Publicado en el diario Yediot Ajronot, 21/09/2025
Traducción: David Kerpel
Aunque se adelantó a su generación, el Rabino Yehuda Alkalai no recibió el reconocimiento que merecía ni en vida ni después de su fallecimiento. Ahora, el próximo domingo 28 de septiembre, se celebrará un servicio conmemorativo en honor a uno de los más grandes pensadores, en el primer evento de este tipo. Alkalai precedió al movimiento sionista y resignificó el concepto de arrepentimiento.
El servicio conmemorativo será organizado por la Organización Sionista Mundial. De esta manera, se cumple parte de su visión: el retorno a la Tierra y el establecimiento de, una sociedad que combina el estudio de la Torá con el trabajo productivo como forma de vida.

Ilustración del Rabino Yehuda ben Solomon Hai Alkalai (tomada de Wikipedia)
47 años después de su fallecimiento, se celebrará por primera vez un servicio conmemorativo en honor al Rabino Yehuda Alkalai el próximo domingo 28 de septiembre a la 1:00 a. m. en el Monte de los Olivos en Jerusalén. El rabino Alkalai, uno de los pensadores más importantes de la idea sionista del siglo XIX y quien precedió a Herzl en su visión, es considerado una figura clave en la creación de las bases para el retorno político a Sión y el resurgimiento del pueblo judío en su tierra.
El rabino Yehuda Alkalai, nacido en Sarajevo y rabino de la comunidad de Zelín, cerca de Belgrado, es uno de los precursores originales y decisivos del concepto de fe nacional. En sus escritos, más de 20 panfletos en hebreo y a veces también en ladino encadenó al programa de retorno a Sión al lenguaje de la Torá, le incorporó una dimensión religiosa y de otorgó un peso político-práctico.
En contraste con la imagen de un predicador místico, el rabino Alkalai presentó un modelo sobrio: la redención del Pueblo de Israel basada en la acción humana, la organización nacional, la diplomacia y la adquisición de tierras, y a partir de esto, la creación de una infraestructura político-social en el país. El rabino Alkalai distinguió entre "arrepentimiento privado" y "arrepentimiento general", basándose en la afirmación realista: "si la razón no lo hace, el tiempo lo hará". En otras palabras, si no tomamos la iniciativa, la historia nos impondrá medidas dolorosas.
Según el rabino Prof. Yitzhak Kraus, investigador de la escuela de pensamiento del rabino Yehuda Alkalai en la Universidad Bar-Ilan, el año 1840 marcó un punto de inflexión para él. «El rabino Alkalai no veía esto como un momento místico único, sino como todo un siglo de oportunidades (1840-1939). El rabino afirmó que, si el pueblo de Israel no hacia Aliá por voluntad propia, Dios los obligaría a emigrar a la Tierra de Israel. Incluso (enfatizando) dijo: «Uno de una ciudad y dos de una colonia son golpeados y torturados, como les ocurrió a los deportados de España». Además, el rabino añadió: «Que Dios no lo quiera, llegue el año 1940». Es decir, si llega este año, algo malo podría suceder, y este es, de hecho, el comienzo de la Segunda Guerra Mundial», explica el Prof. Kraus. En otras palabras, el activismo es un imperativo tanto espiritual como histórico. La innovación teológica del rabino Alkalai reside en el corazón de su enseñanza. El retorno de Israel a Dios mediante el retorno a la tierra de sus ancestros. Esta es su interpretación concreta de la Parashá “Teshuvá” que aparece al final del libro bíblico de Deuteronomio: el «Regresen a mí» de la Parashá se materializa en «y los hijos volverán a sus fronteras».
El rabino Alkalai propuso establecer una «asamblea autorizada», una institución nacional que esté sobre la segregación entre Ashquenazitas y Sefarditas, cuyo propósito sería abolir la separación entre ellas. «En su opinión, la multiplicidad de kolelim1 sefardíes e identidades sectoriales frente a los asquenazíes erosionaba la vitalidad nacional. Por lo tanto, la asamblea se preocuparía por crear una política unificada, líneas de acción nacionales e incluso una cuidadosa estandarización de costumbres y fórmulas de oración para sanar la «mezcolanza de lenguas y costumbres», afirma el profesor Kraus.
