Por: Rav Daniel Shmuels
Recientemente tuvimos la grata experiencia de tener como invitados para el segundo Kidush de Shabat a una familia que ya lleva un buen tiempo viviendo un estilo de vida observante de la Halajá, lo cual incluye el compromiso de ser completamente Shomer Shabat (aquel que cuida -respeta- las leyes del Shabat).
El proceso de observancia que esta familia lleva es de varios años y ello ha conllevado a que todos sus hijos estén actualmente recibiendo su educación a nivel de Yeshivá; sin embargo, en el discurso general de esta familia existía una confusión entre el concepto de Mitzvá (Mandamiento de Dios), Melajá (labor prohibida en Shabat) y Muktze (objeto separado). Esto me llevó a aclararles las diferencias básicas de estos conceptos sin menos preciar la necesidad individual de introducirse mucho más a fondo en la exactitud de aprender puntualmente lo que significa Muktze y sus diferentes categorías.
De repente, a mis años, me di cuenta que efectivamente la “vivencia” ortodoxa no proporciona el conocimiento absoluto sin un marco teórico claro; igualmente, la teoría sin el marco fundamental de la “vivencia” ortodoxa comunitaria y privada no puede llevar a un conocimiento preciso de ese concepto que llamamos judaísmo ortodoxo. A veces, como humanos, apuntamos a los conceptos más complejos del judaísmo sin percatarnos que hay muchos elementos básicos que forman parte fundamental para que dicha instancia pueda tener un lugar dentro de nuestro judaísmo.
Es debido a ello que en esta ocasión se presentará de manera resumida aquello que teóricamente abarca el concepto de Muktze, desde su origen hasta sus categorías y praxis.
El concepto de Muktze fue introducido por nuestros sabios bajo la institución de Guezeira (cerco), una institución rabínica que permite establecer leyes para prevenir que un judío llegue a cometer una infracción, en este caso puntual, contra el día Shabat o Yom Tov. Pero hay muchas Guezeirot (plural de cerco) dentro de nuestro judaísmo; por ejemplo, la prohibición de tampoco mezclar carne de aves con lácteos y no sólo contra carne de animales de tierra, etcétera.
La Masejta de Shabat y de Beitzá del Talmud Babli son las que más nos proporcionan detalles acerca del concepto de Muktze; sin embargo, el asunto no resulta muy claro por cuanto en ellas hay diferentes opiniones que proponen diferentes formas en lo que algo se convierte en Muktze al llegar Shabat o Yom Tov. En pocas palabras, para aquel que no está entrenado en el discurso de la Guemará puede resultar confuso y un tanto abrumador toda la deliberación acerca de dicho concepto.
Literalmente, en hebreo, Muktze significa separado o puesto a un lado y se refiere a objetos que no se pueden tocar o mover durante el Shabat o Yom Tov (festividad bíblica). Nuevamente, son “objetos” que sencillamente no se pueden tocar o mover porque pueden conllevar a que hagamos una Melajá, más no son acciones en sí mismas. El hecho que no se pueda tocar un objeto Muktze no implica que una persona esté haciendo Muktze cuando lo toca o lo mueve porque en dicho caso lo que está haciendo es una Melajá. Ese es el concepto y la idea básica de Muktze.
Ahora bien, a grandes rasgos y cayendo en la reducción más grande posible, esos llamados objetos Muktze que nos pueden conllevar a una Melajá hoy en día son todos los objetos tecnológicos y de combustión que nos rodean; los cuales, nos llevarían a hacer la Melajá de Maveir (crear fuego). Eso nos puede dar una idea clara, pero a la vez limitada, frente a lo que son esos objetos; sin embargo, en la época del Talmud no había ni televisores, ni celulares, ni carros y eso conllevó a que se hiciera una categorización de estos objetos.
Hay seis categorías de Muktze; a saber, Mejamat Jisarón Kis que se refiere a objetos delicados utilizados sólo para un propósito específico y cuyo costo es alto; por ejemplo, una cámara, un microscopio, un violín, el cuchillo de un Shojet, un bolígrafo, etcétera. Esta es la categoría donde todos los objetos electrónicos de nuestra modernidad caen como los celulares, el televisor, el teléfono, el control remoto, lámparas, cafetera, licuadora, etcétera. La segunda categoría lleva por nombre Basis y se refiere a objetos que contienen o soportan un objeto Muktze en sí mismo. Para que un objeto sea Basis es necesario que el objeto Muktze se haya puesto intencionalmente dentro del mismo, que el objeto Muktze tenga algún tipo de valor personal o costo económico elevado y/o que el objeto Muktze que está adentro o sobre el Basis sea más significativo que los demás objetos no Muktze. Ejemplos de Basis pueden ser una mesa de noche que contiene la billetera, el celular, el portátil, etcétera.
