Bogotá, 14 de julio de 2025 — En una Bogotá cargada de nubes y contrastes, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) abrió sus puertas a la obra del artista panameño Nessim Bassan, quien presentó su exposición “Arte Sin-Ética”, una retrospectiva que recorre más de medio siglo de búsqueda estética y espiritual. La inauguración, celebrada el pasado 9 de julio, fue más que un acto cultural: fue un encuentro de símbolos, memoria y diplomacia.
El evento contó con la presencia del embajador de Panamá en Colombia, Mario Boyd Galindo, y del cónsul general de Israel, Kobi Valer, quienes destacaron la relevancia del arte como territorio de encuentro entre culturas. El diplomático israelí, visiblemente conmovido, subrayó el difícil contexto actual del pueblo judío en Colombia y en el mundo, un eco que resonó en varias de las piezas expuestas y que, según se dijo, obligó a aplazar en dos ocasiones la inauguración.
Curada por el artista y gestor mexicano Pancho López, la muestra reúne trabajos de todas las etapas de Bassan, desde sus primeras exploraciones visuales en los años 70 hasta composiciones recientes en las que conviven geometría, simbolismo y un juego sutil entre lo espiritual y lo material. El uso de papel, madera y pintura en capas no solo crea profundidad visual, sino también conceptual: cada obra parece contener un tiempo detenido, una historia que se resiste a ser dicha del todo.

El título de la exposición —Arte Sin-Ética— no busca provocar desde la negación moral, sino invitar a una ética abierta, donde la forma se libera del deber ser y se entrega al misterio de la mirada. “El arte tiene el poder de hablar donde las palabras no alcanzan”, expresó Bassan durante el evento. “Y en ese silencio cargado de sentido, es donde yo me reconozco como artista”.
Reconocido como una figura clave del arte cinético y geométrico latinoamericano, Nessim Bassan ha expuesto en instituciones como la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington D.C., y su obra integra colecciones públicas y privadas en América y Europa. En Colombia, su presencia marca un hito: es la primera vez que se presenta de forma tan completa su universo artístico, íntimo y expansivo a la vez.

Más allá de sus composiciones formales, hay en Bassan una pulsión espiritual que atraviesa su obra. Entre 2015 y 2017 fue comisionado para crear el vitral monumental de la sinagoga Shevet Haim en Panamá, una obra que une tradición y modernidad, y que revela el vínculo profundo —aunque no siempre visible— entre su creación artística, el judaísmo y su mirada sobre Israel.
La exposición estará abierta durante las próximas semanas en el MAC, como una invitación a cuestionar lo establecido, a contemplar sin respuestas, y a permitir que el arte —como la vida misma— nos mire también a nosotros.