Por: David Alejandro Rosenthal
La jueza Ginsburg, es considerada como una mujer ejemplar para los Estados Unidos. Su trayectoria es impecable, fue de las primeras mujeres en la Universidad de Harvard, asimismo de las primeras abogadas en el mundo prácticamente. Nacida en Brooklyn, Nueva York el 15 de marzo de 1933, dentro de una familia modesta judía recién emigrada de Austria y Rusia. Su familia se congregó en la Sinagoga conservadora de la comunidad de East Midwood Jewish Center, en la cual la joven niña aprendía de los fundamentos del judaísmo y se familiarizó con el hebreo y las costumbres hebraicas.
Ruth fue una niña genial que demostró ya en el colegio sus capacidades, con el apoyo incondicional de su madre Celia, quien creyó en ella desde un principio pero que tuvo la poca fortuna de haber muerto un día antes que Ruth se graduara del colegio, luego de un largo cancer. Celia su madre era una mujer que hubiese podido llegar alto, a los 15 años se graduó del colegio, pero no pudo continuar estudiando, ya que su familia prefirió que su hermano fuera el que estudiara. La historia de la madre de Ruth, es la historia de muchas mujeres que no han tenido las oportunidades necesarias para desarrollar sus grandiosas capacidades, pero lo bueno es que Ruth sí podría llegar a hacerlo.
A pesar de la triste pérdida de su madre, Ruth buscaría cumplir el sueño de Celia, estudiar y llegar a ser una profesora de historia, cosa que no solo logro, sino que superó con creces, quizá ni su madre lo hubiera pensado. Es así que luego la jueza Ginsburg entrara a la facultad de leyes de la prestigiosa Universidad de Cornell por medio de una beca, de las primeras otorgadas al género femenino claramente. Allí conoció a su esposo Martín Ginsburg, en el año de 1950.
En el año de 1955 Ruth junto con su esposo Martín, empiezan una maestría en la Universidad de Harvard, donde sólo había 9 mujeres, incluyéndola a ella. Apenas piso Harvard, el decano invito a una cena en su casa a todas las mujeres que iban a empezar la carrera en ese periodo y les pregunto: ¿Por qué están en la escuela de leyes de Harvard, tomando el puesto de un hombre? Pues si, era mujer y era judía, cosa que no hacía que fuera fácil para ella mantenerse dentro de un entorno académico donde prácticamente sólo había hombres, sin importar esto, Ruth fue de los mejores de la clase. Ella y Martín habían tenido una hija, que para la época ya tenía menos de 1 año. Ruth es ejemplo de las mujeres que luego empezarían a trabajar o estudiar y a su vez tener una familia. Es un verdadero ejemplo del feminismo y de las grandes mujeres en America.
La Jueza Ginsburg termina graduándose en 1959 en la Universidad de Columbia, no menos importante que la de Harvard y allí reconocida como la mejor de la clase y habiendo publicado en las revistas más importantes de leyes (la revista de leyes de Harvard y la de Columbia). La razón fue que su marido Martín quien se graduó antes, tuvo que mudarse a Columbia con la familia debido a una importante oferta laboral. De igual forma, Ruth se gradúa como una de las pocas mujeres a la época con la oportunidad de haber podido estudiar. Sin embargo, encontrar un empleo fue incluso más difícil que ingresar a la Universidad, la razón: porque era mujer, y bueno además era judía. Luego de haber buscado por doquier empleo, de todos la rechazaron, de forma tan injusta, que a hoy es casi inimaginable estos sucesos.
Debido a que nadie le dio ningún tipo de trabajo debido a su condición, decidió abrirse un pequeño campo en el mundo de la academia, que así también estuviera casi en totalidad ocupado por hombres, le era más fácil entrar pues había ya profesores de color lo que era un logro en una America conservadora y racista. Volvió entonces a la academia, podría decirse que era su zona de confort, pero esta mujer estaba hecha para más que enseñar. Finalmente empieza con su catedra en la Universidad de Rutgers, la más grande universidad pública en Estados Unidos para leyes. Alternamente consigue en su Universidad de Columbia una cátedra más. Siendo una de las primeras mujeres en ser profesora comienza impartiendo Procesos Civiles. Además, a esto entre los años de 1961 a 1963 se involucró con un abogado investigador sueco, en un proyecto de la rama de Proceso Internacional. Aprendió sueco y estuvo en Suecia donde evidenció que en el pais escandinavo la equidad de género era más evidente, con entre un 20 y 25% de alumnas femeninas en la facultad de leyes de la importante Universidad de Lund.
