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Frisco kids - Judíos vaqueros

Por: Jack Goldstein

Muchos recordamos con una gran sonrisa a “Frisco Kid”, aquella película con Gene Wilder y Harrison Ford que narra la historia de un rabino importado desde Europa Oriental para brindarle servicios a la naciente comunidad de San Francisco, resultado de la fiebre del Oro y la Conquista del Oeste a mediados del siglo XIX. Clásicas escenas como la del rabino rezando entre Amish, tratando de kosherizar un pollo o esperando el final de shabat para poder montar a caballo y escaparse del enemigo (ver acá) nos describen lo que habrá sido para tantos judíos el hacerse a nuevos territorios, buscando una nueva tierra prometida llena de oportunidades y alejada del creciente antisemitismo europeo.

La necesidad de mano de obra y espíritu aventurero hizo que cualquier prejuicio hacia los judíos fuera superado. La Ley y las instituciones eran nuevas allá y no había tradición antisemita. La primera evidencia de paisanos que se hicieron hacia las grandes praderas data de 1740 cuando Joseph Simon se unió a un grupo de traperos cazadores de pieles. Inicialmente, se trataba de solteros buscando nuevos horizontes, hombres que encontraron esposas entre mujeres cristianas o indias y quienes no construyeron sinagogas. Dentro de esos descubridores de nuevas tierras, cabe mencionar al cartógrafo von Eggelstein y su compañero de viaje, el pintor paisajista Salomon Carvallo. Algunos llegaron a lugares como Utah, la nueva utopía de los mormones. Apenas desde 1848, con la fiebre del oro, es que se consolidan las primeras comunidades como la ortodoxa Shearit Israel en San Diego (1851), y las reformistas Bnei Israel, en Sacramento (1852) y Congregación Emanuel, en San Francisco (1854). Para la década de 1870´s, 1 de cada 6 habitantes de San Francisco era judío. 

Entre las historias anecdóticas están las de Samuel Snow, quien probablemente fue el primer judío en guiar una caravana de vagones. Helena Goldberg fue una famosa pastelera, en cuyo honor se le dio el nombre a la capital del estado de Montana. Salomón Bibo llegó a convertirse en jefe de la tribu Aroma de los indios Pueblo-Mesa. Josephine Marcus fue la esposa del famoso Wyatt Earp, de religión metodista, pero enterrado junto a su esposa en el cementerio judío de Hills of Eternity, en Colman, en las afueras de San Francisco. Se dice que hasta 200 soldados judíos pelearon en El Alamo (antes conocida como San Antonio de Behar), ya que bajo los mexicanos era prohibido practicar el judaísmo y la nueva nación texana abriría horizontes más amables. La fama y gloria llegó a familias como los Zellerbach en la industria papelera, los Halff en ganadería, Los Seligman en finanzas, y los Guggenheim en minería. Pero sin duda, el más famoso de todos, y cuyo impacto mundial fue contundente, es Levi Strauss, diseñador de los famosos pantalones jeans.

La conquista del oeste también le abrió nuevos horizontes a la mujer dentro de la vida comunitaria. Raquel Frank se convirtió en 1892 en la primera mujer en servir como líder espiritual de comunidades como las de Eureka, Nevada y la que fundó en Spokane, Washington. En sus palabras, “Viví entre traperos e indios pero siempre como judía. ¿Necesitaba acaso un templo más grande para rezar en él?  Entre los murmullos de los pinos escucho los salmos de David; las fragancias del incienso son como de antaño, el viento me habla como si fuera Su Voz”.

Para quienes quieran ver algunos videos relevantes, les comparto acá:

Una sesión en Limmud-Arizona 


 La Canción de Judío Vaquero 


Referencias