2025-12-18 [Num. 1066]


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Artículos  - Antisemitismo

Roberto Gerstenbluth

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Por Roberto Gerstenbluth
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Suficientes memorias y suficientes bendiciones

2025-12-17

Antisemitism2

Los biombos blindados a la entrada de la sinagoga el domingo pasado me dejaron mudo y pálido.

1200 judíos murieron el 7 de octubre. 84 secuestrados volvieron a casa en cajones y cubiertos por una bandera. 1 secuestrado aun no regresa a casa. 900 soldados cayeron en la guerra. Cerca de 20 fueron asesinados en una playa en Australia, 11 en una sinagoga en Pittsburgh, el etcétera es tan lago y la sumatoria es tan aterradora y dolorosa que las lágrimas del corazón impiden seguir sumando. Ese es el número de veces que hemos escuchado frases como “que su recuerdo sea una bendición”, “Nuestros rezos y pensamientos están con ustedes”, “estamos con ustedes” … y tantas otras expresiones vacías; ninguna de ellas cierra la herida y con toda certeza ninguna de ellas resucitan los muertos.

Por el contrario, todas ellas disfrazan de falso cariño la verdadera naturaleza del problema: El antisemitismo esta vivito y coleando, la vida judía se vende barata y la solidaridad del mundo no alcanza para vacunarse contra este virus.

El Rabino Lord Jonathan Sacks Z¨L se refirió en múltiples oportunidades al fenómeno del antisemitismo moderno (todo disponible en YouTube o en su sitio web). Decía en un aparte de ellas:

«El antisemitismo consiste en negar el derecho de los judíos a existir colectivamente como judíos, con los mismos derechos que todos los demás. Adopta distintas formas en distintas épocas. En la Edad Media, los judíos eran odiados por su religión. En los siglos XIX y comienzos del XX, fueron odiados por su raza. Hoy son odiados por su Estado nación, el Estado de Israel. Cambian las formas, pero la esencia es la misma: la idea de que los judíos no tienen derecho a existir como seres humanos libres e iguales”.

El judío moderno en cualquier lugar del mundo solo pide eso: (co)existir colectivamente como judíos, con los mismos derechos (y obligaciones) que todos los demás. Los paréntesis son míos.

El antisemita moderno no solo nos priva del derecho a la vida (nos matan sistemáticamente) nos priva del derecho a existir como seres humanos libres e iguales.

Esto no se cura con montañas de ramos de flores o con arrumes de osos de peluche. Las montañas de flores a duras penas le lavan la consciencia a los indiferentes. Aquellos que creen que con un oso de peluche muestra su filosemitismo, y su gran tolerancia les tengo noticias: No, el peluche no revive a los muertos no sana las heridas. Eventualmente el peluche contribuye a la contaminación de la ciudad.

El antisemita, por su parte, quisiera ver un mundo “Judenrein” . Literalmente, limpio de judíos. Bueno, malas noticias para ellos: Hemos caminado por esta tierra durante 5.000 años y tenemos planes de caminar por ella por lo menos durante otros 5.001, así que tendrán que esperar con paciencia.

Por el otro lado, ¿Qué podemos hacer los judíos? Esa es una pregunta más interesante.

La respuesta es más judaísmo.

El antisemita cuando nos va a matar no pregunta: “¿Y tú vas a la 94 o a la 79?, ¿Eres polaco o yeke?, ¿En tu sinagoga las mujeres suben a la Torah? 0 ¿A ti te convirtió este Rabino o aquel? El asesino tira del gatillo, no pregunta nada, no siente nada. El terrorista no ve personas, ve cucarachas.

Entonces, ¡sí!, la respuesta es más judaísmo.

Llenar las sinagogas, no porque seamos rezanderos, camanduleros comprometidos con el servicio a Dios. Llenar las sinagogas porque es bueno estar en comunidad, porque es bueno decirle Shabbat Shalom a otro judío.

Participar en la vida comunitaria de forma activa, no porque debamos vivir encerrados en un Gueto. Sino porque nuestras tradiciones aún tienen un mensaje trascendente para nosotros y para el mundo. Llevar las tradiciones a nuestras casas, no porque la comida sea rica o porque mi gefilte fish sea mejor que tu kibbe; sino porque en familia L´Dor VaDor, hay una idea, un concepto vigente que merece ser vivido y compartido.

Salir a la calle con una actitud y un comportamiento visiblemente judío, no con miedo al “huy si me ven el Maguen David me van a decir algo”, sino con orgullo de vivir lo que somo y como somos. ¿Escondernos? ¡No¡ ¿Por qué? Eso es lo que quiere el terrorista, producir terror. Am Israel Jai, es lo contrario; no es un grito de venganza, es un grito de vida de amor por y para la ella. El judío ama la vida y le rinde culto, el terrorista ama la muerte y se postra frente a ella.

Tzedek, tzedek tirdof, dice el texto justici justicia, justicia buscarás. El texto no clama venganza. La venganza no es un valor judío, la justicia es.

Conectemos con Israel, no porque el Estado de Israel sea infalible. No porque nos exige un sionismo ciego no porque se hayan inventado Waze o el tomate cherry. Conectemos con Israel porque todos tenemos familia, un primo lejano, un hermano, una hija, algunos de ellos, incluso, visten camuflado. Y si no es por la familia, recordemos que todos tenemos 6.000.000 de hermanos y hermanas que viven allí todos necesitan un mensaje de WhatsApp con un emoji de abrazo o de corazoncito.

Quienes hacemos parte de familias biculturales, hablemos con ellos. No porque nuestra cultura sea superior, sino porque su curiosidad es genuina. Participemos de sus tradiciones, no porque las vayamos a adoptar sino porque ellas también son interesantes, preguntemos con sincera curiosidad busquemos las coincidencias y construyamos sobre las similitudes, porque Shalom Bait también aplica a ellos. Que vengan al shil con nosotros, no porque seamos proselitistas, sino porque compartimos una filosofía de vida.

En fin, acá es cuando Raquel me llama y me dice, “lo puedes hacer más cortico” entonces voy a evitar la llamada, pero dejo la idea en el aire: Frente al veneno del antisemita, la respuesta es más judaísmo mucho más judaísmo. Y me voy a prender velitas, este año en mi casa tenemos dos Janukiot y en casa solo tenemos dos judíos.



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