Por: Victor Zajdenberg
Audio: Marlene Himelfarb
Desde 1933 (asunción de Hitler al poder en Alemania) hasta 1945 (final de la 2ª. Guerra Mundial) todas las Democracias sabían que estaba pasando con los Judíos en toda Europa y por no intervenir a tiempo deberemos recordar hasta la eternidad el balance de dicha inacción: 50 millones de muertos, entre ellos 6 millones de Judíos de los cuales 1 millón y medio fueron niños.
Hoy se está desarrollando un genocidio en la hermana República de Venezuela donde, la abstención a una imprescindible acción inmediata de los “hermanos” americanos y los un poco más lejanos europeos, está provocando la muerte por la violencia desenfrenada de la Dictadura fascista y sus patrones comunistas cubanos, por las balas, el hambre, la inanición y la falta de medicinas.
¿Qué espera el Grupo de Lima para decidirse “por la vida, la comida, las medicinas y la democracia” de los casi 30 millones de hermanos venezolanos, de los cuales más del 10 %, o sea más de 3 millones, se han tenido que escapar del estercolero chavista del “Socialismo Siglo XXI”?
¿Qué espera la Federica Mogherini, Jefa de la diplomacia de la UE, para que no se repita lo que ese Continente ha podido engendrar durante el siglo pasado por decir lo mismo que ahora lo dice ella: “hay que evitar una intervención militar”? ¿Será tan ingenua e inoperante para pensar que el Régimen Militar de Maduro se entregará pacíficamente?
Los EE.UU es el único país que está enviando permanentes mensajes de opciones que podrían solucionar el dramático dilema venezolano en 48 horas pero no está dispuesto a cargar solo con todos los costos que ello demandaría, después de salvar a Europa en la 1ª. GM, de rescatar al Mundo del fascismo y el nazismo en la 2ª. GM y de liberar a la Tierra del Comunismo en la Guerra Fría que, sin darles las gracias, los tilden además de “imperialistas”.
Darle la inmediata Libertad, la alimentación, las medicinas y la Democracia a Venezuela es el deber de todos los seres humanos bien paridos; lo contrario es de cobardes y pusilánimes y serán tan culpables como todos los genocidas que rodean a Maduro, y sus dueños cubanos, por la desgracia que está sucediendo en la trágica Venezuela.