Por: Myriam Krausz Holz
Sabes, no tengo que estar contigo para conocerte.
No tengo que visitarte para recordarte.
No tengo que soñarte para bendecirte,
Ni tienen que destruirte para lamentarme.
Estas en mi mente, en mi subconsciente.
Estas muy presente aunque no te piense.
Estas en mi sangre, mis genes, mi alma
Y tu sacrificio al mío se iguala.
Me duele si lloras, tu risa me arroba.
Tu amigo es mi amigo muy grata persona.
El que te lastima mi paz se roba,
Mi ira alborota sin cauce me ahoga.
Tu credo es mi credo, tu amor mi esperanza.
Tu Dios me acompaña, es mi religión.
No tengo que verte para estar contigo
Ni ser visitante para a ti cantarte.