Imprímeme
Escamas y más escamas
Por: Rav Daniel Shmuels
La Parshá de Shemini nos provee el listado de animales Kasher; vale decir, los animales de tierra, agua y aire que podemos consumir. Este listado también incluye aquellos insectos que pueden ser consumidos.
Ahora bien, dentro de este abanico de posibilidades parecería a primera vista que la opción de tener una dieta proteica basada en peces puede resultar como la más fácil de las opciones por dos motivos básicos; a saber, determinar la Kashrut de un pez es sumamente sencillo. La Torá, en Vayikra 11:9-12 y Devarim 14:9-10, nos dice que es necesario que un pez tenga la doble cualidad de tener aletas y escamas. Algo que en primera instancia parecería ser muy fácil de determinar.
En segundo lugar tenemos la posibilidad de evitar todo el proceso de Shejitá (sacrificio ritual judío de animales de tierra y aire) por cuanto los animales de agua no lo requieren. El motivo nos lo explica el Talmud en la Masejta de Julín 27b cuando nos explica que el “reunir” peces fuera del agua es equivalente a haberlos sacrificado; es decir, sacar a un pez del agua y dejarlo fuera de ella para el consumo equivale a haberle llevado a cabo un sacrificio apto. Esto permite que el acceso a peces Kasher sea mucho más sencillo que a otros animales; de hecho, aquellas comunidades que no tienen una gran producción de animales Kasher y viajeros frecuentes a lugares remotos sin Kashrut tienen esta como su primera opción de fuente proteica.
De cualquier forma, el asunto no es tan sencillo como parece. Vayamos de atrás para adelante, si bien no es necesario que un pez tenga Shejitá, el Ramá (Rav Moshe Iserles) en Yoreh Deah 13:1 establece que está prohibido consumir un pez que aún esté vivo por más que se encuentre fuera del agua. Al contrario de lo que mucha gente podría pensar, el Rambam (Rav Moshe Ben Maimón) en sus Hiljot Shejitá, establece que un pez que haya muerto en el agua es Kasher y puede ser consumido.
Uno de los beneficios de la Shejitá es la posibilidad de evacuar la mayor cantidad de sangre posible del animal, la cual es prohibida para nuestro consumo; empero, no hay prohibición para la sangre de un pez, motivo por el cual técnicamente estaría permitido consumirla; sin embargo, Merat Ayin (apariencia del ojo) está prohibido consumirla porque los demás pueden pensar que se trata de sangre de animal. La única posibilidad para su consumo es que se le agregue a la sangre escamas para aclarar que no es de animal; lo cual, aún teóricamente resulta bastante repulsivo.
Todo lo anterior resulta simple y sencillo en relación con la doble cualidad que deben tener los peces para ser Kasher. Ya se mencionó anteriormente, tienen que tener aletas y escamas. De cualquier forma, el Talmud en la Masejta de Nidá 51b y Tosafot en Kol Julín 66b legislan que todo pez que tenga escamas tiene aletas; por ende, el énfasis Halájico que se debe hacer es en las escamas y no en las aletas, estableciendo simultáneamente que cualquier pez que tenga escamas es Kasher. A todo esto el Rambam agrega una exigencia más para considerar a un pez Kasher; a saber, toda criatura que tenga aletas y escamas verdaderas pero que no tenga la apariencia física de un pez no es Kasher.
Si el énfasis Halájico se encuentra en las escamas y nuestros Rabonim (rabinos) y Poskim (legisladores) las nombraron “escamas verdaderas” debido a las diferentes dudas que ellas mismas presentan; entonces, es necesario preguntarse, ¿cuál es la definición Halájica de escamas?
El Shulján Aruj en Yoreh Deah 83:15 establece que para que un pez sea Kasher las escamas tienen que verse a simple vista. Así mismo, para que las escamas puedan ser consideradas escamas verdaderas tienen que ser muy fáciles de remover de la piel del pescado, bien sea con la mano o con un instrumento, de lo contrario el pescado no es Kasher. Najmanides y el Mejaber nos enseñan que si las escamas no se pueden remover fácilmente de la piel del pescado ellas son consideras como piel y para que una escama sea verdadera es necesario que haga las veces de una “vestidura” fácil de quitar, tal como lo establece la Guemará en la Masejta de Nidá 51b. En relación con esto, si es necesario sumergir al pescado en agua hirviendo para remover sus escamas el pez no es Kasher; está es la opinión Majmir (estricta) que todo Israel sigue aún cuando hay opiniones Meikel (indulgente) que digan lo contrario. El ejemplo clásico de este tipo de peces es el esturión; el cual, en la práctica cotidiana de Klal Israel no es considerado Kasher.
De acuerdo al Shulján Aruj, Yoreh Deah 83:1, si un pez no está completamente cubierto de escamas aún sigue siendo Kasher; de hecho, su estatuto se sigue manteniendo aún cuando sólo tenga una escama. Para el Ramá esa única escama debe estar localizada bajo la quijada, en una aleta o bajo la cola para asegurarse que la escama no proviene de otro pez. Bajo ese mismo concepto, el Mejaber (Rav Yosef Karo) nos enseña que aquellas especies de peces que no tienen escamas cuando jóvenes pero que las desarrollan cuando maduran son Kasher y pueden ser consumidos aún cuando no las tengan. Paradójicamente, aquellas especies de peces que tienen escamas de jóvenes pero las pierden en la madurez son considerados Treif (no aptos) y no pueden ser consumidos ni en su juventud ni en su madurez. Una vez más, la práctica cotidiana de Klal Israel es no consumir esta especie en particular y la adhesión es a la opinión Majmir mas no a la Meikel. El paradigma de esta clase de peces es el pez espada.
Otra especie de peces peculiar debido a sus escamas es aquella que tiene escamas bajo agua pero al ser sacada de ella bota todas las escamas. Este tipo de pez es Kasher como lo establece el Talmud en la Masejta de Avoda Zara 39a. El pescado de caballa es una clase de ese tipo de peces.
Agreguemos a esto un ingrediente más de diversión; a saber, la adquisición de pescado en mercados sin Hejsher (supervisión) ortodoxa reconocida no es permitido a menos que se sigan unos lineamientos precisos y exactos establecidos por los Guedolim (grandes rabinos) de la actualidad. Por ejemplo, sólo se pueden consumir productos sellados que contengan una Hashgajá (supervisión) ortodoxa reconocida. Es importante aquí anotar que no todas las especies de atunes y sardinas tienen escamas y esto es algo que se pasa de largo en muchas comunidades y consideran que si una lata de atún dice “libre de delfín”, inmediatamente es Kasher. Grave error!
Por consiguiente; al adquirir peces en estos lugares, es necesario que el pescado tenga en la piel las escamas o por lo menos las marcas de las escamas en la piel. Si están sólo los filetes y sólo un lado tiene escamas se considera Kasher de lo contrario no puede ser considerado Kasher. La única excepción que existe en la actualidad es el salmón, la mayoría de Poskim actuales establecen que el color del salmón es suficiente evidencia, como lo son las escamas para otros peces, para considerarlo Kasher aún cuando el filete no tenga escamas por ningún lado.
Si tenemos en cuenta todas estas particularidades sólo en relación con las escamas, ¿hasta dónde podemos decir que consumir peces es extremadamente fácil?