Por: Raquel Goldschmidt
En Génesis 3:19 dice “Con el sudor de tu frente comerás pan hasta que vuelvas a la tierra”.
El pan es un alimento que se puede hacer simplemente con harina de trigo y agua, el esto de los elementos utilizados, u otro tipo de harinas lo enriquecen y lo pueden hacer más sabroso.
Recordemos que, al salir los hebreos de Egipto, Dios les ordenó hacer masa con agua y que se cociera debajo del sol, pues no tendrían tiempo para ponerse a hornear, esa masa de trigo la conocemos hoy como matzá, la cual comemos durante la festividad de Pesaj.
De esta manera fue como quedó establecido tácitamente que el pan es el alimento básico del hombre y que además es el símbolo de la libertad que Dios nos permitió al salir de Egipto.
El trigo, se convirtió entonces en el emblema de la de la base de la vida que simboliza el sustento diario.
El trigo fue creado antes que las uvas, de acuerdo con lo escrito en la Torá en Bereshit 1:11 y 12, que dice: que Dios creó la hierba que da semilla y el árbol que da fruto, los sabios interpretaron que el trigo estaba dentro de la categoría de la hierba que da semilla. En ese orden creó Dios primero la semilla del trigo y después los árboles que dan sus frutos.
por eso en la mesa de Shabat se debería bendecir el pan antes que el vino, pero como Dios ordenó santificar Shabat y este se santifica con el vino, el dilema quedó resuelto por los grandes sabios quienes propusieron cubrir la jalá, como si aún no estuviera presente en la mesa y de esta manera, santificar Shabat con el kidush sobre la bebida hecha de uvas y después lavarse las manos para purificarse, dándole al pan el lugar distinguido que le corresponde, entonces descubrir las jalot y pronunciar la bendición sobre la jalá como si fuera el primer alimento en ingerir.
Finalmente, el trigo representa la sociedad y el trabajo en equipo entre Dios y el hombre: Dios colocó la semilla del trigo y el hombre debe procesarlo para convertirlo en alimento realmente comestible y agradable, el cual se convertirá en la delicia de jalot que se verá hermosamente en cada mesa de Shabat.
Esta última enseñanza nos recuerda que Dios, que nos ayuda y nos protege, está siempre con nosotros, pero no es solamente la ayuda de Dios, no es solamente comer la semilla directamente, hay que trabajarla, o sea hay que hacer esfuerzos por ser una persona correcta, justa, estudiosa, y cumplidora de las leyes Divinas, el resto de los ingredientes embellecerán el pan, o sea, si además ayudamos a los necesitados, trabajamos por educar, enseñar, aprender, ayudar, seremos como las jalot enriquecidas y convertidas en delicias.