Sus clases rápidamente se llenan de mujeres en especial, quienes eran la nueva generación evidentemente en posibilidad de estudiar, ya un poco más que en la época de Ruth. La gran mujer que era ella debido a la discriminacion que vivió y el rechazo que le generó ser mujer, decidió encaminarse en un tema muy específico: Equidad de Género y Derechos de la Mujer. Estos dos tan interesantes ámbitos del derecho y de la ciencia social que aún hoy siguen siendo un dilema y qué no han logrado consolidarse a nivel mundial, lastimosamente, fueron la razón por la cual Ruth siguió trabajando incansablemente desde la academia hasta llegar a la corte.
Ruth se dedicó a investigar los casos de Equidad de Género y Derechos de la Mujer. Llegando a debatir ante la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, se convirtió en abogada voluntaria ante la Unión de Libertades Civiles de America donde participó en más de 300 procesos, se convirtió luego en directora y consejera general de esta organización en la década de los 70s. Ruth se convirtió en un ejemplo claro para las demás mujeres abogadas, pero asimismo para las amas de casa, y mujeres en general. Ella demostró que una mujer podía debatir con hombres, ser la mejor de la clase y a la vez tener una familia, en la cual también había problemas, ya que su esposo enfermo de cancer y mucho después ella también y con una gran voluntad y Fe lograron sobrevivir. Además, en los años 70 fundó la primera revista sobre los Derechos de la Mujer en Estados Unidos y escribió el primer libro de texto para Universidad sobre discriminación sexual.
Dentro del proceso de lograr hacer valer el Derecho de Equidad de Género, creó una estrategia que sería clave y que se convertiría en historia. No se podía hablar de Sexo sino de Género. Con este argumento sólido construido con toda la estructura legal y sumando los casos que existían a la época y ella había dedicado casi toda su vida a estudiar, llegó a la Corte Suprema a debatir de forma incansable y transparente, en poco tiempo se hizo un nombre en toda la escena jurídica y fue reconocida por su tenaz oratoria, era toda una entidad, digna representante del género femenino y judía.
La Dra. Ruth Bader Ginsburg fue más allá, tanto que, para comenzar la década de los 80s, el Presidente Jimmy Cárter la nombra ya como jueza en la Corte de Apelaciones del Circuito de Columbia de los Estados Unidos de America. En este importante cargo se dedica a revisar y juzgar casos de diferentes tipos, sin olvidar la lucha por la Equidad de Género y los Derechos de las Mujeres. Ruth servirá en este cargo hasta su nombramiento en la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de America bajo el gobierno de Bill Clinton.
Bill Clinton nombra a Ruth en el cargo más importante dentro de la rama judicial del país. Ginsburg se convierte en la primera mujer judía en ocupar este cargo y también como la persona judía en haber ocupado en la justicia de Estados Unidos por más tiempo y luego del retiro de la primera mujer en la corte: Sandra Day O’Connor, Ruth quedó como la única mujer y la “Senior Member”.
La jueza Ruth Ginsburg está en el Paseo Femenino de la Fama Nacional y está considerada como una de las 100 mujeres más importantes de toda la nación. Se realizó un documental sobre ella y una película también. Ruth escribió su libro” Mis Propias Palabras” y estuvo dentro de la lista del New York’s Times Best Seller List. Ella es un símbolo dentro de la cultura Pop incluso y hasta Hollywood la reconoce. Es más que todo una persona con valor puro y una mujer excepcional que representa a la libertad y a la democracia. Ha estado vinculada en más de 1.000 casos a lo largo de su vida y es la miembro más vieja de la justicia, aunque padece de cancer desde hace años, su figura aún tiene importancia a nivel nacional. Es todo un ejemplo para las mujeres y los hombres.