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Palabras de Alexandra Jamri durante evento del Keren Hayesod

Por: Alexandra Jamri

Con mucho orgullo y con un profundo sentido de responsabilidad, hoy asumo la presidencia del Keren Hayesod (KH).

Desde pequeña he sentido una conexión muy fuerte con Israel. Es algo que está en mi familia. y este nombramiento, me llega, justo después de la experiencia más dolorosa que vivimos como pueblo en estos años recientes.  el 7 de octubre del 2023.  Ese día, yo estaba en Israel visitando a mis papás y estaba despierta cuando las noticias empezaron a llegar. 

Como todos ustedes, no entendía lo que estaba pasando.  Lo que sí sentí, por primera vez y espero que por ultima, fue un miedo real de perder a Israel. Sentí lo que siempre habíamos estudiado en los libros: lo que significa ser un judío sin tierra, a merced del odio y la indiferencia del mundo. 

En un solo instante, pasaron por mi cabeza episodios como el Holocausto, la farhud de Irak, los pogromos en tantos países, toda esta historia de persecución volvió a renacer. La barbarie irrumpió de nuevo y el mundo, una vez más era un cómplice de ello.

Entendí que a diferencia de esas otras veces hoy gozamos de un estado, una defensa, una tierra que es nuestra, hoy contamos con Israel, que es nuestra única garantía de supervivencia y de continuidad.

Somos un pueblo fuerte y floreciente. Tenemos un estado moderno, un gobierno sólido, un ejército poderoso que nos protege sin importar en qué lugar del mundo estemos. Como judíos de la diáspora, nuestra misión es fortalecer nuestro vínculo con Israel, vivirlo, educarlo, transmitirlo a nuestros hijos y a nuestras generaciones venideras.                                                            

Es el legado que garantiza nuestra supervivencia como pueblo.

Cuando me ofrecieron la presidencia del KH, entendí que era el momento de poder contribuir con más fuerza a un solo objetivo: de nunca más un pueblo judío sin un estado propio. Mi propósito es que tanto adultos como jóvenes reconozcamos que Israel es nuestro seguro de vida y que contribuir a su fortalecimiento es nuestra gran responsabilidad. Es ahí donde KH entra a jugar un papel primordial en sostener, construir y fortalecer a Israel en todos sus frentes. 

Hoy quiero honrar el legado de mis padres, quienes desde pequeña me ensenaron que amar y apoyar a Israel no era una opción, era una necesidad. gracias a ustedes, entiendo no solo lo que Israel representa para mí, si no sobre todo, lo que yo represento para Israel. Gracias por ser mi mayor ejemplo.

Daniel Piccioto, gracias por tu entrega a esta misión tan importante para nuestro pueblo. hoy, doy continuidad a este gran legado  

Dani Alalouf, mi admiración absoluta hacia ti: tu entrega, tu energía y tu pasión por el KH me inspiran. Es un honor poder trabajar a tu lado.

Alice y Susie, un equipo increíble. Gracias por estar siempre pendientes de cada detalle. Será un pacer compartir con ustedes este nuevo camino.

A Margreth Jamri y a Débora Siboni, gracias por sumarse a esta gran tarea como representantes de la rama femenina del KH. 

A mi esposo, a mis hijos, ustedes son el eje principal de mi vida. Sin su amor y su apoyo, nada de esto sería posible. 

Y a todos ustedes, con fe,  compromiso y sobre todo con unidad los invito a que sigamos contribuyendo juntos a este gran esfuerzo que es de todos: nuestro hogar eterno, Eretz Israel.

Quiero terminar compartiendo un mensaje que siempre resonó en mí y lo aprendí del mejor amigo de mi papá, Rafael Kassin, quien expresaba lo afortunados que somos por poder ayudar.

Mi mensaje para ustedes hoy es este mismo:

Que siempre podamos dar.

Que siempre podamos unir.

Que siempre podamos levantar a Israel.

¡Am Israel jai!