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La Fundación Menorah: Una bandera de la comunidad judía de Colombia

Por: Nicole Klahr

Desde hace más de 40 años, las Damas Hebreas B’nai B’rith quisieron crear un proyecto comunitario que las identificara con el país a través de los valores judíos. Por eso, decidieron que el proyecto filantrópico bandera de la comunidad judía de Colombia fuera empoderar y educar a la mujer colombiana para transformar su realidad y su entorno. Hoy, este proyecto es liderado por la Fundación Menorah. 

Recientemente, la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Subdirección de Asuntos de Religión y Consciencia, reconoció esta iniciativa por su aporte social al país. Por eso, dialogamos con Joyce Furmanski y Gloria Beda, miembros del Comité Directivo de la Fundación Menorah,  para profundizar en el impacto que genera desde hace tantos años este esfuerzo comunitario.     

¿Cuál es la apuesta de la Fundación Menorah?

Joyce Furmanski: La Fundación Menorah nació como el proyecto social bandera de la comunidad judía de Colombia, para aportar al desarrollo del país a través de la educación y formación de las mujeres colombianas, como agentes de cambio en las sociedades modernas. Nuestra fundadora Lia Ganitsky fue una mujer visionaria y feminista que estaba convencida que el rol de la mujer era trascendental en el fortalecimiento del tejido social y esa ha sido nuestra apuesta: potenciar la formación de mujeres y niñas de escasos recursos, buscando darles oportunidades que les permitan construir su propio destino y ampliar las posibilidades de sus núcleos familiares. 

¿Cómo la Fundación contribuye al empoderamiento de la mujer a través de la educación?

Gloria Beda: En 1974, creamos y construimos el Colegio Técnico Menorah, como un mecanismo para asegurar el acceso a la educación de las mujeres. Buscamos al Distrito, y consolidamos la primera alianza público- privada en educación que ha resultado en un modelo exitoso con impactos muy significativos.  Hoy, el Colegio Técnico Menorah es el segundo hogar de más de 1.800 estudiantes que reciben educación de calidad y que tienen un esquema formativo que logra brindarles una educación integral y el desarrollo de habilidades que van más allá del conocimiento académico. 

El Colegio hace parte de la red de colegios públicos de la Ciudad y la Fundación es su aliado en el fortalecimiento de la infraestructura, de los programas extracurriculares, de las escuelas deportivas y de ayudas adicionales como las becas que brindamos para apoyar a las alumnas más necesitadas con su alimentación, transporte, útiles escolares y uniformes. Esto lo logramos gracias al aporte de miembros de la comunidad y sus empresas. 

¿Cuál es el reto más grande que han enfrentado en este proceso?

Joyce F.: El reto más grande ha sido mantener durante 40 años el interés de la comunidad judía para seguir apoyando este proyecto que ha trascendido en la vida de al menos 4 mil mujeres colombianas. Los comunitarios han sido nuestros aliados naturales y quienes han creído en esta iniciativa para transformar a Colombia.  Hemos sabido entender las necesidades de las alumnas y focalizar nuestra ayuda para generar un impacto. Por ejemplo, en este momento estamos lanzando nuestro Plan Padrino que tiene el propósito de brindar auxilios a nuestras estudiantes para que puedan completar su proceso educativo. 

¿En qué consiste el plan padrino? 

Gloria B.: Nuestro plan padrino es un proyecto que permite a los miembros de la comunidad apadrinar a una de las alumnas más necesitadas del Colegio Técnico Menorah, con becas en alimentación, transporte, útiles escolares y uniformes. Nos dimos cuenta que no basta con abrir un espacio para educar mujeres, estamos retados por las condiciones en las que nuestras niñas viven. No es fácil estudiar con hambre, no puedes hacer tareas después de caminar 2 horas a tu casa. Necesitas libros para practicar lo que aprendes y un uniforme que te identifique como parte de algo. Por eso, buscamos que este programa facilite el ciclo educativo de las alumnas para que puedan cumplir sus objetivos. Además, este plan crea lazos entre comunitarios y las alumnas para que ellas se sientan amadas y apoyadas por quienes las hemos cobijado por tantos años. 

¿Qué debe hacer una persona que quiera inscribirse al plan padrino?

Joyce F.: Pueden enviar un correo electrónico al mail de la fundación (fundraising@fundacionmenorah.org ) o pueden hacerlo a través de nuestra nueva  página web www.fundacionmenorah.org . Hemos diseñado un plan muy fácil de costear y que ayuda enormemente a las alumnas. Los aportes van desde 25 mil pesos mensuales para darles una beca en útiles y uniformes, hasta 210 mil pesos mensuales por una beca completa que incluye alimentación, transporte, útiles y uniformes. 

¿Qué saben las alumnas de judaísmo?

Gloria B: Hemos logrado que las niñas de la Fundación Menorah, conozcan y comprendan el judaísmo para que logren identificarse con nuestros valores y con nuestra razón de ser. Son abanderadas naturales de nuestra comunidad y siembran en cientos de familias, la importante labor que hacemos los judíos por nuestras países de residencia.