Al mismo tiempo, el rabino Alkalai promovió el resurgimiento del hebreo para niños y niñas por igual: no solo como una lengua sagrada, sino como una lengua nacional unificadora. En este sentido, el rabino Alkalai se adelantó décadas a Eliezer Ben-Yehuda y a los pensadores en los círculos educativos nacionales.
Según el profesor Kraus, el rabino Alkalai identificó particularmente a Gran Bretaña como una fuerza clave para la supervisión y el control político. "Al mismo tiempo, esbozó un principio clave, según el cual la tierra debía comprarse con dinero. Esta no es una visión de conquista, sino de adquisición institucional, asentamiento gradual y florecimiento de tierras desoladas. Por lo tanto, la visión del rabino se basa en la moral jurídica y política, e impide la reivindicación por “mi fuerza y poder”, afirma el profesor Kraus. "El dinero, en su opinión, debería financiar la productividad, la agricultura, artesanía e industria, y no la existencia estática". El rabino Alkalai creía que, sin un marco nacional en el país, no se encontraría solución a la cuestión judía, y esperar pasivamente la redención sería la cancelación del destino del pueblo. «El silencio de los rabinos de Jerusalén lo lastimó, pero no lo debilitó. Emprendió viajes por Europa, intentó atraer a todos los miembros de la organización “Kol Israel Javerím” y a los filántropos judíos, fundó asociaciones, imprimió panfletos e incluso hizo Aliá en el ocaso de sus días», explica el profesor Kraus. Al revisar el programa político del rabino Alkalai que incluía la «asamblea autorizada, la diplomacia para obtener una carta constitutiva, la creación de fondos nacionales, sociedades anónimas, el establecimiento de la agricultura como primer precepto, la educación hebrea y la unificación de las comunidades, vemos las piedras angulares del sionismo político que se formularía posteriormente.
El rabino Alkalai falleció el 4 de Tishrei de 1878, después de sufrir años de soledad ideológica y aflicción por la indiferencia de los líderes rabínicos. Pero una mirada desde presente revela cuán acertado estaba en sus dos premisas: el retorno político a Sión necesita «inteligencia» y ella implica instituciones, finanzas, idioma, trabajo y unidad— y que si no lo hacemos, el tiempo lo hará a su manera.
"Influencia a Herzl"
El abogado y publicista Rami Simani descubrió en su investigación que el rabino Yehuda Alkalai "no es uno de los precursores del sionismo, sino que, de hecho, es el precursor del sionismo y que Herzl fue influenciado por él". Simani explicó: «Herzl creció en las rodillas de su abuelo, quien era la mano derecha del rabino Alkalai.
Tumba del rabino Alkalai y de su esposa Esther en el Monte de los Olivos
Su abuelo tocaba el shofar y cantaba en la sinagoga del rabino Alkalai en la ciudad de Zemlin, Serbia. Recibió una gran influencia de su abuelo, quien escuchó y aprendió de su rabino, el rabino Yehuda Alkalai, sobre todos los planes para el regreso del pueblo judío a la tierra de sus antepasados. Los planes incluían todo el marco organizativo necesario, congregando a todos los representantes judíos del mundo y solicitando permiso a las naciones del mundo. Además, trabajó para establecer un banco judío, recaudar donaciones y establecer un fondo para comprar tierras, todo como preparación para el regreso del pueblo judío a su patria. Estos fueron los temas sobre los que el rabino Alkalai habló y escribió constantemente, y que fueron puestos en práctica por el abuelo de Herzl y por él mismo, porque fue precisamente este mismo plan el que Herzl tuvo el derecho de implementar años después.
Pero ¿por qué la imagen del rabino Alkalai como el primer precursor del sionismo se perdió en las páginas de la historia judía? Simani argumenta que alguien tenía interés en olvidar el papel del rabino Alkalai y su contribución fundacional al plan, que Herzl implementó. "Pero este no es el momento de hablar de ello en estos días, que son emocionantes. Porque este año todo el pueblo judío, a través de la Organización Sionista y por primera vez, si no en vida, al menos después de su muerte—, expresará su gratitud oficial al rabino Alkalai", dijo Simani. "Entonces, ¿cómo se creó la conexión, por primera vez en la historia, entre el rabino Alkalai y la Organización Sionista, que él concibió, a la que esperaba, pero que nunca se materializó?"
