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Los Pequeños Detalles

Por: Boaz Fariñas

El judaísmo está compuesto de pequeños detalles, son muchas las pequeñas cosas que vamos logrando a diario para ir formando nuestra vida practica judía.

En este caso hablaremos de un animal muy peculiar, como lo es la hormiga.

El Rabino Yehonatan Gefen sobre la hormiga dice:

“Rav Jaim Shmuelevitz cita el versículo en Mishlé que dice: “Ve a la hormiga, perezoso, mira sus caminos y hazte sabio”. El Midrash explica qué es lo que debemos aprender de las hormigas: “Esta hormiga vive sólo seis meses y todo lo que necesita comer [en toda su vida] es un grano y medio de trigo, pero va y reúne todo el trigo y cebada que pueda encontrar… ¿por qué lo hace? Porque se dice a sí misma: 'Quizás HaShem decrete vida para mí y entonces esta comida estará disponible para que la coma'. Rabí Shimón Bar Iojai dijo que una vez vio un hormiguero que tenía 300 cor de granos, por lo que Melej Shlomó dijo 've a la hormiga, perezoso', tú también deberías preparar para ti Mitzvot en este mundo para el mundo venidero”.

El Jajam Salomon Michan explica sobre la hormiga:

“Las hormigas no tienen Gan Eden, no tienen satisfacciones, no disfrutan la vida, no cumplen Mitzvot, etc., y de todos modos, no se despiertan tarde, siempre trabajan fuerte, no flojean, etc. No tienen jefes que la obliguen a trabajar, no hay un patrón que la esté presionando, no usan despertadores y de todos modos, trabajan muy duro”.

Debemos aprender de lo expresado por el Jajam Michan que debemos estar ocupados en lo que involucra ser judíos, (Cumpliendo Mitzvot) no existen aspectos donde omitimos el hecho de ser judíos lo cual es un absoluto privilegio el cual esta expresamente relacionado con un compromiso. Todos los días debemos cumplir diversas Mitzvot, debemos evitar ser flojos, *¡siempre debemos ser productivos!*

Exactamente igual como lo hace la hormiga! 

Otras cualidades que poseen estos pequeños animales:

“Las hormigas son trabajadoras, cooperadoras, pacientes y perseverantes. Una hormiga es capaz de llevar una hoja por kilómetros para ayudar a su comunidad si es necesario. Las hormigas trabajan con un fin común en mente, nunca ante-ponen su propio beneficio al de la comunidad y no se dan por vencidas fácilmente”.

De esto podemos aprender una lección de Musar que indudablemente podemos reforzar el concepto de “Kol Israel Arevim Zé Lazé” (cada judío es responsable uno del otro). Con la aplicación de este principio fundamental del judaísmo estaremos cumplimiento de la Mitzvá “VeAhavta LeReaja Kamoja” (Amaras A Tú Prójimo como A Ti Mismo).

En el libro "Anécdotas Talmudicas Y De Rabinos Famosos" se narra la siguiente historia:

"Rabí Shimon Ben Jalafta gustaba de investigar cada cosa. Cierta vez se le ocurrió investigar si era verdad lo que Melej Shlomo dijo que “las hormigas no tienen rey” en el libro de Mishlé. Para ello, en pleno verano buscó un nido de hormigas y esperó que alguna saliera. Las hormigas no gustan del sol, por lo tanto extendió un manto sobre el nido y enseguida salió una hormiga y se paseó en la sombra y Rabí Shimon le colocó una señal para poder distinguirla de las otras, puesto que seguramente avisaría a las demás que el sol ya no alumbraba. En seguida salió un grupo grande de hormigas, junto con la que les fue a avisar. Rabí Shimón levantó el manto y el lugar quedó soleado. Las hormigas se enojaron con la otra, porque pensaron que las había engañado, y la mataron en el lugar. -“Ahora veo que no tienen rey” -dijo Rabí Shimón- porque si lo hubieran tenido, le hubieran pedido permiso antes de matarla”.

En definitiva, de la hormiga podemos aprender muchísimas cosas para nuestra vida práctica, así como también podemos aprender de otros animales.

¡El mensaje queda claro! “Ve a la hormiga, perezoso, mira sus caminos y hazte sabio”.

Que cada dia podamos llegar a ser buenos y mejores judíos.