Mejamat Gufo es la tercera categoría; esta hace referencia a objetos que no son utensilios y no tienen ninguna función en Shabat o Yom Tov como lo son carnes crudas congeladas, dinero, alimentos crudos que no se pueden consumir en dicho estado tipo yuca, papa, pastas, arroz, también frutas que no han madurado para ser consumidas; así mismo, plantas, tierra y animales (esta última presenta una particularidad especial que la ubica en una categoría extraordinaria por cuanto aún existe entre nuestros sabios una división acerca de su estatus). La cuarta categoría es conocida como Mejamat Asur y se refiere a objetos que al iniciar Shabat son prohibidos como lo son las frutas maduras que aún están colgadas de su árbol y caen durante Shabat o velas que se encuentren encendidas.
Kli Shemlaajtó Leisur es la quinta categoría de objetos Muktze que es designada exclusivamente para objetos de trabajo laboral prohibido en Shabat; por ejemplo, martillo, metro, alicates, pinzas, desatornillador, pintura, brocha, tijeras y demás. La última categoría lleva por nombre Mejamat Mitzvá, esta categoría se refiere a objetos religiosos que son utilizados para llevar a cabo una Mitzvá y cuyo uso es prohibido en Shabat y en Yom Tov; por ejemplo, el Shofar, el Etrog y el Lulav, el Sejaj (techo) de una Sucá, y los Tefilín (algunas autoridades ponen los Tefilín como parte de Kli Shemlaajtó Leisur porque en la tradición Sefaradí se utilizan durante Jol HaMoed -días intermedios de una festividad bíblica-; de cualquier forma, no son utilizados en Yom Tov como tal y por ende esta es la categoría apropiada para ellos).
Ahora bien, está claro que los objetos Muktze no se pueden tocar ni mover; empero, hay circunstancias bajo las cuales la Halajá permite que todos los objetos Muktze se puedan mover. En total hay cinco formas como se pueden mover dichos objetos. Para poder llevar a cabo dichos actos es necesario que la acciones que se ejecuten sean desarrolladas de una manera particular que incluye la específica intención consciente de movilizar el objeto Muktze en cuestión.
La primera forma permitida para movilizar un objeto Muktze lleva por nombre Tiltul Kilhajar Yad e implica que todos los objetos Muktze pueden ser movidos de una manera inusual aún cuando sea sólo para proteger dicho objeto; por ejemplo, mover con el pie una lámpara o un control remoto. Neshifá es la segunda manera en la que se permite movilizar un objeto Muktze y hace referencia a la posibilidad de mover todo objeto Muktze al soplarlo.
La tercera forma permitida lleva por nombre Tiltut Min Hatzad. Este acto permite que un objeto Muktze que esté recostado en un objeto permitido, el cual no se ha convertido en un Basis, puede ser movido indirectamente en tanto se mueve o toca el objeto permitido. Un ejemplo de esto sería mover un sillón que tiene en su asiento un control remoto, un celular, unas monedas, etcétera.
Letzorej Gufa es la cuarta posibilidad que se nos permite para mover estos objetos. Esto hace referencia a la permisibilidad de mover un Kli Shemlaajtó Leisur si se necesita para llevar a cabo un acto permitido en Shabat y no puede llevarse a cabo fácilmente de otra manera. Por ejemplo cortar un coco con un martillo, entre tantos otros. La quinta y última posibilidad permitida para mover un objeto Muktze se llama Letzorej Mekomó. Esta posibilidad implica que todo objeto Muktze tipo Kli Shemlaajtó Leisur se encuentra en un área o espacio que se necesita utilizar; por ejemplo, unas tijeras o un martillo que estén en una silla o sillón o en la mesa.
La terminología puede resultar densa para aquel que recién inicia un camino hacia el judaísmo ortodoxo; empero, poner en contexto estos términos con la cotidianidad que sucede Shabat tras Shabat, permiten que poco a poco estos resulten innatos eventualmente.