Simani mencionó la labor del profesor Kraus: "Hace unos 11 años, Kraus, quien ha investigado las enseñanzas del rabino Yehuda Alkalai durante muchos años, intentó a localizar la tumba del rabino en el Monte de los Olivos de Jerusalén. El rabino Alkalai tuvo el honor de hacer Aliá a Israel, pero fue rechazado por los líderes del judaísmo ortodoxo debido a sus enseñanzas sobre la Torá y la política, y murió sin que el público conociera su sublime labor. Después de hallarla, y durante años, el profesor Kraus visitó solo la tumba del rabino el día de su fallecimiento. Hace unos cinco años, el profesor Kraus logró reunir a varios amigos que apreciaban la memoria del rabino, pero ni siquiera eso fue suficiente para formar un minyán que nos permitiera rezar el Kadish en la tumba del rabino, gracias a quien todos estamos aquí".

El año pasado, tras la publicación de su artículo, el profesor Kraus recurrió al publicista, al abogado Rami Simani, para sugerirle que lo acompañara en una peregrinación a la tumba del rabino Alkalai en el aniversario.
«Cuando llegué a la tumba del rabino en el Monte de los Olivos, me puse a llorar», recuerda Simani. El reducido número de presentes, la pobre ceremonia y la desolación que reinaba. Éramos solo siete. Recorrimos toda la montaña intentando reunir gente. La incongruencia entre la deuda que el pueblo de Israel tiene con este gran hombre, sin cuyo pensamiento y obra probablemente no tendríamos a Herzl, el fundador del Estado, clamaba al cielo. Pero en lugar de clamar al cielo, llamé desde el cementerio, al lado de la tumba para hablar con el presidente de la Organización Sionista, el maravilloso Yaakov Hagoel, quien lidera esta organización. Le dije dónde estaba y que, efectivamente, habíamos encontrado al padre espiritual de Herzl, pero la pobreza que lo rodeaba el día de su aniversario era una terrible injusticia humana y una falta de gratitud hacia él, y le sugerí a Hagoel que el año siguiente se celebrara una conmemoración oficial en nombre de la Organización Sionista. Simani agregó: «Hagoel, como de costumbre, aceptó de inmediato el reto y asignó al enérgico director general del Monte Herzl, Rafael Cohen, la responsabilidad de llevar a cabo la conmemoración. Rafael Cohen formó un equipo con la participación del profesor Kraus y mío; trabajamos todo el año para que esto sucediera. Insto a todos los que lean el artículo a que vengan al monte y agradezcan a este hombre maravilloso y valiente, el rabino Alkalai. Habrá una sensación mágica y especial en venir al monte este año, porque es realmente participar en un evento histórico. ¡Cuántas oportunidades tenemos en nuestras vidas para hacer historia!
Cualquiera que venga al Monte este año será recompensado con un pedazo de historia. Porque este año, por primera vez en la historia, el rabino Alkalai y todo el pueblo judío podrán unir sus manos, y cada hombre y mujer que venga al Monte le dirá al rabino Alkalai que, de hecho, nunca hemos estado separados», concluyó Simani. Una parte importante de la visión del rabino Alkalai, el regreso de Israel a su tierra bajo un sistema político nacional, se hizo realiza y continúa haciéndose realidad en nuestra generación, a pesar de los terribles golpes.
El domingo 28 de septiembre, el rabino Alkalai será conmemorado por primera vez por la “asamblea” que tanto anhelaba: la Organización Sionista Mundial. La conmemoración tendrá lugar a las 11:00 h cerca de su tumba en el Monte de los Olivos. “El evento será una muestra de gratitud por su labor y visión, con el objetivo de que las generaciones futuras continúen llevando adelante lo que el rabino Alkalai comenzó hace tantos años”, concluyó el profesor Kraus.

Estampilla conmemorativa