Qué creo y qué no creo

Por: Raquel Goldschmidt

Irán quedó debilitado por ahora.
La población de Irán en su mayoría está en el Ayatola.
Los proxis de Irán, e Irán mismo se fortalecen en un par de años porque Irán salvó armas y uranio.
La vida en Irán continuará igual, represión a la mujer y excesos y abusos de los gobernantes.
Habrá muchos años de Ayatola criminal al poder.
A Estados Unidos le conviene Ayatolas en el poder de Irán porque hacen buenos negocios.
El presidente Trump quedó como un rey salvador.
Netanyahu demostró su fuerza.
Israel protegerá a los que se quedaron sin casa y reconstruirá pronto los daños civiles que causaron las bombas de Irán.
Líderes y población de la izquierda opositora de Israel apoyaron a Netanyahu.
Los países que tenían oculto su antisemitismo se les levantaron las faldas y se les vio sus verdadero sentir.
Líderes y gobernantes que disfrutaban de ver torturado a Israel, les salió el tiro por la culata y quedaron frustrados.
La frustración de los antisemitas de calle se ve en las calles con manifestaciones de borrar a Israel del mapa, especialmente en ciudades como New York.
Dirigentes que sufren de la enfermedad de autoodio como Bernie Sanders, quedaron al máximo de su frustración por demócrata al ver el feliz resultado de su oponente republicano y como judío que esperaba una derrota de Israel.

Que esta sea una paz duradera.
Que a Israel no lo van a atacar más.
Que Hamas sustentado por Irán deje libre a los secuestrados israelíes que tiene en Gaza.
Que el liderazgo de Irán cambie.
Que se vaya el liderazgo de Hamas en Gaza.
Que cesen las dañinas manifestaciones de izquierda en Israel.
Que el mundo reconozca la valentía del pueblo de Israel y de su primer ministro Netanyahu que merecería el Premio Nobel de la Paz.
Que se reconozca que la ONU está dirigida por un terrorista de escritorio y suba otro más imparcial.
Los ciudadanos del mundo se vuelvan más analíticos y visionarios para elegir a buenos gobernantes.
Que haya paz verdadera en el mundo.
Que los gobiernos de izquierda latinoamericanos aterricen y se den cuenta que su postura proiraní no les va a servir a la larga, sino que traerá complicaciones.