Por: Bella Clara Ventura
Audio: Marlene Himelfarb
Flores marchitas mi
mano acoge
Con puño cerrado y el
labio en temblor.
Forman el ramo de
tristezas
Que mi alma rechaza.
¿Por qué por ser
judío?
Se nos achacan los
males del mundo.
Ridiculizan nuestra
nariz.
Al bolsillo monedas de
sobra
Le colocan como si el
judío
Avaro, amante del
dinero
O agiotista fuera.
Olvidando que el judío
Valores morales
aplica.
Del amor por la vida
Conoce sus secretos.
Del respeto por el
otro
Aprende desde la cuna.
Principios de bondad
Inculcados con la
leche materna.
Seno de una familia
Que enseña a
compartir.
Louis Amstrong con su
trompeta
Tocó que el judío le
brindó
Techo y posibilidades
De ser el mejor con su
boca
En el instrumento
Y en su corazón
agradecido.
Premios Nobel en
elevada proporción
Adjudicados a la labor
de judíos.
En demostración que el
judío
Se empeña en dar lo
mejor de sí.
Compensación de una
conducta.
Divulga y difunde conocimientos.
Adelantos para un
vivir más holgado.
Futuro que participa
de una entrega.
En todos los campos se
destaca
Al pertenecer al
pueblo del libro.
Y de la ley, que
castiga malos comportamientos.
Como ejemplo de una
conducta honrada.
¿Por qué siempre verle?
El lado negativo a un
pueblo
Que aporta a la
sociedad
Donde llegan
beneficios y favores.
Trabajador incansable
se le reconoce.
Fijador de una
conciencia.
Recuerda con precisión
Que fue esclavo en
Egipto.
Palpa el dolor ajeno
como propio.
Sin desconocer la
excepción;
Ciertos judíos no se
cobijan
Bajo estos lemas.
Son los menos.
Sin embargo, mi ramo
de tristezas
Muestra que son más
las acusaciones
Que las defensas.
¡Cómo callar ante tal
injusticia!
Se nos convierte en el
chivo expiatorio
De los sufrimientos
que ineptos
Gobernantes le hacen
padecer al mundo.
¿Por qué? me pregunto,
se rompe la noche.
Se responsabiliza a
las estrellas,
Que del brillo hacen
la luz.
Se me cierra el camino
al despertar
Con la angustia
producida por las pesadillas
Cuando sueño que de
ratas nos acusan,
O de raza inferior.
¿Con que derecho?
¡Tantas bajezas!
El silencio impone su
resonancia.
La mía, judía no calla
y dice en voz alta
Que ser judío no es
una desgracia.
Sigue siendo una
bendición
Que mi ramo de
desconsuelos
Transforma en maná.