son "oportunistas" en busca de un viaje gratis a Israel mientras el gobierno ciegamente los ve como judíos que aman a Israel.

Ahora bien, ¿qué tan cierto puede ser esto que está alegando la Rabanut? Personalmente conozco tres casos, de cinco que participaran de Taglit en este verano, donde ninguno de los padres es judío para ninguna de las tres denominaciones reconocidas y ellos tampoco provienen de la antigua Unión Soviética. El cuarto caso es el hijo de un padre judío reformista casado con una mujer no judía que prohíbe en su hogar cualquier recordatorio judío y solo permite símbolos de cristianismo, joven que jamás se ha identificado ni presentado como judío pero que desea conocer Israel gratis ya que tiene, lo que se considera, un apellido judío. Todos estos casos se acercaron a mi para proveer una carta de certificación de "legado judío" que obviamente me es imposible expedir. Sin embargo, todos ellos van a participar de Taglit este año. Entonces, ¿tiene la Rabanut razón al pretender detener fondos para esta organización por parte del gobierno? Es más, ¿debería ser Taglit solo para judíos de acuerdo a la definición Halájica? 

Es factible que la realidad de Taglit en otros países sea diferente pero debido a que el 80% de los participantes provienen de Estados Unidos y de Canadá, la realidad del programa resulta contradictoria por decir lo mínimo. Estoy seguro que las quejas del rabinato acerca de las atrocidades cometidas contra la Halajá por parte de los participantes de Taglit como; por ejemplo, no judíos poniéndose Tefilin, son "patadas de ahogado" y no creo que haya más que un emitido en relación con ello para sentar precedente frente a un objetivo mayor; a saber, la nueva definición de "madre judía" para la ortodoxia de ahora en adelante, aspecto que en última instancia define quién es judío. Para terminar, ¿debería el gobierno israelí solo proveer fondos a entidades judías de acuerdo a la definición Halájica?